Bobby Rydell, paradigma del «ídolo adolescente» de principios de los años 60, que aprovechó esa fama para obtener un papel protagónico junto a Ann-Margret en la película de 1963 «Adiós, ídolo mío» («Bye Bye Birdie»), murió hoy a los 79 años víctima de una neumonía.
Su muerte a pocos días de su 80º cumpleaños fue confirmada por el legendario locutor estadounidense Jerry Blavat, amigo de Rydell desde hace mucho tiempo. “De todos los chicos de esa época», dijo Blavat, «tenía la mejor voz y era el mejor animador. Contaba las mejores historias, hacía las mejores imitaciones y era el tipo más amable».
La fama de Rydell como el paradigma de la estrella pop adolescente estadounidense en los días previos a la invasión británica del rock fue tal que la Rydell High School en el musical de Broadway y la posterior película «Grease» fue bautizada en su homenaje. El actor Von Lewis lo personificó en una escena de la película «Green Book: Una amistad sin fronteras» (2018), protagonizada por Viggo Mortensen y Mahershala Ali.
«Fue muy bueno saber que la escuela secundaria (en ‘Grease’) lleva mi nombre», dijo. «Y pensé, ‘¿Por qué yo?’ Podría haber sido Anka High, Presley High, Everly High, Fabian High, Avalon High. Y se les ocurrió Rydell High, y una vez más, es un honor total».
El cantante ubicó 34 singles en el Billboard Hot 100, de los cuales los más recordados son «Wild One» -que alcanzó el número 2- y «Volare» -un éxito número 4-. Entre los temas que alcanzaron el Top 10 se destacan «We Got Love», «Swingin’ School», «The Cha-Cha-Cha» y «Forget Him», todos entre 1959 y 1964.
Nacido como Robert Louis Ridarelli el 26 de abril de 1942, Rydell comenzó a cantar y tocar la batería a los 6 años y, a los 7, comenzó a actuar profesionalmente en clubes nocturnos en la zona de Filadelfia/South Jersey a instancias de su padre.
En 1950, Rydell ganó un concurso de talentos en el programa de televisión «Paul Whiteman‘s TV Teen Club» y se convirtió en un habitué de ese programa. Después de tres años como parte del grupo vocal de Whiteman, el cantante y baterista cambió su nombre a «Rydell» y comenzó a actuar en bandas locales como Rocco and the Saints (un conjunto que también incluía a otro amigo del sur de Filadelfia, Frankie Avalon, como su trompetista).
Después de haber probado suerte con un puñado de singles sin éxito para sellos pequeños e independientes, Rydell firmó con Cameo Records de Filadelfia (eventualmente Cameo/Parkway) y llegó a las listas de éxitos con «Kissin’ Time» en 1959. Con ese single y los siguientes, «We Got Love» (su primer single en superar el millón de copias vendidas), «Wild One», «Swingin'» y su versión del clásico «Volare», Rydell se convirtió en un auténtico ídolo adolescente.
En 1961, cuando Rydell realizó un concierto en el Copacabana de la ciudad de Nueva York, se convirtió en el artista más joven en encabezar el cartel del famoso club nocturno, por lo tanto, cimentó su estatus entre los fans del Rat Pack y entre la multitud de adolescentes (En 1961, también apareció en el Festival du Rock, en el Palais des Sports de Paris Francia, lo que consolidó su relación con el público europeo y británico para el que encabezaría conciertos de cabaret hasta su muerte).
En 1963, interpretó el papel de Hugo Peabody en la versión cinematográfica del musical satírico “Bye Bye Birdie” con Ann-Margret y Dick Van Dyke. Su personaje no era el de una estrella de rock, sino el del novio celoso de la chica que gana la oportunidad de conocer a Birdie antes de unirse al ejército. En 2011, «Bye Bye Birdie» recibió una restauración digital y Rydell apareció con Ann-Margret en una proyección especial de la Academia en el Teatro Samuel Goldwyn de Beverly Hills.
En 1964, Rydell dejaría Cameo-Parkway Records por Capitol Records, el mismo sello en el que aparecieron sus futuros rivales: The Beatles.
A fines de los años 60, se mudó a Reprise, donde tuvo poco éxito. «El sr. (Frank) Sinatra me quería en su sello Reprise, así que, por supuesto, dije que sí, pero no hubo promoción», dijo Rydell en declaraciones a Goldmine.
Cediendo su popularidad a todas las cosas mop-top, Rydell, Avalon y el resto de ese grupo de ídolos adolescentes se convirtieron en cantantes de lounge en Las Vegas y en el circuito internacional de giras.
Después de 1965, Rydell nunca volvió a figurar en el Billboard Hot 100, aunque continuó lanzando singles hasta mediados de los años 70. Una de sus últimas canciones, un número disco llamado «Sway» en 1977, hizo una modesta mella en el chart adulto contemporáneo.
Rydell escribió un libro de memorias, «Bobby Rydell: Teen Idol on the Rocks: A Tale of Second Chances». El subtítulo «on the rocks» («con hielo») se refería al alcoholismo en el que se sumergió luego de la muerte de quien fue su esposa durante 36 años, víctima del cáncer de mama, en 2003.
«Había un tremendo vacío en mi vida y nadie con quien acostarme en la cama, nadie con quien hablar, nadie con quien sonreír, reír, contar historias», dijo en una entrevista con Morning Call cuando salió el libro. en 2016. «Y, ya sabés, me volqué a la bebida. Y el vodka se convirtió en un amigo muy, muy querido, hasta el punto de que, unos años más tarde, dio lugar a un doble trasplante. Un hígado nuevo y un riñón nuevo, por tanto beber. Espero que muchas personas que posiblemente tengan el mismo tipo de problema aprendan del libro. Hay muchas personas que, cuando vieron la reseña, dijeron: ‘Ojalá hubiera expuesto más sobre su alcoholismo’. Bueno, tal vez ese sea otro libro, si Dios lo permite».
Rydell estuvo de gira como solista hasta el día de su muerte y formó parte de la producción teatral «Golden Boys» desde 1985, con Frankie Avalon y Fabian. Los tres «ídolos» habían estado preparando una gira para este 2022.