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Cumple 50 años «Pescado 2», uno de los discos fundamentales del rock argentino

22/04/2023 - Retro
Cumple 50 años «Pescado 2», uno de los discos fundamentales del rock argentino

«Pescado 2» es el segundo disco de Pescado Rabioso, y a la postre el último de la segunda banda de Luis Alberto Spinetta. Fue grabado entre noviembre de 1972 y febrero de 1973 en los estudios Phonalex bajo la mirada atenta de Oscar López y Norberto Orliac.

Se trata de un vinilo doble con nueve canciones cada uno que, según se explica en el booklet interno, «Uno se llama Pescado, otro se llama 2 (dos)». Contiene algunas de los temas más emblemáticos de la historia del grupo, como son «Nena boba», «Como el viento voy a ver», «Credulidad», «Madreselva» o «Cristálida».

Considerado como uno de los mejores discos entre los que algunas vez se grabaron en la Argentina, el material significó la consagración final del grupo que se desmembró cuando la propuesta spinettiana mutó hacia una idea más acústica, que se iba a poner de manifiesto en «Artaud», un LP que salió meses más tarde con la firma de Pescado Rabioso pero que en realidad se trató de una especie de Spinetta y amigos, que se acercó mucho más a Almendra que al propio Pescado. En «Artaud», de hecho, grabaron Emilio Del Guercio y Rodolfo García, dos viejo compañeros de Spinetta en los tiempos de Almendra, el grupo con el que grabó sus primeras canciones.

Volviendo a «Pescado 2», este disco marca un cambio en la formación del grupo, ya que Bocón Frascino fue reemplazado por David Lebon en el bajo y el tecladista Carlos Cutaia (quien ya había colaborado en el primer disco) se incorpora de forma permanente.

El dibujo de la tapa es obra de Gustavo Spinetta, hermano de Luis. En la edición original, el segundo disco tenía una portada formada por cuatro pinturas de Luis, que representan complejas figuras con forma de peces y características de historieta. Acompañaban los dos LP un cuadernillo de 52 páginas, con manuscritos, dibujos y fotos, las letras de cada canción y una explicación para cada tema. También se incluyó una página en blanco, con la instrucción «participar de este espacio como se te ocurra».

Spinetta había pensado el álbum como una continuidad musical. Por eso los temas están numerados del uno al dieciocho, a la vez que el disco 1 terminaba con el tema «Peteribí» y el disco 2 empezaba con «16» de Peteribí», una reproducción de 16 segundos del último tema que se escuchaba al finalizar el primer disco, para poder recuperar el sonido al momento del cambio.

Al ser un trabajo tan extenso se intensificaron las dificultades técnicas y artísticas, y a raíz de esas diferencias internas la banda termina por disolverse. Como ya se mencionó, Luis mantuvo el nombre Pescado Rabioso para lanzar «Artaud», su obra cumbre, aunque éste trabajo fue grabado casi íntegramente por el propio Spinetta, con la colaboración de otros músicos.

Los temas

El álbum empieza humorísticamente con una brevísima «instrumentalización gutural» llamada «Panadero ensoñado», para dar paso inmediatamente a dos temas de Spinetta vinculados, «Iniciado del alba» y «Poseído del alba», inspirados en Rimbaud, que toman como eje temático la luz y el amanecer, esenciales en la obra spinettiana.

La cuarta canción es «Como el viento voy a ver» de Spinetta, único blues del disco, que habla de una historia de amor que no puede cerrarse. Le sigue «Viajero naciendo», otro tema en el que se percibe la influencia de Rimbaud y que está vinculado a «Iniciado del alba» y «Poseído del alba». El sexto tema es «Hola dulce viento (mañana o pasado)», bellísima composición de David Lebón, la primera de sus canciones en ser grabada.

La séptima canción es «Nena boba», de Spinetta, inspirado en su desagrado por la compañera de David Lebón, que llevó también al alejamiento de ambos músicos. El octavo tema es «Rock de la selva madre (Madre-selva)», de amplios espacios instrumentales, en los que se destaca el órgano de Cutaia. El noveno tema, último del disco Pescado, es «Amame peteribí», de Spinetta-Cutaia-Amaya, un rock rápido fundamentalmente instrumental.

En 2020, el rapero estadounidense Eminem sampleó «Ámame Peteribí» en el tema «Stepdad» de su álbum «Music To Be Murdered By».

El segundo disco, 2, abre con «16» de Peteribí» que es literalmente un fragmento de 16 segundos del último tema del primer disco para no cortar el clima con el cambio de disco; con el CD este tema es sobreabundante. El tema 11 es «Señorita Zapada», una improvisación que solía hacer la banda y fue grabada e incluida en el álbum. «Credulidad», es una bella compleja canción de amor y desamor, relacionada con la ruptura de Spinetta con aquella «muchacha».

