Muddy Waters fue bautizado como McKinley Morganfield y muchos historiadores han argumentado acerca de algunos detalles de sus primeros años de vida. Se sabe que nació cerca de Rolling Fork, en Mississippi, el 4 de abril, algunos afirman que en 1915 otros que en 1913, de acuerdo con documentos encontrados en la plantación Stovall. La más aceptada es la de 1913, a partir de la biografía publicada por Robert Gordon en 2003, uno de los libros más completos acerca de Muddy Waters.
Morganfield quedó huérfano a los tres años y fue criado por su abuela Della Grant en la plantación Stovall, en Clarksdale, Mississippi. Fue ella quien lo apodó “Muddy“, porque le gustaba mucho jugar en el barro, nombre al cual le juntó la palabra “Water”. En principio McKinley Morganfield fue conocido como Muddy Water, sin la letra «s» al final, la cual se le adicionó tiempo después.
El campo, en el sur de Estados Unidos, fue el caldo de cultivo para el blues en los años 20 y 30, y el joven Muddy se encantó con sus sonidos gracias al fonógrafo de un vecino, quien constantemente hacía sonar discos de Blind Lemon Jefferson, Lonnie Johnson y Tampa Red.
En la medida en que Muddy fue introduciéndose en el blues, comenzó también a dar sus primeros pasos con la música, primero como intérprete de armónica. A los 13 años ya tocaba en las fiestas y picnics, en ocasiones acompañado por el guitarrista Scott Bohanner, quien vivía y trabajaba en Stovall.
Durante su juventud, Muddy conoció la música de artistas contemporáneos como Son House, Robert Johnson y Charley Patton, quienes inspiraron a Waters a cambiar de instrumento y tomar la guitarra, aprendido a tocar el estilo slide.
Desde los 17 años de edad siguió su carrera solista o con una banda de cuerdas, The Son Simms Four. Posteriormente abrió un juke-joint en los terrenos de Stovall, donde sus amigos agricultores podían disfrutar de la música, comer, beber y jugar.
Waters llegó a ser una figura reconocida en el Mississippi, compartiendo espacios con Big Joe Williams y Robert Nighthawk. Una tarde del verano de 1941, el folclorista Alan Lomax y el profesor John Work III llegaron con su equipo de grabación portátil a Mississippi con la esperanza de hallar a Robert Johnson pero lo que encontraron fue que el famoso músico había muerto hacía tres años. Decidieron entonces grabar talentos locales, siendo altamente impresionados por Muddy Waters, a quien grabaron en su juke-joint. Dos de esas canciones fueron publicados en un disco de 78 revoluciones y cuando Waters recibió dos copias de ese single y 20 dólares que le había enviado Lomax, comenzó a pensar seriamente en tomar la música como su profesión.
En julio de 1943, Alan Lomax volvió y grabó más canciones de Muddy Waters, las cuales fueron publicadas en 1966 en el disco “Down On Stovall’s Plantation” y reeditadas en 1994 como “The Complete Plantation Recordings”, obteniendo un premio Grammy.
En 1943, Muddy Waters decidió trasladarse del Mississippi a Chicago con la esperanza de seguir su carrera musical. En las mañanas manejaba un camión y en las noches luchaba por hacerse de un nombre en la escena tocando en los bares que lo requirieran. Big Bill Broonzy lo encontró y le ayudó a conseguir mejores giras. Recientemente Muddy se había cambiado a la guitarra eléctrica para que su música pudiera ser escuchada mejor en los clubes ruidosos, lo que añadió un poder nuevo a su trabajo con el slide.
Para 1946 Waters llamó la atención de Okeh Records, quien lo llevó a los estudios de grabación pero decidió no publicar el resultado. Ese mismo año grabó un tema para 20th Century Records, que terminó siendo el lado B del lanzamiento de James “Sweet Lucy” Carter. Sin embargo fue con el sello Aristocrat, fundado por los hermanos Leonard y Phil Chess que las cosas cambiaron. En 1947 los hermanos Chess grabaron a Muddy y aunque el primer single al lado de Sunnyland Slim no tuvo éxito, fue el segundo disco con los temas “I Can’t Be Satisfied” y “(I Feel Like) Goin’ Home”, el que tuvo un éxito significativo y lanzó a Muddy Waters al estrellato en la escena de Chicago.
Inicialmente los Chess grabaron a Waters con músicos locales pero para su trabajo en vivo, Muddy reclutó una banda que incluía a Little Walter en la armónica, Jimmy Rogers en la guitarra y Baby Face Leroy Foster en la batería, quien luego fue reemplazado por Elgin Evans. Este grupo se ganó la reputación en Chicago como el más poderoso de la ciudad, con la voz y la guitarra de Waters como eje principal.
