Andrés Calamaro se ha metido en la campaña electoral del 25 de octubre para apoyar al candidato oficialista a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Aníbal Fernández, pero critica el antagonismo que se vive en el país: “No se perdona a los neutros, considerados tibios”. En una entrevista con el diario español El País, ex líder de Los Rodríguez analizó la situación política y social de la Argentina.
«Según mi experiencia personal, no todo tiempo pasado fue mejor», dijo sobre aquellos que ven la Argentina del pasado con nostalgia. «En mi adolescencia no celebrábamos las libertades y la diversidad de hoy en día. Por lo general, esa clase de comentarios ‘retro’ echa la vista sobre momentos con menores índices delincuenciales, pero el mundo es diferente de lo que era hace 40 años. Argentina fue una economía prometedora en el mundo, se daban las condiciones interiores y universales para exportar producción agropecuaria, pero estamos hablando de años anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Existe una sensación de destino desperdiciado, casi una maldición argentina. Quizás no aprendemos de nuestros errores porque son funcionales al beneficio de unos pocos».
En cuanto a la realidad política, observó que los principales «presidenciables se confiesan peronistas» -aunque a su entender ninguno es uno de «raza»- y argumentó que mientras que Daniel Scioli y Sergio Massa tienen pertenencias concretas, Mauricio Macri sorprendió días atrás homenajeando al ex presidente.
Además, habló de las divisiones sociales que deja el final de la gestión kirchnerista: «Las divisiones sociales existen en todo el mundo, en algunos países la brecha es inabarcable. Los lunes estamos divididos por el futbol. Pero hay que aceptar que la sociedad argentina se ha dividido en el llano de la filiación política. Revivió la sensación antiperonista, en algunos sectores con una fuerza inédita en los últimos 50 años». En ese sentido, dijo que «ambos bandos enfrentados se desacreditan mutuamente y se consideran traidores o estúpidos».
«Hay ámbitos en donde se imponen las simpatías organizadas y otros en donde ser poco menos que neutral equivale a ser un apestado político. En algunos países es muy peligroso ser opositor al Gobierno y manifestarlo. Sin embargo, en Argentina, hay sectores en donde oponerse sistemáticamente al gobierno es un estatus y no se perdona a los neutros, considerados tibios», señaló.
«No entiendo el boom del narcotráfico como prioridad electoralista ni como tema recurrente en las tertulias, aunque cualquier factor que colabore con la escalada de violencia es preocupante», contestó el músico al ser consultado si le preocupa que se hable de «mexicanización» de la Argentina. A su entender, la comparación es «imprudente o apresurada». Al respecto, apuntó que México sufre «mucha violencia, depresión general, asesinato, incluso más allá del margen de influencia del hampa narco».
Consideró, sin embargo, que «es posible que Argentina sea un imán para el lavado de narcodólares», pero aclaró que le «constan las proporciones». En cualquier caso, opinó que «cuando se habla de narcos en Argentina nadie sabe muy bien de qué está hablando». Y remató: «Son ideas que se instalan desde los medios de comunicación, de afuera hacia adentro».