Cuando llegó 1993, Aerosmith ya eran nuevamente los reyes mundiales del rock, impulsados por el éxito de los álbumes multiplatino «Permanent Vacation» (1987) y «Pump» (1989).
El ímpetu aparentemente imparable de la banda continuó sin cesar con «Get a Grip», lanzado el 20 de abril de 1993. Producido por Bruce Fairbairn (quien también trabajó en los dos álbumes anteriores de Aerosmith), el disco de 14 canciones fue un estallido de rock: boogie, furiosos riffs de guitarra y mucha batería para hacer temblar cualquier estadio.
El equipo de composición de Steven Tyler y Joe Perry (los «Toxic Twins») estaba en plena forma, aunque «Get a Grip» fue nuevamente un trabajo con colaboradores. Los cocompositores incluyeron a Jack Blades de Night Ranger y Tommy Shaw de Styx (en el hard rock «Shut Up and Dance»), Desmond Child («Flesh» y la balada «Crazy») y Jim Vallance («Eat the Rich» y la canción que le da título al disco). Lenny Kravitz coescribió e hizo coros en «Line Up».
Al mismo tiempo, «Get a Grip» no se siente tan pulido como «Pump», aunque «Amazing» (que presenta a Don Henley en los coros) presagia el movimiento de la banda hacia las baladas más livianas. «Cryin'» y «Living on the Edge» fueron éxitos monstruosos.
Aún así, «Gotta Love It» y la canción que la da título hierven con el tipo de riffs de blues ahumado con los que Aerosmith se hizo un nombre, mientras «Eat the Rich» tiene un ritmo tribal furioso. Además, Brendan O’Brien -acostumbrado a que sus trabajos suenen en la radio- fue quien mezcló el disco, manteniendo la música de la banda con un sonido moderno y conservando su viejo espíritu.
Con respecto a las canciones que reflejan la historia de la banda con el abuso de drogas como «Get a Grip» y «Amazing», Steven Tyler declaró a Los Angeles Times en 1993: «Decíamos que podés señalar algunas de esas viejas creencias sobre la encrucijada y la firma con el Diablo, que podés ver las drogas así: puede ser divertido al principio, pero luego llega el momento de pagar tu deuda, y si no sos lo suficientemente inteligente como para ver que te está arruinando, entonces realmente te va a atrapar».
La portada de «Get a Grip», que muestra la imagen de una vaca con un piercing en un pezón y una marca con el logotipo de Aerosmith, fue diseñada por el destacado artista Hugh Syme, un especialista en realizar arte de tapas. El crítico musical Steven Hyden se ha referido a la portada del álbum como «la peor portada de un álbum», expresando su sorpresa de que Syme fuera el responsable dado sus otros trabajos. Un grupo de derechos de los animales se opuso a la portada, pero la banda confirmó que la imagen había sido alterada digitalmente y no representaba un acto real de crueldad animal.
Los videoclips jugaron un papel fundamental en el éxito de «Get a Grip». «Livin’ on the Edge», «Cryin'», «Amazing» y «Crazy» obtuvieron una amplia rotación en MTV y otras cadenas musicales, y también fueron determinantes en lanzar las carreras de las actrices Alicia Silverstone y Liv Tyler.
«Get a Grip» es mencionado habitualmente como el iniciador de la denominada «loudness war», la tendencia de hacer que los CD suenen cada vez más fuertes. El ingeniero de sonido Mario Breuer está convencido de que muchas compañías discográficas siguieron ese camino tras el éxito del álbum. «Muchos pensaron que el éxito de ‘Get a Grip’ se debió a que sonaba fuerte. No, el éxito de ‘Get a Grip’ se debió a que el disco está buenísimo», expresó.
«Get a Grip» fue el primer álbum de Aerosmith en alcanzar el número uno en el Billboard 200. Vendió más de siete millones de copias en los Estados Unidos y 20 millones de copias en todo el mundo, asegurándose un lugar como el álbum de estudio más exitoso de Aerosmith en términos de ventas globales.