El músico B.B. King volvió a ser tratado en un hospital de Las Vegas por segunda vez en menos de un mes, después de una disputa que empeoró su estado de salud.
La hija del «Rey del blues», Patty King, y la representante Laverne Toney -quien tiene control legal sobre los asuntos del artista-, llevaron sus discrepancias al extremo de requerir la presencia de la policía y la de los médicos en la casa de B.B. King para resolver la discusión.
Los hechos ocurrieron el jueves cuando Patty King, que vive con su padre, insistió en la necesidad de trasladar al músico a un hospital porque su orina era de color naranja y no se estaba alimentando.
Según TMZ, Toney no lo consideró necesario, por lo que Patty King, que dijo que su padre había sufrido un infarto leve, optó por llamar a las autoridades que finalmente optaron por llevar al artista a un hospital para realizar unos análisis.
La página web oficial de B.B. King publicó un mensaje firmado por el artista en el que dice estar recibiendo cuidados médicos en su residencia en Las Vegas.
Patty King acusó en noviembre a Laverne Toney de apropiación indebida de patrimonio del músico, incluidas joyas, y de negarle los medicamentos cuando estaba de gira.
La hija está estudiando pelear en los tribunales el poder legal que tiene Toney sobre su padre. A principios de abril, B.B. King fue hospitalizado tras sufrir una deshidratación a causa de la diabetes tipo 2 que sufre desde hace más de 20 años.
En octubre del año pasado, King cayó enfermo durante uno de sus conciertos en Chicago debido también a una deshidratación y síntomas de agotamiento, por lo que se vio obligado a cancelar el resto de la gira.