Graffiti nació en Rosario pero, en el año 1985, el grupo decidió instalarse oficialmente en la ciudad de Buenos Aires. Una vez allí, y después de mucho batallar, en 1986 grabaron su primer trabajo, editado a través de la multinacional CBS (hoy Sony Music). Este primer disco, llamado “Exhibición Condicionada” contenía los hits «Recuerdo esa canción» y el tema que daba título a la placa, gracias a los cuales la agrupación se afianza como una de las promesas musicales del año.
La evolución musical de Graffiti no cesa, lo que lleva a la incorporación de Ricardo Vilaseca (ex Identi-Kit, en teclados) para la preparación del siguiente álbum de estudio: «Sin Respirar». El disco es editado en el año 1988 y la balada «De a pedazos’ (con la voz invitada de Juan Carlos Baglietto) y los hits «Cansados de retroceder» y «Algo hay que mover» elevan a la banda a un nuevo nivel de popularidad, encabezando festivales y recitales con entradas agotadas.
Durante 1989, la Argentina atraviesa la peor crisis hiperinflacionaria de la historia, lo que hace que muchas compañías multinacionales deban abandonar el país y CBS decide no renovar su catálogo de artistas nacionales. Graffiti entonces, debido a la imposibilidad de editar su tercer disco, decide separarse.
Eduardo Carbi y Ricardo Vilaseca deciden irse a Alemania, y Ariel Pozzo y Claudio Falzone incorporan a Gul Rodriguez en batería. La banda continúa tocando hasta mediados de 1990 para cumplir obligaciones contractuales preexistentes. Para agosto de 1990, Graffiti había dejado de existir.
Hubo algunas reuniones de la banda con miembros alternativos durante los ’90, pero la formación original de Falzone-Carbi-Pozzo-Vilaseca más Gul Rodríguez en batería nunca volvió a reunirse hasta 2011. Desde entonces, la banda volvió a ofrecer esporádicos conciertos (la foto que acompaña esta nota es de una de esas reuniones, en 2013).