El 9 de agosto de 1986, Freddie Mercury brindó su último concierto en vivo. Fue en el Knebworth Park, Inglaterra, ante más de 120.000 personas, una cifra que pasó a la historia, ya que era un número muy alto para la capacidad de espectadores que tenía el parque.
Menos de un mes antes, Queen había dado dos megaconciertos. El 11 y 12 de julio, la banda había colmado el estadio londinense de Wembley -con capacidad para 72 mil espectadores- con el show correspondiente a su «Magic Tour», y fue tal el éxito logrado que incluso pensaron programar una tercera fecha.
El impedimento no fueron ellos, sino el recinto, ya que estaba reservado para otro evento. Si querían hacer un tercer mega recital, debían buscar otro lugar.
Knebworth se convirtió en el sitio ideal. Si bien queda en las afueras de Londres en dirección norte, era el mejor lugar por la cantidad de personas que podía recibir -120 mil- y su ubicación céntrica en Inglaterra que tenía alta convocatoria. El resultado: las entradas se agotaron en menos de dos horas.
«A Kind of Magic» era el título del álbum lanzado ese año que también dio nombre a su gira y proporcionó gran parte de sus temas. John Deacon, Roger Taylor, Brian May y Freddie Mercury decidieron cerrar la gira a lo grande, y para eso usaron el escenario más grande, con plataforma de luces, y la pantalla de mayor tamaño que había en el Reino Unido en ese entonces.
El parque Knebworth no daba cabida a nadie más. Pasadas las ocho de la tarde, solo hacía falta que Queen subiera al escenario y diera el puntapié inicial a la música. De pronto, un helicóptero comenzó a sobrevolar el lugar, pero no era unos pasajeros cualquiera: eran Deacon, Taylor, May y Mercury aproximándose al lugar desde un helicóptero con el logo de la banda.
Las bandas británicas Belouis Some, Status Quo y Big Country oficiaron de teloneras, pero la gente estaba expectante por el plato fuerte de la noche. A las 20:50, Queen se presentó ante el público y comenzó la jornada con «One Vision», la canción que también da inicio al álbum que estaban promocionando.
La banda hizo un concierto de grandes éxitos sumando cuatro canciones de «A Kind of Magic». En el tramo intermedio no faltaron covers de clásicos del rock ‘n’ roll como «You’re So Square Baby I Don’t Care» (de Jerry Leiber), «Hello Mary Lou» (de Ricky Nelson) y «Tutti Frutti» (de Little Richard). También hubo momento para el habitual solo de guitarra de Brian May, así como para las interpretaciones acústicas de «Love Of My Life» e «Is This The World We Created?».
Al finalizar el concierto, Deacon tomó su bajo y lo tiró contra los amplificadores, y Mercury se despidió de la multitud con la frase «Buenas noches, sean felices», vistiendo una capa de Rey y una corona al son de «God Save the Queen».
Este fue el último show de Queen con Freddie Mercury. Al año siguiente se le diagnosticó VIH positivo y la banda se dedicó exclusivamente a grabar material nuevo: los discos «The Miracle» (1989), «Innuendo» (1991) y el póstumo «Made in Heaven» (1995).
Lamentablemente no existe un registro de calidad de aquel show. El guitarrista Brian May informó que unos pocos segundos se grabaron profesionalmente por Doro Productions, pero todo el material existente corresponde a las escasas capturas del público.
Lo que sí está disponible es un breve registro documental donde los músicos dan cuenta de algunos detalles de aquel concierto e imágenes del backstage.
«Cuando comenzamos, siempre pensamos a futuro: ‘Queremos hacer esto aquí, queremos ir allá, queremos que nuestros álbumes sean exitosos’. Y trabajamos arduamente en eso, pero en cierta manera ya lo habíamos logrado en varios países. Eso te quita varios incentivos», dijo Deacon.
«Pareciera que pasó un largo tiempo desde que comenzamos. Parece inimaginable todo lo que ha pasado. Siempre hemos tenidos grandes egos, siempre hemos pensado que tenemos algo especial y que podíamos hacer algo que nadie más podía, y eso nos impulsó al inicio. Pero creo que nunca pensamos que efectivamente ocurriría y creo que ni siquiera sabíamos que era posible», agregó May.
Roger Taylor, en tanto, destacó que seguirían trabajando hasta más no poder: «Creo que logramos lo que queríamos hacer y lo seguiremos haciendo por un tiempo, simplemente no me rendiré».
Queen logró posicionarse como una de las bandas más relevantes no solo de la década del 80, sino de la historia del rock. El mundo los veía como leyendas y ellos lo tenían claro: «En cierta forma se hace más difícil porque ya estás empoderado. La otra vez me preguntaron ‘Ahora que tenés todo ¿Qué más hay ahí?'», dijo Mercury como confesando desconocer esa respuesta. «Creo que no habrá un momento en que no ande corriendo por el escenario. Sería ridículo. Siempre llega un momento en que tenés que parar, pero la música siempre será lo mío».
«Lo que finalmente nos mantiene unidos es el hecho de que Queen es mejor que todos», dijo May, quien hasta el día de hoy continúa al mando de Queen junto con Roger Taylor, preservando el legado de Freddie Mercury -fallecido en noviembre de 1991- y de John Deacon -quien se retiró de la banda en 1997-.