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Diez años sin «El Bocha» Sokol, ex Sumo y Las Pelotas

12/01/2019 - Retro
Diez años sin «El Bocha» Sokol, ex Sumo y Las Pelotas

Alejandro Sokol, «El Bocha», fue uno de los personajes más pintorescos y queribles del rock argentino. Integrante de Sumo y Las Pelotas, estaba preparando el disco debut de su proyecto El Vuelto S.A. cuando la muerte lo encontró intempestivamente, el 12 de enero de 2009.

Según el informe policial de aquel día, el músico se descompensó mientras esperaba un colectivo en la terminal de ómnibus de Río Cuarto, Córdoba. El director del Hospital local, Marcos Acuña, informó que fue ingresado en estado de shock y con una insuficiencia respiratoria. Sokol fue asistido con un respirador mecánico, pero sufrió un paro cardíaco y a pesar de los intentos de reanimación murió a las 14.30.

Había pasado a visitar a una sobrina en Río Cuarto, quien había sufrido un accidente automovilístico. Ella estaba internada en el hospital San Antonio de Padua, el mismo lugar adonde lo atenderían después, en sus últimos minutos de vida.

Al momento de su muerte planeaba pasar unos días en Ituzaingó, Corrientes. Deseaba alejarse de su entorno “porque se sentía muy mal”, reveló Alberto Ruggero, músico de Los Genioles y amigo de Sokol.

Según Ruggero, «El Bocha» “era un tipo común, bien de barrio. No tenía una historia para nada. El trato que tenía con la gente era el de amigo con cualquiera. Cuando apenas lo conocí, él me hacía sentir que nos conocíamos hace mucho tiempo. Así como lo veías en el escenario, era así; normal”.

Amante de David Bowie y Bob Marley, este oriundo de la localidad bonaerense de Hurlingham aceptó en los primeros años de los 80 la invitación de su vecino Germán Daffunchio de sumarse a un grupo que estaba formando junto a una pareja llegada de Inglaterra, Luca Prodan y Stephanie Nuttal, que había sido albergada en las sierras cordobesas por su cuñado Timmy McKern.

Así pasó a ser el bajista de Sumo, en su primera época, para luego ceder ese lugar a Diego Arnedo y ocuparse de la batería, cuando Nuttal regresó a Gran Bretaña en medio del conflicto bélico por las Islas Malvinas, en 1982. Con la llegada del baterista Alberto «Superman» Troglio, en 1984, Sokol se quedaría como invitado permanente. Sumo se completaba con el virtuoso guitarrista Ricardo Mollo y el saxofonista Roberto Petinatto.

Su paso por Sumo quedó registrado en el disco “Corpiños en la madrugada” (1983), un álbum no oficial que solía venderse en formato de cassette en los shows del grupo y que en 1992 se reeditó en CD.

Tras la muerte de Prodan la banda se desintegró. Sokol y Daffunchio formaron entonces Las Pelotas, donde se desempeño como uno de los vocalistas del grupo (junto con Daffunchio). Sokol logró imprimirle a Las Pelotas su impronta, lo que hizo que la crítica y el público encontrara en ese grupo “el espíritu de Sumo” para calmar el vacío que provocaba la ausencia de Prodan. Pero el 9 de abril de 2008, tras una crisis con el resto de la banda, se comunicó la desvinculacion de Alejendro Sokol del grupo. Entonces, a mediados de 2008, el músico, vocalista y compositor se puso al frente de El Vuelto S.A. con que planeaba editar un primer álbum.

“Quiero disfrutar de la música. No sé si estoy enfermo o qué, pero carácter fuerte siempre tuve”, le dijo Sokol en abril de 2008 al diario La Nación, con la intención de explicar el porqué de la crisis que lo había alejado definitivamente de Las Pelotas e inmediatamente lo depositó al frente de El Vuelto S.A., el grupo que formó junto a su hijo Ismael.

“El pibe curtía la calle, era un guerrero», comentó Maikel, guitarrista de Kapanga, al enterarse de la muerte de Sokol. «Con Kapanga tocamos varias veces con Las Pelotas y nos habíamos hecho un poco amigotes. Cuando mi mujer me dijo ‘se murió Sokol’ se me atragantó la comida, lo juro. Entonces me puse a pensar un rato y ahí empezaron a aflorar los sentimientos de fan, de admirarlo, porque el quía era un artista».

En sus 48 años de vida, Sokol siempre fue un artista auténtico, eludiendo todas las poses posibles, entre ellas las del rockero rebelde y la del «tipo de barrio». En cambio, disfrutaba del escenario y era un frontman fenomenal, tanto en conciertos en lugares chicos como en estadios. Testimonio de ello fueron aquellas memorables actuaciones con Las Pelotas como teloneros de los Rolling Stones en sus primeras tres visitas al país y la «reunión» de Sumo en el Quilmes Rock 2007.