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Faith No More y el intento para que su música sea «invencible»

14/09/2015 - Noticias
Faith No More y el intento para que su música sea «invencible»

El bajista y principal compositor de Faith No More, Billy Gould, sostuvo que uno de los objetivos de la música es que el lazo generado con el público sea “invencible” y que ese es el concepto tras el título de su último disco, “Sol Invictus”, que será presentado el 20 de septiembre en el porteño Estadio Luna Park.

“No creo que hable de nosotros ese título, sino de una fuerza que llega a la gente a través de la música y de las canciones. Habla más de la música y de las canciones que de nosotros en particular”, dijo Gould en una entrevista con la agencia Télam.

Y esa conexión pareciera haberla logrado tras 30 años arriba de los escenarios, 18 sin un disco, 17 desde la separación y un lustro de giras mundiales para tocar los clásicos “Ashes to Ashes”, “Collision” y “Epic”, entre otros, con shows arrolladores, pero sin material novedoso.

Hasta que en medio de esos conciertos, justamente en el Estadio Malvinas Argentinas, un Faith No More con todos sus integrantes vestidos de blanco presentó por primera vez uno de los cortes de su nuevo trabajo: “Matador”, el cual todavía no había entrado a estudio.

“Hemos tocado en muchos lugares a lo largo de nuestra carrera y tenemos una conexión especial con el público. Por supuesto, al público argentino lo recordamos siempre como uno de los más apasionados. Tenemos muchas ganas de ir a tocar”, dijo Gould, quien vino al país con su proyecto The Talking Books en 2013.

“Sol Invictus”, que significa “el invencible Dios Sol”, es un término en latín que los romanos le aplicaron a tres deidades y que los californianos adoptaron para el trabajo en el que Gould se encargó de hacer las grabaciones.

“Adentro del estudio nos sentimos muy bien, sino, no lo hubiéramos hecho”, afirmó el bajista, y señaló que “ninguno de los miembros lo pensó de una forma específica, sino que fue un proceso (el disco) que se fue dando con naturalidad después de volver a tocar juntos”.

Cuando en 1998 el quinteto decidió dar por terminada a la banda, el motivo esgrimido en un comunicado fue el de que cada uno de ellos pudiera desarrollarse libremente y sin compromisos con sus respectivos proyectos individuales, y que Faith No More no sufriera ningún perjuicio.

Así, el vocalista Mike Patton dio rienda suelta a sus mil y un proyectos (Mr. Bungle, Fantomas, Tomahawk, entre otros); Gould produjo bandas y tocó en Brujería; el baterista Mike Bordin tocó con Ozzy Osbourne y Black Sabbath y el tecladista Roddy Bottum formó Imperial Teen.

A este cuarteto se le suma el guitarrista Jon Hudson, quien se sumó a la banda en 1996 para el aclamado “Album of the Year”, predecesor de “Sol Invictus”, y dos años antes de poner en suspenso el futuro de Faith No More.

Al respecto, Gould aclaró que los miembros de la banda siempre están con proyectos paralelos, pero por el momento están focalizados en el grupo y la gira presentación del álbum.

“Así como no estamos pensando en los trabajos individuales de cada uno, tampoco estamos trabajando temas nuevos ni proyectando un disco. Hasta el año que viene vamos a estar cien por cien con ‘Sol Invictus’”, dijo.

Para este nuevo trabajo, Gould se calzó más que nunca el traje de compositor y armó lo que desde la posición de bajista más se puede esperar: la unión justa entre ritmo y melodía.

«A veces compongo pensando en el ritmo y otras veces pensando en la melodía. Es la versatilidad que nos da ser bajista», aclaró, quien llegó al instrumento porque unos amigos de la secundaria querían armar un grupo, pero necesitaban bajista.

Sin embargo, el rasgo principal de “Sol Invictus” es la voz de Patton, quien a cinco minutos del inicio del disco ya se adueña de la placa con sus mil voces, que pasan de las catacumbas a las melódicas.

El resto del grupo acompaña como en “Album of the Year”, pero sin los arrebatos creativos que canciones como “Last Cup Of Sorrow” o “Ashes to Ashes” tenían en aquel entonces.

Pese a que no se destaca ningún tema por sobre el resto, “Sol Invictus” es un álbum que pasa volando por los oídos y que, gracias a la potencia en vivo, convierten a Faith No More en una de las verdaderas aplanadoras del rock a nivel mundial.

Télam