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Cómo los Rolling Stones encauzaron su carrera con «Steel Wheels»

29/08/2024 - Retro
Cómo los Rolling Stones encauzaron su carrera con «Steel Wheels»

En los años 80, los fans de los Rolling Stones ya se habían acostumbrado a la turbulencia que rodeaba a la banda. Pero las consecuencias del álbum de 1986 «Dirty Work» fueron tan tóxicas que durante un breve período, parecía que nunca encontrarían nuevamente el camino.

Entre 1986 y 1988, los Stones estuvieron en una pausa mientras el núcleo creativo de la banda, Mick Jagger y Keith Richards, lanzaban discos en solitario e intercambiaban críticas en la prensa. Pero, aunque fue necesaria cierta mediación, sus diferencias finalmente se superaron gracias al poder de su larga asociación. El 29 de agosto de 1989, la prueba llegó en forma de su 21º LP en los Estados Unidos, «Steel Wheels».

«Hemos estado juntos durante años y una de las consecuencias de la ruptura fue hacernos darnos cuenta de que estábamos atrapados juntos, nos gustara o no», se rio Richards más tarde. «Me gusta que toque el arpa, man. Y me gusta ver su culo delante de mí cuando toco la guitarra, haciendo lo que él hace. Me gustan todas las cosas que probablemente odia de sí mismo», coincidió Jagger. «Como lo hemos estado haciendo durante tanto tiempo, en realidad no tenemos que hablar de eso. Cuando se nos ocurre un riff o un estribillo, ya sabemos si está bien o no».

Jagger y Richards tantearon el terreno en Barbados, donde se reunieron para intentar componer algunas canciones a principios de 1988. Como descubrieron rápidamente, el tiempo libre no había diluido su química creativa. En poco tiempo, habían producido docenas de canciones nuevas.

«Empezamos y en dos días nos dimos cuenta de que teníamos cinco o seis canciones en marcha», recordó Richards más tarde. «Tuve que llevar a Mick a algunas discotecas, que no son mis lugares favoritos en el mundo, porque a Mick le gusta salir a bailar por la noche. Así que lo hice. Ese fue mi sacrificio. Le seguí la corriente. Y fue entonces cuando supe que podíamos trabajar juntos».

Incluso después de terminar «Steel Wheels», Jagger sostuvo que las carreras en solitario de los diversos miembros eran esenciales para la supervivencia de los Rolling Stones, pero, por lo que parece, él necesitaba esa salida más que nadie.

Mirar atrás para seguir adelante

«Si Keith hubiera vendido [como solista] cifras como las de Michael Jackson, todavía estaría en los Stones. Habría dejado todo para volver», insistió el guitarrista Ron Wood, cuyos esfuerzos como intermediario entre los compositores en disputa fueron reconocidos por ayudar a cerrar la brecha.

«Lo que me sorprendió fue que Mick no hiciera esos números», agregó. «Eso probablemente le sorprendió a él también, y tal vez le hizo darse cuenta de la fuerza de la banda. Pero una vez que él y Keith pasaron un tiempo juntos en Barbados, se dieron cuenta de que la amistad era más grande y más fuerte que cualquier periódico o revista».

Después de coquetear con el productor Steve Lillywhite para el ocasionalmente pulido «Dirty Work», la banda se reunió para coproducir «Steel Wheels» con su socio de toda la vida Chris Kimsey. Kimsey, que había trabajado como ingeniero en «Sticky Fingers» y «Some Girls», conocía bien los puntos fuertes del grupo y ayudó a encaminarlos hacia lo que equivalía a un disco orientado a las raíces, grabado de forma limpia y con algunos toques modernos, pero claramente el trabajo de una banda.

«Lo que a la mayoría de la gente le preocupa hoy en día no es el ritmo en sí, sino el sonido de lo que crea el ritmo. Tienen estos juguetes nuevos, cosas que se estrellan y hacen woo-wooo-woooo, y lo que realmente falta es ritmo», se quejó Richards después del lanzamiento de «Steel Wheels», explicando su enfoque para hacer música a finales de los 80. «Toda esta mierda no me seduce. Es como un gran shopping en este momento y nadie puede salir de la juguetería».

