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«Like a Rolling Stone» de Bob Dylan cumple 50 años

16/06/2015 - Retro
«Like a Rolling Stone» de Bob Dylan cumple 50 años

De regreso de su gira europea «Bringing It All Back Home» en la primavera boreal de 1965, Bob Dylan se encontró con su agenda más cargada que nunca… y en medio de una de sus explosiones creativas.

«Suponía que iba a dejar de cantar. Estaba muy agotado», dijo Dylan en una entrevista con Playboy en 1966. «Estaba tocando un montón de canciones que no quería tocar. Estaba cantando palabras que realmente no quería cantar. No me refiero a palabras como ‘Dios’, ‘madre’, ‘Presidente’, ‘suicidio’ o ‘cuchillo de carnicero’. Quiero decir, pequeñas palabras simples como ‘si’, ‘esperanza’ y ‘ustedes'».

Por supuesto, no dejó de cantar; de hecho, con su siguiente álbum, «Highway 61 Revisited», que marcó un momento triunfal, podría decirse que la música rock en general tomó una dirección nueva y emocionante. Y mientras ese disco de nueve canciones contiene muchos clásicos futuros de Dylan, era el tema de apertura, «Like a Rolling Stone», el que según dijo Dylan «lo cambió todo». Según explicó, «Después de eso no me importaba nada más sobre escribir libros, poemas o lo que sea».

Pero antes de «Like a Rolling Stone» se transformara en uno de los símbolos de Dylan, tuvo que convertirse en una canción, y para eso necesitó de un puñado de hechos fortuitos.

«Eran 10 páginas. No tenía título, sólo era algo rítmico escrito en un papel sobre mi odio constante hacia algo que en algún momento fue honesto», dijo Dylan al Saturday Evening Post en 1966. «Al final no era odio, era decirle algo que no sabía a la gente, diciéndole que tenían suerte. Tenían la posibilidad de la venganza, que es una palabra mejor. Nunca había pensado en ello como una canción, hasta que un día estaba en el piano, y delante de ese papel estaba cantando ‘¿Cómo se siente?’. En un ritmo de cámara lenta, en el más absoluto ritmo de la cámara lenta».

Sentado al piano y cantando el estribillo de la canción sería todo lo que llevaría a «Like a Rolling Stone» a transformarse de «algo rítmico en un papel» a un himno para toda una generación. En realidad, el resultado final no fue fácil de alcanzar, ya que hubo varios intentos fallidos en las sesiones del 15 y 16 de junio de 1965, siempre bajo la supervisión del productor Tom Wilson. Inicialmente Dylan intentó tocarla como un vals, con el piano al frente, pero la banda terminó el primer día con un puñado de tomas inútiles.

El productor Wilson había reunido a la mayoría del personal que tenía a mano, pero un músico -el guitarrista Mike Bloomfield– estaba allí por pedido de Dylan. Como más tarde recordó, no sólo no lo conocía muy bien a Dylan, sino que «Like a Rolling Stone» fue la primera canción que escuchó de aquellas sesiones.

«Conocí a Dylan en un pequeño club llamado The Bear, en Chicago, poco después de la salida de su primer álbum», dijo Bloomfield a la revista Rolling Stone. «Vino a Chicago y después de hablar con él un par de veces me llamó por teléfono para grabar un disco que sería ‘Like a Rolling Stone’. Así que compré una Fender… una muy buena guitarra por primera vez en mi vida».

Como Al Kooper dijo más tarde en declaraciones a Britannica, la llegada de Bloomfield arruinó su propio plan para colarse en la sesión y tocar la guitarra. Invitado por el productor Wilson para ver desde la sala de control, Kooper apareció temprano y comenzó a afinar con los demás músicos de sesión, que habían trabajado con él en oportunidades anteriores.

Kooper todavía tenía su cita para grabar «Like a Rolling Stone». «Hacia la mitad de la sesión, Paul Griffin, que tocaba el órgano, se trasladó al piano, y le dije a Tom Wilson, ‘Hey, ¿por qué no me dejás tocar el órgano?'».

Millones de fans pronto enviaron la canción al número 2 del Billboard Hot 100, pero primero tenía que pasar por el departamento de marketing de Columbia Records, donde los ejecutivos exigieron a Dylan reducir a la mitad su duración de seis minutos para el single. Dylan previsiblemente se negó.

En los días sucesivos al rechazo, Shaun Considine -quien coordinaba los lanzamientos de Columbia Records en 1965- llevó una versión descartada de la canción a una discoteca llamada Arthur, abierta en forma reciente y concurrida por celebridades y gente de la industria musical. Debido a la insistencia de la multitud, se reprodujo el demo una y otra vez. A la mañana siguiente, un disc jockey y director de programación de una estación de radio de la ciudad llamó a Columbia Records y le pidió copias. Poco después, el 20 de julio de 1965, «Like a Rolling Stone» se publicó como single, con «Gates of Eden» como lado B.

La canción se convirtió en el mayor éxito de Dylan hasta la fecha. Y lo hizo con su duración completa.

Años más tarde, «Like a Rolling Stone» sigue siendo uno de los logros más importantes de Dylan, una canción cuyo impacto es tan duradero y generalizado que inspiró el libro de Greil Marcus y el manuscrito original de su letra recaudó millones de dólares en una subasta. Pero para Dylan, en ese momento, era más que nada un recordatorio de que no importa cuántos fans o elogios tuviese, no significaba mucho… a menos de que realmente pudiese hacer su propia música.