Para comienzos de la década de 1950, Aristocrat Records cambió su nombre por el apellido de sus propietarios. Los hermanos Chess empezaron a usar a la banda de Muddy Waters en el estudio y Little Walter empezó a ganar favoritismos dentro de los fanáticos del blues. El piano de Otis Spann llegó en 1953 y se convirtió en el cable a tierra del grupo hasta los años 60, después de que Little Walter y Jimmy Rogers dejaran la agrupación para seguir sus carreras solistas. En los años 50, Muddy Waters grabó las canciones más poderosas y que generaron mayor influencia en la historia del blues eléctrico, como “Rollin’ and Tumblin”, “I’m Ready”, “I’m Your Hoochie Coochie Man”, “Mannish Boy”, “Trouble No More”, “Got My Mojo Working” y “I Just Want to Make Love to You”, los cuales ayudaron a que Muddy Waters tuviera una presencia permanente en las listas de éxitos.
Hacia finales de los años 50, Muddy Waters estaba haciendo su mejor trabajo pero su carrera tuvo un bajón. El surgimiento del rock & roll hizo que los focos se concentraran en esta nueva música y dejarán a un lado al blues tradicional. En 1958, Muddy hizo su primera gira por Inglaterra, la cual no fue bien recibida pues los fans ingleses esperaban a Waters con su guitarra acústica y se sobresaltaron con la ferocidad de la guitarra eléctrica.
Muddy retomó sus raíces del Delta en los años siguientes, llegando inclusive a grabar un álbum llamado “Muddy Waters: Folk Singer” en 1964, no sin antes sentar un precedente y golpear con fuerza al público de raza blanca tras su presentación en el Festival de Newport en 1960. Lo curioso es que la invasión británica estaba preparando su asalto a Estados Unidos con artistas animados, en su mayoría, por el sonido eléctrico de Muddy Waters. Un buen número de acólitos suyos se convirtieron en estrellas internacionales como Eric Clapton, John Mayall, Alexis Korner y un modesto grupo de Londres que decidió llamarse como uno de los grandes éxitos de Muddy Waters en la década de los 50: “Rollin’ Stone”.
A finales de los años 60, mientras Muddy Waters lideraba una de sus mejores bandas, dentro de la que estaban Pinetop Perkins en el piano y James Cotton en la armónica, el sello Chess se orientaba más hacia el mercado del rock y del soul. Buscando acercarse al público blanco en 1968 publica “Electric Mud”, un disco en el que Muddy Waters alterna con una banda de rock sicodélico, trabajo que no fue muy bien recibido en su momento pero que hoy goza de buena crítica por parte de los conocedores. Un año después llegó “Fathers And Sons”, siguiendo la misma línea, pero con la participación de Mike Bloomfield y Paul Butterfield.
1971 vio la llegada de “The London Muddy Waters Sessions”, menos impresionante pero mostrando un gran trabajo de guitarra por parte de Rory Gallagjer y contribuciones inspiradas de Steve Winwood, Rick Grech y Georgie Fame.
Chess Records ayudó a Muddy Waters a hacer algunos de los mejores discos de blues de los años 50 y 60 y, curiosamente, fue la desaparición del sello la que permitió su renacimiento creativo. En 1969 los hermanos Chess vendieron su discográfica a General Recorded Tape y el sello, luego de un largo y lento declive comercial, cerró en 1975. Ese año Waters grabó su último disco para Chess: “The Woodstoock Album”, en los estudios de Levon Helm, baterista de The Band. En los años siguientes, Waters fue uno de los tantos artistas de Chess que demandaron al sello por regalías no pagadas en años anteriores.
Muddy Waters deslumbró a sus fanáticos el Día de Acción de Gracias de 1976, cuando apareció sobre el escenario del Winterland de San Francisco durante el concierto de despedida de The Band, gracias a la invitación hecha por Levon Helm. Muddy entregó una gran version de “Mannish Boy”, que se convirtió en uno de los mejores momentos de la película “The Last Waltz”, dirigida por Martin Scorsese, presentada en 1978 y que documenta ese concierto.
Johnny Winter, fanático de la música de Muddy Waters, escuchó que el músico no tenía un contrato de grabación y logró que Blue Sky Records, una filial de CBS, lo contratara. Se encargó de la producción del primer disco de Waters para ese sello, “Hard Again”, y compartió guitarras con los miembros de la banda de gira de Muddy, en la que estaban Bob Margolin en la guitarra, Willie “Big Eyes” Smith en la batería, James Cotton en la armónica y Pinetop Perkins en el piano. En 1977 Muddy Waters volvió a su tradicional sonido crudo, convirtiendo a “Hard Again” en uno de los mejores discos grabados en su carrera, por el cual ganó un premio Grammy.
Gracias a sus tres últimos discos, Muddy Waters tuvo un gran impluso en su carrera y se encontró de nuevo realizando giras de conciertos ante audiencias entusiastas, compartiendo escenarios con artistas como Eric Clapton o The Rolling Stones. La salud de Waters comenzó a debilitarse debido a un cáncer de pulmón y en el otoño de 1982 hizo su última aparición en un concierto de Eric Clapton. Luego se retiró a su casa en Westmont, Illinois, donde murió el 30 abril de 1983.
Tanto Westmont como Chicago tienen sendas calles llamadas Muddy Waters, la figura de la leyenda del blues apareció en una estampilla del correo de los Estados Unidos, hay una placa conmemorativa en el sitio donde pasó su infancia en Clarksdale, fue llevado a la gran pantalla por el actor Jeffrey Wright en la película “Cadillac Records” y se han publicado innumerables discos pósumos.