En «Steel Wheels», la banda volvió a lo básico, pero el álbum no estuvo exento de aventuras, en particular en la canción «Continental Drift», en la que participaba el conjunto marroquí Master Musicians of Joujouka, un guiño deliberado al fallecido cofundador de los Stones, Brian Jones, que había grabado a Master Musicians en 1968 para el álbum «Brian Jones Presents the Pipes of Pan at Joujouka».

«Nos convertimos en una banda de hard rock y nos conformamos con eso. Las baladas también se quedaron un poco atrás. El hard rock simplemente se apoderó de todo y perdimos un poco de sensibilidad y aventura», argumentó Jagger. «Es aburrido hacer hard rock todo el tiempo. Tenés que darle un poco de vueltas».

Cómo «Dirty Work» influyó en su reunión

Sin embargo, para el primer single del disco, fueron a lo seguro: «Mixed Emotions» fue una pura reinvención de los Stones que surgió de la fuerza del sonido clásico del grupo y un coro imponente cuyo estribillo («You’re not the only one with mixed emotions / You’re not the only ship adrift on the ocean») parecía hablar del oscuro hechizo que la relación de sus coautores había superado recientemente.

Era difícil no escuchar «Mixed Emotions» como un comentario sobre la disputa pública de Jagger y Richards: «Me di cuenta de que lo que habíamos dejado ahí tenía todos los ingredientes de una autobiografía interesante», dijo Richards más tarde en declaraciones a Rolling Stone. Incluso cuando los Glimmer Twins (Jagger y Richards) renovaron su asociación, siguieron algo irritados por la forma en que se desmoronaron las cosas después de «Dirty Work», en particular la negativa de Jagger a salir de gira para promocionar ese disco.

«El álbum no era tan bueno», dijo Jagger a la revista Rolling Stone en 1989. «Estaba bien. Ciertamente no era un gran álbum de los Rolling Stones. El ambiente dentro de la banda también era muy malo. Las relaciones eran terribles. La salud era diabólica. Yo no estaba particularmente bien. El resto de la banda no podía cruzar los Campos Elíseos, mucho menos salir de gira. Así que tuvimos esta larga y mala experiencia al hacer ese disco, y lo último que quería hacer era pasar otro año con la misma gente. Sólo quería estar fuera».

Richards se encogió de hombros: «Estaba realmente enojado porque no le gustaba mucho el álbum. Quería salir de gira después de que lo termináramos. Y no recibí una respuesta clara hasta que el disco estuvo terminado. Que fue básicamente ‘Andate al diablo'».

Una gira mundial que batió récords

«Steel Wheels» fue un éxito Top 5 en ambos lados del Atlántico, lo que dio pie a una importante gira mundial negociada después de un contrato récord que aumentó significativamente los ingresos de la banda. Incluso en una era de patrocinio corporativo, los Stones fueron criticados por ganar tanto dinero, pero Jagger fue inequívoco al rechazar las acusaciones de que se habían vendido.

«Por supuesto, también lo hacemos por dinero», señaló. «Siempre lo hemos hecho por dinero. La gente gana mucho dinero en el rock and roll. Por eso es tan atractivo. Es como el boxeo. La gente no practica boxeo por nada. Empiezan haciéndolo porque esperan llegar a la cima, porque cuando lleguen a la cima, ganarán mucho dinero. Quiero decir, eso es Estados Unidos».

Como cada vez sería más frecuente, «Steel Wheels» fue comparado favorablemente con trabajos recientes, lo que llevó a los críticos a decir que era «su mejor trabajo desde (insertar aquí un LP clásico de los Rolling Stones)» junto con preguntas sobre cuánto tiempo podría seguir funcionando la banda. Jagger, como siempre, se mantuvo evasivo. «Keith debería ser alentado a hacer lo que quiera», dijo a Rolling Stone. «Y yo debería ser alentado a hacer lo que prefiero hacer. Qué sea, no lo sé. Pero debería ser alentado a ir más allá. No quiero quedarme sólo con esto».

Richards, mientras tanto, estaba perfectamente contento con seguir rockeando. «Lo gracioso de esos riffs, esas canciones, es que si las estoy tocando, es porque todavía me emocionan, ¿sabés?», dijo riendo en una entrevista de 1990 con Time Out. «Hay riffs como ‘Tumbling Dice’ en los que decís [se besa las manos y sopla sobre ellas] ‘Dios mío, es un riff muy dulce. Es la sensación que he estado buscando desde siempre. ¡Dios mío! ¿¡Soy yo!? ¡Ey, ese soy yo, y suena así!'».