El cineasta estadounidense Peter Bogdanovich, cuyos títulos «La última película» y «Luna de papel» solidificaron su reputación como uno de los más importantes del Nuevo Hollywood de los años 70, falleció este jueves en Los Ángeles, a los 82 años. También dirigió el documental de Tom Petty de 2007 «Runnin’ Down a Dream».
La noticia fue confirmada a The Hollywood Reporter por su hija, Antonia Bogdanovich.
El creador nacido en Kingston, Nueva York, el 30 de julio de 1939, fue muy prolífico y celebrado al principio de su carrera, aunque algunos escándalos personales -entre ellos su divorcio de su guionista Polly Platt y su casamiento con la aspirante a estrella Cybill Shepherd– oscurecieron parte de su actividad.
A la manera de sus colegas de la Nouvelle Vague francesa, Bogdanovich fue un erudito del cine y un destacado crítico, aunque en el Río de la Plata tuvo que acontecer el estruendo de «La última película» (1971) para que los distribuidores se animaran a estrenar varios años después su primigenia «Míralos morir» (1968), una de suspenso con Boris Karloff.
Bogdanovich había sido previamente asistente de dirección de Roger Corman en «Los ángeles salvajes» (1966), aunque no aparecía en los créditos, y bajo su tutela escribió, dirigió y produjo «Míralos morir» –en el original, «Targets»– a sus 29 años.
«La última película», basada en la novela de Larry McMurtry, se estrenó en Buenos Aires en febrero de 1972 e hizo pensar al público y a los críticos que estaban ante la revelación de un director mayor.
Era un drama en blanco y negro y pantalla normal que rememoraba la llegada a la adultez de un grupo de personas a fines de la década de 1950 en una sombría y tediosa ciudad de Texas, en tanto la revista Newsweek la calificó como «el trabajo más impresionante de un joven director estadounidense desde ‘El ciudadano'», de Orson Welles, lanzada tres décadas antes.
La película proporcionó un trampolín para varios actores prometedores, incluidos Jeff Bridges, Ellen Burstyn, Randy Quaid y Cybill Shepherd, la mujer por la que Bogdanovich finalmente dejaría a su esposa y socia profesional, Polly Platt. Había asimismo fenomenales trabajos de los veteranos Cloris Leachman y Ben Johnson.
El éxito comercial y crítico le dio a Bogdanovich la oportunidad de elegir su próximo proyecto, una comedia alocada en la línea de «La adorable revoltosa» (1938), de Howard Hawks, titulada «¿Qué pasa, doctor?” (1972), con Barbra Streisand y Ryan O’Neal, quienes estaban en la cumbre de sus carreras.
Fue la tercera más taquillera de 1972, luego de «El padrino» y «La aventura de Poseidón» y motivó otra comedia, «Luna de papel» (1973), otra vez con O’Neal, acompañado por su hija Tatum, que a los nueve años ganó el Oscar como actriz de reparto.
«Daisy Miller» (1974) fue el primer traspié del director; basado en un texto de Henry Miller parece haber sido víctima de los caprichos de su protagonista, Cybill Shepherd, ya pareja del director. Según el sitio Variety «recibió críticas desastrosas y marcó el comienzo de una caída de la que la reputación de Bogdanovich apenas pudo recuperarse», aunque aún puede verse si se eliminan los prejuicios.
Tampoco repuntó con «Al fin llegó el amor» (1975), también con Shepherd, ni con «Nickelodeon» (1976), y con O’Neal padre e hija, ambos homenajes clásicos de Hollywood, hasta que su ritmo de creación se desaceleró.
Con su matrimonio con Shepherd –luego brevemente famosa por la serie «Luz de luna»– roto en 1978, tuvo un repunte en la opinión pública con la romántica «Nuestros amores tramposos» (1981), con Audrey Hepburn y Ben Gazzara, a los que agregó a la Playmate del año Dorothy Stratten, con quien tuvo una relación y que luego fue asesinada por su marido.
Bob Fosse habló de esto último en «Star 80» (1983), con Mariel Hemingway.
El episodio sirvió como una sórdida llamada de atención para la carrera del director, que escribió un libro al respecto –»The Killing of the Unicorn»– y finalmente se casó con la hermana menor de Stratten, Louise, casi 30 años menor que él.
En los años siguientes, Bogdanovich disfrutó de éxitos intermitentes; cada título aclamado por la crítica como «Máscara» (1985) –no confundir con «La máscara» (1994), con Jim Carrey– fue acompañado por fracasos como «Texasville» (1990), intento de recuperar «La última película», incluso con Shepherd, o «Illegally Yours» (1988).
En 2009, Bogdanovich ganó un premio Grammy al Mejor Video Musical en Formato Largo por su documental de 2007 sobre Tom Petty «Runnin’ Down a Dream». «Teníamos un amigo en común que me recomendó para el trabajo de dirección», recordó Bogdanovich en una entrevista con The Hollywood Reporter, poco después de la muerte de Petty en 2017. «Me preguntó si estaba interesado, y siempre digo que sí. Luego llamé a mi exesposa y dijo: ‘Recuérdame quién es Tom Petty. ¿Es un cantante de folk?'».
La viuda de Petty, Dana, compartió una foto de su esposo con Bogdanovich tras la noticia de la muerte del director.
El director recordó la preocupación de Petty durante la producción con respecto a la duración de la película. «En un momento, la producción se prolongó durante cinco horas y Tom dijo: ‘Se está haciendo un poco larga'», recordó Bogdanovich. «Y dije: ‘Estoy seguro de que lo sabés, pero si tenemos a la audiencia en nuestra longitud de onda, no importa cuánto tiempo dure. Y si no, no importa qué tan corta sea’. Terminaron siendo cuatro horas y 19 minutos».
Una linda sorpresa fue «Terapia en Broadway» (2014), protagonizada por Jennifer Aniston y Owen Wilson, sobre un director de Broadway que se enamora de una prostituta convertida en actriz, pero muy poca gente fue a verla porque el apellido Bogdanovich ya no les sonaba a las nuevas generaciones.
En el archivo IMDb su nombre aparece como actor en varios títulos ajenos, entre ellos el programa televisivo «Get Shorty», emitido entre 2017 y 2019 y también en la serie «Los Soprano» (2000-2007), donde interpretó al doctor Elliot Kurpferberg supervisor de la psicoanalista de Tony, la doctora Melfi, a cargo de Lorraine Bracco.
La última película de Bogdanovich, un documental sobre el actor y comediante Buster Keaton titulado «The Great Buster: A Celebration», se estrenó en 2018. «Mi madre solía decirme: ‘Si tenés mil personas viendo tu película y una de ellas entiende lo que estás tratando de hacer, tenés suerte’”, dijo Bogdanovich al Los Angeles Times en 2015. «Eso suena casi pretencioso, pero sé lo que quiso decir».
Con aporte de Héctor Puyo (Télam)