Russ Gibb, el locutor de radio que ayudó a difundir la conspiración que sostenía que Paul McCartney estaba muerto, falleció a los 87 años.
Fue el 12 de octubre de 1969 cuando Gibb, quien trabajaba en la emisora WKNR en Dearborn, Michigan, respondió al llamado de un oyente que afirmaba que el bajista de los Beatles, Paul McCartney, había muerto y había sido reemplazado por una persona parecida. Para demostrar su posición, el oyente insistió en que Gibb pusiera la canción «Revolution 9» hacia atrás. Entre varias malas palabras, la frase «excítame, hombre muerto» («turn me on, dead man») parecía repetirse. Los fans de los Beatles creían que era una señal de que McCartney realmente estaba muerto.
«Todo el asunto simplemente explotó», recordó Gibb más tarde. «Los teléfonos no paraban de sonar. La gente llamaba con sus propias pistas. Fue interminable». Gibb se hizo eco del rumor, discutiendo al aire con los oyentes otras supuestas pistas. «Fue realmente un fenómeno», señaló. «Por un tiempo, parecía que realmente podría ser cierto».
La historia fue recogida por los medios de comunicación de todo el mundo. Los Beatles, incluido el muy vivo McCartney, tenían que negar continuamente la validez del rumor. «Paul Is Dead» se convirtió en un fenómeno, y la revista Time la nombró, 40 años después, una de las «teorías conspirativas más duraderas del mundo».
Aunque el rumor se convirtió en una leyenda, estaba lejos de ser la única contribución de Gibb al mundo del rock. Durante seis años manejó el Grande Ballroom en Detroit. El emblemático local fue una parada clave para los artistas en los años 60 y principios de los 70, con actuaciones de The Who, Led Zeppelin, Cream, Janis Joplin y The Grateful Dead, así como artistas con sede en Detroit como MC5, Ted Nugent y The Stooges. .
Roger Daltrey una vez calificó al Grande «uno de esos lugares, a los que tenías que tocar cuando llegabas a Estados Unidos. Si tocabas ahí, era una señal de que eras importante».
Gibb estaba orgulloso de ser parte de Detroit, una ciudad vinculada a la industria automotriz y con una historia musical única. «Detroit tiene un ritmo: los golpes de los guardabarros, los golpes de los paragolpes, la rutina del día a día que nos hizo», explicó a Detroit Free Press en 2003. «Tenías que tener ritmo, porque incluso en la línea de montaje, las cosas llegaban con un ritmo. Cada tres o cuatro minutos, esa línea se movería y tendrías que golpear las tazas de las ruedas. Siempre había un ritmo en Detroit».
Este es un fragmento del programa de radio de Russ Gibb (en inglés):
R.I.P. Uncle Russ – Russ Gibb – He was instrumental in shaping the Detroit musical landscape back in the day – Whether it was his founding and running Grande Ballroom, being on the air (WKNR), or helping mold minds teaching video and media production. Much thanks! pic.twitter.com/Q4qpM3ugPs
— Willy Wilson (@WillyWilsonDet) 1 de mayo de 2019
Sad to hear that broadcaster, teacher and Grande Ballroom managing director Russ Gibb has passed away. Few of us baby boomers will forget the "Paul is Dead" escapades. May he rest in peace. #RussGibb #UndergroundRadio pic.twitter.com/ce8KyfjFmc
— Ken Calvert (@kencalvertshow) 1 de mayo de 2019