Patricia Perea, quien en tiempos de la última dictadura militar fue una joven periodista de rock que inspiró a Charly García la canción «Peperina» de Serú Girán, falleció este domingo, según confirmaron medios cordobeses
Nacida en Córdoba, Patricia afrontó de pequeña la separación de sus padres. En un hogar de clase media-alta transcurrió su niñez, cursando la primaria en un colegio de monjas progresistas. «Andaban en bicicleta y tenían polleras cortas», recordaba. El secundario la acercó al rock argentino.
Su primer recital fue el de PorSuiGieco en Rieles. Ahí estableció contacto con Pipo Lernoud y comenzó a escribir en la revista Expreso Imaginario, como corresponsal en Córdoba.
El 16 de diciembre de 1979: fue la noche en que Serú Girán actuó en el Club Municipal de Alta Córdoba. Disconforme con el concierto, Perea escribió una aguda crítica para la revista, que fue publicada en su número de enero del año siguiente. “¿Valió la pena? Rotundamente no. Participamos de un espectáculo decadente (conste que digo espectáculo y no concierto) en el cual García empleó más su cotizado tiempo en hacer híbridas cabriolas sobre el escenario que en usar sus teclados”, dice en un momento aquella crónica. Después añade: “Si Charly, a lo largo de su carrera, pretendió ser la Marilyn Monroe del rock versión masculina, francamente les digo que en Córdoba ya la ha emulado”.
A diferencia de algunas versiones que aún hoy circulan, en aquella crítica Perea nunca utiliza el adjetivo “bochornoso” ni la expresión “voces hermafroditas” al referirse a las armonizaciones vocales de Serú Girán. Sí fue contundente en su opinión sobre García, decepcionada de ver a ese joven cargado de talento, con quien solía jugar al metegol cuando visitaba La Falda, se iba transformando de a poco en algo cercano a la parodia. Charly, por su parte, tras leer ese artículo decidió unirse a una tradición revanchista dentro de la historia del rock: la de escribir canciones contra periodistas.
“Por mucho tiempo quedé estigmatizada en el personaje Peperina”, recordaba Perea en una entrevista con La Voz del Interior. “Hubo personas que se sintieron muy heridas con esa crítica, con el hecho de que una adolescente les dijera la verdad. No les gustó, además, que no quisiera prenderme en la de ellos. Tuve ofertas para meterme en sus historias, pero yo sabía que no iba a terminar bien”.
En ese entrevista, Perea desmiente haber vivido un romance con Charly García. “Con quien yo tuve un affaire fue con Daniel Grinbank (en aquel momento mánager de Serú Girán), hasta me propuso ponerme la plata para hacer una revista y que yo fuera la directora. Pero no me interesó trabajar con él”, recordaba.
La canción «Peperina» dice: «Romántica entonaba sus poemas más brillantes/ susurrando al oído de mi representante». Y Patricia confesaba: «Salí varias veces con Grinbank, pero uno de mis poemas publicados fue atribuido erróneamente a él».
Para 1981, Perea se alejó del rock. El ambiente la había «desilusionado mucho» y sentía un maltrato hacia su género. «Eran contradictorios, cantaban canciones de amor, pero no respetaban a la mujer. En el fondo, ‘Peperina’ es una canción de un machista despechado», decía.
Ya en la década del 90, el director Raúl de la Torre, quien había filmado los conciertos de regreso de Serú Girán en 1992, eligió la canción «Peperina» para armar una “fábula rock” protagonizada por Andrea del Boca y estrenada en 1995.
La película no sólo no era fiel a la historia real, sino que exacerbaba todos los datos falsos y se inclinaba hacia la tragedia. «Mucha gente cree que la verdad es la película. Yo me muero, el final es así. Me violan, me aplican la picana eléctrica, me llevan en cana. A mí nunca me llevó la policía», aclaraba Perea.
«Peperina» es el tema que abre y le da título al cuarto álbum de estudio de Serú Girán, lanzado a fines de 1981.