Axl Rose escribió una carta al presidente de Filipinas, Joko Widodo, solicitando detenga las ejecuciones de tres personas acusadas de narcotráfico. Sin embargo, y desoyendo las recomendaciones de otras organizaciones internacionales, el mandatario filipino sólo perdonó a uno de los detenidos.
Este es un fragmento de una extensa misiva hecha pública por Axl Rose en la cuenta de Facebook de Guns N’Roses:
«La principal preocupación de esta carta es en lo que respecta a las inminentes ejecuciones de Andrew Chan y Myuran Sukumaran del grupo denominado Los Nueve de Bali y de Mary Jane Fiesta Veloso. (…) Respecto a los comentarios hechos por el Fiscal General de Indonesia de que con sus esfuerzos y los de sus representantes a través de los tribunales ‘sólo estaban comprando tiempo’ me siento obligado a preguntar ¿por qué un funcionario del gobierno se burla de los esfuerzos de cualquiera que trate de salvar su propia vida o la vida de los demás a través de los canales legales apropiados? ¿Y por qué el gobierno de Indonesia acepta tales comentarios por parte de sus funcionarios?.
Como los tres están todavía vivos, no es claramente el caso en que nada pueda o deba hacerse (…). Dadas las circunstancias, parecería que si son ejecutados, lamentablemente el gobierno de Indonesia se convierte en el criminal más ofensivo.
Hago un llamamiento a usted, Señor Presidente Joko Widodo, para utilizar su poder de manera de fortalecer las relaciones internacionales entre su país y otros, mostrando la fuerza de su país y dejando que el mundo presencie un extraordinario acto de humanidad y valentía suya y de su país».
Pero los disparos de 12 oficiales del Ejército indonesio han roto el silencio este martes por la tarde en la remota isla de Nusakambangan poniendo punto final a la vida del brasileño Rodrigo Muxfeldt Gularte, de los australianos Andrew Chan y Myuran Sukumaran; el ghanés Martin Anderson; el indonesio Zainal Abidin y los nigerianos Raheem Agbaje, Silvester Obiekwe Nwaolise y Okwudili Oyatanze. Solo se ha salvado in extremis la filipina Mary Jane Fiesta Veloso, perdonada a última hora por el presidente Widodo.
La «terapia de choque» contra el tráfico de drogas de Widodo ha sido aplicada sin miramientos. Todo ello a pesar de las peticiones de los gobiernos de Australia, Brasil y Filipinas, además del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para detener las ejecuciones.