Con motivo del lanzamiento de su quinto disco solista, «El ruiseñor, el amor y la muerte», Carlos Alberto «El Indio» Solari habló con los representantes de cuatro medios independientes: FM La Patriada, Somos Radio -la radio de las Madres-, La Garganta Poderosa y Redonditos de Abajo. También estuvo presente el ex funcionario kirchnerista Aníbal Fernández.
Fue el periodista Marcelo Figueras, amigo y biógrafo del músico, quien logró gestionar la entrevista exclusiva con uno de los íconos del rock nacional. La nota, que fue grabada en la mañana del jueves, fue reproducida hoy en «Big Bang», programa de radio de FM La Patriada.
En una «charla de amigos», como la definió el ex ministro, el cantante abrió el diálogo, que se realizó en horas de la mañana, hablando en primer lugar sobre su salud y su estado de animo.
«Mi estado de ánimo está inquieto como el de todo el mundo, han pasado cosas muy graves y la mayoría estamos, al menos, inquietos. El país está pasando por un momento muy desordenado, caótico, muy grave, y es muy difícil estar apartado de las circunstancias», resumió.
Sobre su estado de salud, Solari agregó: «El único tema que tengo es que una medicación no me cubre las tres horas de ingesta, entonces hay momentos que estoy un poco más inquieto. Pero es una enfermedad y como tal no trae nunca buenas noticias. Hay que asumirla. Vos me ves como estoy. Hay momentos que no estoy bien y otros que estoy bien».
Consultado sobre si es consciente que es una «figura de culto», el Indio reconoció: «Es muy difícil hacerse cargo del cariño de mucha gente. Es difícil físicamente hacerse cargo de eso. Uno no termina de saber porqué sucede esto. Es una serie de malentendidos que me llevan a un lugar donde la gente cree algo y me atribuye virtudes o destrezas que uno no tiene. Sólo se trata de soportar la presión, a favor y en contra. La música es lo que me importa y lo que me gusta hacer»
Sobre su cotidianidad, el cantante contó que «es muy regular» y detalló: «Me levanto muy temprano (a las 5). Leo alguna cosita, hago el desayuno para mi familia y después me vengo a esos de las 8 a jugar al estudio, otros lo llaman a trabajar. Tengo la posibilidad de hacer lo que quiero en cada momento. Si tuviera compromiso con una compañía, sería distinto porque ellos te manejan los tiempos».
En la nota también hicieron un repaso por los temas del disco: «Pinturas de guerra», «La oscuridad», «El callejón de los milagros», «El ruiseñor, el amor y la muerte», «El tío Alberto en el Día de la Bicicleta», «Canción para un terrorista bonito», «La pequeña mamba», «La moda no es vanguardia», «A bailar que no hay infierno», «La ciudad de los encandilados», «Ostende Hotel», «Panasonic el mundo a sus pies» y «El que la seca la llena».
En cuanto a la elección de los temas de «El ruiseñor, el amor y la muerte», El Indio contó: «Toda la gente que está en el disco me ha llevado a hacer esto. Uno no viene a este mundo conociendo, conoce a través del tiempo. Toda esa gente es la que me ha shockeado, me ha conmovido. Me interesa la diversidad, por eso juego en contra de seguir trabajando de Redondito de Ricota. Yo he necesitado cambios siempre para estar entusiasmado».
«No quiero hacer público el porqué del nombre del disco porque acota la posibilidad de que la gente imagine, a mí me interesa detonar la imaginación de la gente», expresó. «La canción en su misterio dice más que lo que uno arruina cuando empieza a explicarlo. Pero hay tantas explicaciones mala leche que uno intenta aclarar un par de cositas, y eso estamos haciendo con Marcelo Figueras», agregó.
Con respecto a la grieta y a la actualidad política, el cantante no dudó a la hora de responder sobre su padecer sobre la actualidad que vive el país: «Todo este asunto de la grieta no es novedoso, es la grieta entre los que tienen un buen pasar y los que no lo tienen. Hay gente sufriendo mucho, la mayoría de la sociedad está sufriendo de una manera muy grande. No es un gobierno que me conforme en absoluto y temo de las cosas que hacen cada día. El temor que me da es que he pasado momentos muy similares en mi vida y terminaron muy mal, sobre todo para los jóvenes. Este gobierno está obrando con mucha desidia, intereses previos… no me alcanzaría el día para poner adjetivos que no son fastos. La mayoría de la sociedad está sufriendo de una manera muy dolorosa».
«El neoliberalismo no es sólo una cuestión económica, aunque muchos lo crean así», agregó. «Hay que dar una pelea cultural en ese sentido, porque la gente que toma el poder acá son testaferros o representantes de intereses internacionales. Cuando los jóvenes, las mujeres, los humildes se rebelan y empiezan a señalar verdades que son incontrastables, se transforman en el enemigo de los poderosos».
«La independencia de un país depende hoy en día de su economía. ¿Alguien puede tener en la cabeza la idea de una deuda de 400 mil millones de dólares? Es un disparate. ¿Cómo se va a devolver eso? ¿O no se va a devolver?», se preguntó.
También le hizo un claro pedido a la oposición: «Esperaría de ellos un avance más importante, no se por qué están todos tan callados. Hay un silencio… no noto que haya mucha actividad. No es un momento para ser juiciosos».
En cuanto a la Ley del aborto, que se tratará en el Senado el próximo miércoles 8 de agosto, Solari dejó en claro su postura: «Es muy importante que se resuelva a favor de la legalización, para que las mujeres no corran riesgo. La mujer es la que tiene el derecho a poder decidir. ¿Quiénes somos el resto, nosotros, para disponer por alguien que está en esas circunstancias? ¡El aborto debe ser legal!. No me gusta la negociación de la libertad, ni termino de entender la manera en que se negocia la vida de la gente en cada decisión del Congreso y del gobierno de turno».
Sobre la legalización de la marihuana, opinó: «Me sorprende que no se legalice una plantita. Que la persona que fuma tenga dos plantas en su casa es más lógico que dejarlo en mano de los vendedores de droga».
El Indio se refirió, además, de una posible vuelta: «Vamos a ver si se puede hacer una nueva Misa. Probablemente lo primero que haya es un streaming para ver en que condiciones estoy, para ver si puedo estar tres horas seguidas arriba de un escenario. No me gustaría terminar caminando mucho el escenario, vamos a ver, probablemente haya alguna despedida, sí, vamos a ver, en este momento no puedo decidir eso».
«La muerte, cuando uno tiene la edad que tengo yo, empieza a estar medio cerquita. Estás en la fila, pero pedís que los de atrás no empujen, nada más. Algunos siguen esperando lo que les prometieron. Yo no tengo tanto tiempo; soy un hombre grande», sentenció.