El 16 de marzo de 1996, los Ramones ofrecieron su concierto de despedida ante 45.000 fans en Buenos Aires, en lo que se había previsto inicialmente como el espectáculo final de su ilustre carrera de 20 años.
El Estadio Monumental de River Plate estaba completamente colmado, con los locales Superuva, 2 Minutos, Attaque 77, los alemanes Die Toten Hosen y el legendario Iggy Pop abriendo el show de los neoyorquinos.
Luego, la banda volvió a los Estados Unidos para ser parte del Lollapalooza, ofreciendo su último show el 6 de agosto de 1996, en Los Ángeles. Sin embargo, habían construido una legión de fans en nuestro país para ser considerada «la banda punk argentina», como mencionó sarcásticamente -o erróneamente- un matutino porteño.
¿Cómo y por qué, qué este cuarteto de Queens pudo forjar una relación tan duradera con una ciudad a un continente de distancia de las calles de Nueva York y los famosos baños destruidos del CBGB?. Una inusual mezcla de química y cariño mutuo se fue desarrollando en el transcurso de las ocho visitas a la Argentina en nueve años, acumulando 27 conciertos de los 2.263 que los Ramones dieron en toda su carrera.
En 1987, antes de la primera llegada a nuestro país, Joey Ramone respondió a un periodista local que no tenía idea de qué esperar de su visita a la Argentina. Años después, difícilmente sería capaz de salir del hotel en el centro de Buenos Aires por las turbas de fanáticos esperándolo afuera. Argentina se había convertido en «Ramonesland», y sus fans, «Los Ramoneros».
Los Ramones trajeron su punk del centro de Nueva York a Buenos Aires por primera vez el 3 de febrero de 1987, convocando a 4.000 espectadores que llenaron el estadio de Obras Sanitarias. El concierto fue un éxito suficiente para dar lugar a tres noches en el mismo lugar en 1991, y cinco noches en 1992 y 1993.
El tamaño del lugar continuó creciendo en cada visita de la banda. En 1994, los Ramones llenaron el estadio de Velez Sarsfield, ofrecieron un par de más presentaciones en Obras, y unos meses después recorrieron el interior del país, con shows en Rosario, Mar del Plata y Bahía Blanca. En octubre de 1995, los Ramones agotaron seis fechas en Obras, antes de volver en el 96 para su último show internacional.
El show en sí no significaría una despedida de la conexión de América del Sur con los Ramones. Dee Dee Ramone conoció a su esposa, Bárbara Zampini, en la Argentina en 1997. Luego, Rockaway Records, un sello argentino, lanzó el primer disco tributo a los Ramones en todo el mundo, con artistas de la Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Estados Unidos, España, Italia, Francia, Inglaterra, Irlanda, Japón, Bélgica y Alemania. Marky Ramone, habitual visitante de estas tierras, toca «35 temas de Ramones. Son muchos. Mis fanáticos no quieren escuchar las canciones que hice como solista».
Esta continuo romance con el público argentino no parece diluirse. Con los vaivenes económicos de los últimos 30 años, los fans locales tal vez buscaban liberarse por un rato de su realidad diaria, identificándose tal vez con un rock simple interpretado por cuatro tipos con camperas de cuero y pantalones de jean.
En cualquier caso, lo que sí es cierto es que «La banda punk argentina» (oriunda de Nueva York) se hizo su propio lugar en Buenos Aires, creando una subcultura urbana y llegando a convertirse en la banda estadounidense que más veces ha visitado la Argentina.