La canción 13 es «¡Hola, pequeño ser!» de Spinetta-Cutaia-Amaya, un tema contra las drogas. El tema 14 es «Mi espíritu se fue», de Spinetta-Frascino, con un bello solo de guitarra de Lebón. Luego viene «Sombra de la noche negra» un tema de Amaya, con un riff oscuro y una letra en la que quien canta es mujer.

El tema 16 es «La cereza del zar» una bella canción en la que Spinetta juega con la musicalidad de la frase del título. El tema 17 es «Corto», bella canción antibélica. El álbum cierra con «Cristálida (Aguas claras de los olimpos)» una notable suite sinfónica que dura casi 8 minutos, donde interviene un conjunto de cuerdas de músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigidos por Cutaia, en la que se destaca Spinetta proclamando «No tengo más Dios».

La crítica

«Pescado 2» ha sido considerado por la revista Rolling Stone como el 19º mejor álbum de la historia del rock argentino.

En su número 37 de abril de 1973, la revista Pelo escribió una elogiosa crítica de «Pescado 2»:

La gente que «hace» genera opiniones. En favor y en contra. Pescado está muy metido en esa marejada de que sí y de que no, precisamente, porque «hace». Este nuevo álbum, probablemente, navegará en iguales aguas de opinión. Pero hay algo que evaluar que puede detener a los pugnantes en un replanteo de todo lo que es (y puede ser) Pescado Rabioso. La receta para esta evaluación es simple: en paz y con predisposición escuchar 17 veces (como mínimo) el tema «Cristálida». Empezar a reflexionar sobre «toda la cosa» alrededor de la quinta o sexta audición. Seguramente entonces muchos comenzarán a darse cuenta que quien es capaz de componer esa música, cantarla y tocarla merece el respeto y la atención necesaria como para escuchar (con el corazón a favor) los 16 temas restantes del álbum.

Con esa actitud escuchamos este extenso trabajo de Pescado Rabioso; sabiendo de antemano que aunque las demás composiciones fueran menores, la existencia de «Cristálida» justifica todo el álbum al menos como apoyatura.

Algunos hombres han dicho que el arte es la aproximación a la belleza eencial y algunos otros dijeron que la belleza es el encuentro con la verdad. Y se me ocurre ahora, oyendo tan detenidamente estas canciones, que desde siempre la lucha de Luis Alberto Spinetta estuvo planteada en la búsqueda de esa belleza enfrentándose con la vida cotidiana y su realidad interior. Por eso quizás su voz cálida de pronto se convierte en un grito imprevisible desgarrado y solitario. Tal vez por lo mismo se ponga insistentemente caprichoso con su guitarra chirriante hasta llegar a molestarte. Los dioses y demonios luchando en el Olimpo.

Spinetta es en gran parte la esencia del álbum. Con todo eso que cada uno puede creer. pero, atención, Cutaia, Lebón y Black también están ahí. Y cómo están. Ellos tres también fueron el soporte de «Cristálida»que es -para mí- el núcleo generativo de la música de Pescado.

Después están los rocks puros y los blues. No vale la pena explicar los temas porque ellos se adelantaron -con mayor autoridad que nadie- en un libro que viene con el álbum. Este comentario trata de atrapar otra cosa: quizás la esencia de la propuesta total; a lo mejor el sentimiento que te provoca.

Por supuesto, hay algunas cosas discutibles, presumiblemente no logradas. Pero ese es el camino de las espinas. Quienes son capaces de hacerme vibrar una vez no me molestan cuando no lo logran. Después de todo uno se acerca para escuchar, no para exigir. Hay que saltar cuando la cosa es trampa. Y aquí, en «Pescado 2» no hay ninguna. El álbum es la manera de acercarse a la belleza, la forma de tratar el arte de cuatro músicos, de cuatro hombres como vos y como yo. No son los dioses de la música ni los infalibles de la combinación de sonidos. Ellos tratan de transmitir. Suficiente.

Tapa: sin la perfección de lo «artíssstico» (sic), parecería como si Pescado temiera parecerse a los conceptos de belleza y equilibrio tradicionales. El libro que contiene, con letras y comentarios, es ilustrativo a buen nivel, pero quizás se podría haber hecho más reducido (total lo que importa no es cantidad) y conseguir de esa manera abaratar elprecio del disco para que más gente lo pudiera comprar.

Síntesis: Pescado Rabioso es más que rock y -muy felizmente- lo demostraron en este trabajo. Al ser más que rock son también constructores (no importa si se lo propone o no) de una música generada y condicionada desde este sur. Creo que es uno de los más grandes trabajos que se hicieron en la música popular (única valída, por otra parte) de la Argentina. Algunos generosos creerán además que se trata del reencuentro con el viejo Spinetta. No es eso: Spinetta, probablemente, se va a encontrar cada día como cualquiera de nosotros. A veces mejor y otras menos. Pero esta vez además tuvo la fortuna de saludarse en el camino a David, Cutaia y Black.