El pianista y organista de Nick Cave & The Bad Seeds, Conway Savage, ha fallecido ayer domingo (2 de septiembre) a los 58 años, según confirmó la banda en un comunicado en su sitio web. Le habían diagnosticado un tumor cerebral en 2017.
Savage se unió a Nick Cave & The Bad Seeds en 1990 para el álbum «The Good Son». Desde entonces se mantuvo como miembro de la banda, mientras desarrollaba una carrera como solista.
«Miembro de Bad Seeds por casi treinta años, Conway era el anárquico hilo que corría por las actuaciones en vivo de la banda. Era muy querido por todos, miembros del grupo y fans», destaca el comunicado.
Y agrega: «Irascible, divertido, terrorífico, sentimental, cariñoso, gentil, mordaz, honesto, genuino. Él era todas estas cosas y literalmente tenía el don de una voz dorada, alta, dulce y empapada de alma».
«En una noche de borrachera, a las cuatro de la mañana, en el bar de un hotel de Colonia, Conway se sentó al piano y cantó ‘Streets of Laredo’ para nosotros, con su estilo dulce y melancólico, y por un momento el mundo se detuvo. Todos estábamos llorando.. Adiós a Conway, todos estamos llorando», finaliza el texto.
Savage nació el 27 de julio de 1960 en la zona rural de Victoria, Australia. Comenzó a tocar el piano en su adolescencia, en un pub dirigido por sus padres. De 1980 a 1981 actuó con el baterista Jim White en la banda Happy Orphans. Antes de unirse a Bad Seeds, Savage también participó en los Feral Dinosaurs (también con White), Dust on the Bible y Dave Last & The Legendary Boy Kings.
Después de unirse a Bad Seeds, Savage lanzó varios álbumes como solista y colaboró con varios artistas predominantemente australianos, incluido Robert Forster de Go-Betweens.