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Cumple 50 años «Aqualung» de Jethro Tull, disco clave del rock progresivo

18/03/2021 - Retro
Cumple 50 años «Aqualung» de Jethro Tull, disco clave del rock progresivo

Jethro Tull ya había lanzado tres álbumes cuando salió «Aqualung», el 19 de marzo de 1971. Pero ninguno de esos discos tenía la fuerza, las canciones o la influencia perdurable de este revolucionario LP, que casi de inmediato atravesó la conciencia pública. Y se trató de un álbum inteligente, y a menudo cuestionador, que iba mucho más allá de lo que era habitual en esa época.

Eso es probablemente lo que se espera de una banda cuyo líder, Ian Anderson, era un profundo pensador que empuñaba una flauta y que parecía un profesor universitario angustiado, con la tendencia de pararse únicamente en una pierna durante los momentos más intensos de sus solos.

Para llegar a este punto, el grupo necesitaba antes hacer algunos cambios. Consiguieron un nuevo tecladista y un nuevo bajista, pero lo que es más importante, rechazaron los elementos eléctricos más pesados de álbumes anteriores como «Benefit» y «Stand Up» y los reemplazaron con sonidos más pastorales y acústicos. Y, apropiado para una banda cuyo líder se parecía a un trovador del siglo XVII, el cambio les encajaba perfectamente.

Apoyados en un poco de rock progresivo, algo de rock ‘n’ roll más directo y mucho folk en sus nuevas canciones, Jethro Tull grabó la mayor parte de «Aqualung» durante tres meses de sesiones en Londres, durante el invierno boreal de 1970-71.

A pesar de que ahora eran principalmente acústicas, las canciones sonaban más complejas gracias al nuevo enfoque de la banda en los riffs. La canción que da título y abre el disco es el ejemplo más obvio, pero otros temas como «Cross-Eyed Mary» (sobre una prostituta londinense que Jethro Tull define ingeniosamente como «la Robin Hood de Highgate»), «Hymn 43» (un duro ataque a la religión y a la «sangrienta iglesia de Inglaterra») y «Locomotive Breath» se encuentran entre lo más destacado de toda la discografía de Jethro Tull. A veces, el disco suena como una colección de grandes éxitos.

«No era que se tratara de música folk, sino de música acústica, a la que la banda agregaría en algún grado otros componentes. Ese álbum no fue un gran éxito comercial en su momento. Funcionó bien, un poco mejor que los anteriores, pero siguió vendiéndose durante mucho tiempo. La última vez que miré, hace algunos años, había vendido 12 millones de copias, una cifra bastante importante», expresó Anderson..

A todo esto se sumaba el tema central de la fe y su lugar en la sociedad a lo largo de los siglos, especialmente en la segunda mitad del disco subtitulada «My God» («Dios mío»). «Aqualung» no es exactamente un álbum conceptual, pero lo es mucho más que otros discos que dicen serlo. Y tiene mucho más sentido. Al respecto, Anderson aclaró: «‘Aqualung’ no fue pensado de ninguna manera como un álbum conceptual. Tenía tres o cuatro canciones que encajaban bien. El resto de las canciones no tenían nada que ver entre sí en términos de estilo musical o contenido lírico».

Dejando de lado los lazos temáticos, el álbum se mantiene unido debido a la musicalidad más directa y enfocada. En algún momento entre «Benefit» y «Aqualung», Anderson encontró una nueva inspiración para escribir canciones (según se informa, los folk británicos Roy Harper y Bert Jansch ayudaron a dar forma a esta nueva dirección) y más libertad para explorar sus tendencias musicales e intelectuales naturales.

Sobre la canción que da título al álbum, Anderson recordó: «Comencé a escribirla en un Holiday Inn en Nueva York en 1970. Fue uno de esos momentos en los que decís ¡eureka! al encontrar una sucesión de notas, muy pocas, que te sorprenden. Tenía ese ‘Da-da-da-da- DAH-DUM’ que me llevó a probar una progresión de acordes inusual, para el rock o el pop. No tenía letra, pero fui a buscar a Martin Barre y le dije ‘tengo esta idea, te toco el riff’. Le dije que lo repitiera, pero en una Gibson Les Paul y con la distorsión a tope. Así la vi desde el principio, ya le comenté que no era un tema acústico o amable».

También conectada a la canción «Aqualung» está la portada, que se ha convertido en legendaria. Es una pintura del artista plástico Burton Silverman que representa a un vagabundo. Pero la idea proviene de una foto tomada por la exesposa de Anderson, Jennie Franks, durante su informe sobre la falta de vivienda en Londres. Fue ella quien le dio al líder del grupo la inspiración para escribir esta obra maestra. Partiendo del título que evoca un respirador submarino que, a su vez, recordaba el traqueteo del vagabundo. El músico escocés firmó la canción junto a su exmujer.

«No me gustaba el verso ‘Snot was running down his nose’ (se le caían los mocos) porque era repulsivo. Cuando escribís algo que nadie hizo antes, y nadie hizo después, sentís que hiciste una contribución al mundo del rock. Cuando lográs un tema así que te identifica es como acertar con el nombre de tu marca o con un logotipo, es un golpe de suerte», dijo Anderson.

«Muchas de las canciones que he escrito a lo largo de los años provienen de una fotografía o de un recuerdo», agregó. «Creo que, en términos de imágenes visuales, es algo que comparto con muchos músicos británicos que fueron a la universidad de arte. Así es como se desarrolló ‘Aqualung’, como una serie de pequeñas imágenes visuales que convertí en canciones».

Sobre su presunto parecido con el hombre de la portada creada por Silverman, Anderson explicó que «siempre he sido muy enfático al respecto: no soy este personaje. No soy una persona sin hogar. Soy un chico inglés de clase media. Nunca he tenido que dormir en la calle, y no quiero fingir ser ese personaje. Pero nuestro mánager, Terry Ellis, obviamente había hablado con Silverman y le dijo: ‘Hacé que se parezca a Ian, así vendemos más discos’». Y mal no les fue.


Texto: Rodolfo Poli / Especial para CRock.com.ar