Nadie supera a Duke. Esta es una verdad que todavía sigue siendo reconocida incluso casi un siglo después de que irrumpiera en la escena del jazz. El legendario Duke Ellington falleció un día como hoy, el 24 de mayo de 1974.
Ellington nació en Washington, DC, y escribió su primera composición en 1914 («Soda Fountain Rag»). Tenía varios empleos para mantener su carrera musical y esa ética de trabajo dio sus frutos cuando Ellington y su banda se convirtieron en artistas reconocidos, tocando tanto para afroamericanos como para blancos, en una época de fuerte segregación racial.
Sin embargo, su leyenda no proviene de su ciudad natal. Ellington es uno de los artistas más conocidos que vienen de la era del Renacimiento de Harlem de los años 20. «El Duque» actuó en varios clubes nocturnos con su banda de 10 piezas, y el uso creativo de su grupo lo convirtió en uno de los artistas más característicos del género.
En ese momento, nadie hacía el tipo de arreglos que estaba haciendo. Sin embargo, sus estándares de jazz vendrían después del Renacimiento: “It Don’t Mean a Thing (If It Ain’t Got That Swing)”, “In a Sentimental Mood” (que también grabó con el inimitable John Coltrane) y «Satin Doll».
Ellington continuó actuando y componiendo hasta su muerte en 1974. Su legado estaba bien establecida antes de ganar un Premio Pulitzer póstumo en 1999, habiendo escrito más de mil composiciones.