Wayne Cochran, conocido como «El Caballero Blanco del Soul», murió el martes (21 de noviembre) a la edad de 78 años después de una batalla contra el cáncer. Su muerte fue confirmada por su hijo Christopher en el Miami Herald.
Conocido por un extravagante corte de pelo, se cree que el elaborado vestuario de Cochran influyó en los trajes de la época de Elvis Presley en Las Vegas. Al principio de su carrera, Cochran había tocado en la banda de Otis Redding antes de firmar con King Records, donde estableció una estrecha amistad con James Brown. «Nunca escuché que la música tenga que ver con la raza. Fue simplemente la música la que me habló. Me conmovió», había dicho Cochran en 2011.
A pesar de ser un intérprete sanguíneo, y establecer una sólida reputación por sus shows en vivo con su banda C.C. Riders, su mayor éxito en los charts llegó cuando J. Frank Wilson and the Cavaliers llevaron su canción «Last Kiss» a la cima de los ránkings. Lanzó cuatro álbumes durante su carrera antes de retirarse a principios de los años 80, poco después fue honrado por los Blues Brothers con una versión de su canción «Goin’ Back to Miami».
Buscando escapar durante años de los excesos del rock and roll, Cochran se convirtió en pastor y fundó la Iglesia Voice for Jesus, un establecimiento que dependía en gran medida de sus actuaciones musicales. «No somos una iglesia típica», dijo una vez. «Somos ruidosos. Te quema. Yo creo en el poder de la música. Si no querés sentirte pleno de alegría, no vengas a esta iglesia. No hay lápidas sepulcrales ahí y si lo están, vamos a resucitarlas. La pasamos bien».
Cochran también descubrió al fenomenal bajista Jaco Pastorius, que se unió a los C.C. Riders por un tiempo. «Hizo sonidos en su instrumento que nunca había escuchado antes», recordó más tarde el líder de la banda.