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Chet Faker: «Ahora compongo con un proceso inconsciente, sin importar qué saldrá»

10/12/2022 - Noticias
Chet Faker: «Ahora compongo con un proceso inconsciente, sin importar qué saldrá»

El músico australiano Chet Faker, quien se presentará hoy sábado en el Music Wins Festival, contó que su último disco «Hotel Surrender» fue «muy importante» en términos compositivos ya que «por primera vez» no se «acercó a las canciones con una idea de hacia dónde debería ir» sino que «simplemente empezaba a tocar sin importar qué saldría ni intentar redirigir» el proceso.

El australiano compartirá el escenario del festival en el Club Ciudad de Buenos Aires con Metronomy, The Blaze, Devendra Banhart, The Magnetic Fields y Crumb, entre otros.

Tras un breve período editando discos bajo su nombre verdadero, Nick Murphy, el artista, decidió a partir de la pandemia retornar al seudónimo artístico con el que comenzó su carrera.

Consultado en una entrevista con la agencia Télam sobre el impacto de la pandemia en la decisión del cambio de nombre de su proyecto musical, el cantante expresó: «Es difícil saberlo, pero antes del coronavirus no tenía ningún plan para lanzar música de Chet Faker porque estaba muy ocupado con la de Nick Murphy».

«También falleció mi padre durante la pandemia, así que eso, sumado al coronavirus, hizo que ese año fuera muy importante para mí. Es imposible de saber, pero estoy seguro de que el Covid jugó un rol, aunque debo decir que no fue todo relativo a eso porque hubo otras cosas que ocurrieron en mi vida que contribuyeron», agregó.

En cuanto al clima de época de ese período y la consecuencia en sus composiciones musicales, sostuvo: «De repente se sintió un poco como el fin del mundo y de la civilización, por lo que definitivamente se quitó el estrés del medio; dije ‘bueno, ya no tengo que hacer música, puedo simplemente relajarme ahora’. Y entonces, irónicamente, hice más música y más rápido, como nunca antes».

P: Habías dicho que para hacer «Hotel Surrender» empezaste a componer de una manera diferente de la que solías tener, vía una suerte de proceso inconsciente, ¿de qué se trata este nuevo método?

Chet Faker: Fue un proceso diferente. «Hotel Surrender» fue un disco que significó mucho para mí porque fue la primera vez desde que empecé a hacer música que no me acerqué a las canciones con una idea de lo que se debería tratar la canción. Simplemente iba a mi estudio, prácticamente todos los días, y me sentaba a tocar el piano o a hacer sonidos. Sin importar qué saldría, solo seguía haciéndolo. En el pasado habría pensado que no me estaba gustando hacia dónde está yendo la cosa y habría tratado de redirigirlo y cambiarlo. Pero algo que aprendí con los años es que lo que sea que surja y que me salga, hay que aceptarlo y rendirme a eso. Por eso adopté la palabra «Surrender» (en español, «rendición») en el nombre del disco. Me di cuenta de que cuando hacía eso, incluso canciones que pensé no me gustarían me llevaron hacia algún lugar que me gustaba. Y a veces me gustan esas canciones más que cualquier otra que haya hecho.

Así que aprendí a confiar en el proceso y en la música que estaba saliendo antes que lo que pasara por mi cabeza, mis opiniones o mis pensamientos sobre la música. A eso me refería con un proceso inconsciente, esa noción de rendirme al proceso y confiar en que hay algo más grande que mis ideas. Y encontré que ahí está la verdad, una y otra vez, no solo respecto de la música sino en la vida: aceptar dónde estás en lugar de tratar de cambiarlo todo el tiempo. Hay esta especie de resultado paradójico que te lleva a un lugar de cambio.

P: ¿Cómo influyeron las limitaciones de la pandemia en ese proceso creativo?

CF: Estaba escuchando mucho Sly & the Family Stone y T-Rex, su disco «Electric Warrior» (1971), y mucha de esa música, digámosle, naif, o positiva; un poquito rara y muy genuina, y siento que es hacia ese lado al que me fue llevando y lo que estaba disfrutando. Porque me parecía que ya había suficiente tensión y mucha oscuridad en el mundo, y me resultó claro que si tenés una opción, parece ser la decisión correcta hacer algo que pueda aliviar un poco la situación. Tanto para mí como para la gente.

Así que «Hotel Surrender» tiene algunas canciones tristes pero es todo parte de una especie de búsqueda de ser positivo y alivianar la cosa. Así que eso fue, extrañamente, algo que estuve buscando en cuanto a la música, y aún lo busco hoy: ya no estoy más atraído por componer cosas negativas o que promuevan tensiones. Para mí es como un mal uso del poder de la música hacer algo que sea tenso. Me gustan bandas que lo hacen pero, personalmente, la música se convirtió en algo espiritual, que siempre lo fue, pero ahora lo es en un sentido más completo. Quiero realmente hacer musica que fomente e invite a la gente a crear espacio dentro ellos y respecto del mundo.

P: ¿Qué tal fue el reencuentro con el público?

CF: Fue rarísimo porque vengo tocando ante el público desde que tengo 22 años y de repente estuve casi tres años sin hacerlo. El primer show fue en Texas y fue ante 30.000 personas, así que ni siquiera fue un concierto chiquito; fue gigante. Y recuerdo que pensé: «Esto es tan extraño… ¿qué está pasando?». Me agarró como una cosa de «¿por qué estoy acá? ¿qué hace toda esta gente junta? ¿qué estamos haciendo?». Una cosa muy extraña, parecía tan surrealista… pero fue divertido. Recuerdo que me dije: «Ah, OK, ya me acuerdo cómo se hace esto, estamos bien».

P: ¿Dirías que hubo un cambio de género a partir de la vuelta al nombre de Chet Faker?

CF: No me gusta mucho hablar en términos de géneros. Trato de no describir mucho mi música en ese sentido, pero es difícil elegir un género… la gente habla de que hago chill out o downtempo, pero si agarrás todas mis canciones y le verificás los beats por minuto, no es downtempo; tiene varios tipos de tempos. Es quizá electrónica. Pero sí voy a decir que ciertas veces quise hacer música dance o house, en la que recientemente estuve más interesado. Además, empecé a estar de nuevo del lado de la producción. Produzco toda mi música pero inicialmente hacía cosas más instrumentales y ahora siento que, generalmente, canto en todas mis canciones, lo cual está genial y sé que a mucha gente le gusta, pero estuve haciendo más beats y tracks instrumentales y estoy trabajando para lanzar algo más de eso también. Aunque es difícil ser cantante porque si no cantás en una canción, a la gente le hace ruido. Pero, en sus orígenes, el proyecto de Chet Faker se suponía que fuera solo instrumental.

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