Höfner, la compañía alemana de instrumentos musicales famosa por fabricar el icónico bajo violín de Paul McCartney, se ha declarado en quiebra.
Según Guitar.com, se ha ordenado la administración provisional de la insolvencia de la compañía, legalmente conocida como Karl Höfner GmbH & Co, tras la presentación del 10 de diciembre ante el Tribunal de Distrito de Fürth, en Baviera. «Se ha nombrado un administrador concursal, que intentará saldar las deudas en los próximos tres meses», según el informe.
Si bien se sabe poco más sobre la solicitud, probablemente signifique el fin de la prestigiosa y longeva empresa fabricante de instrumentos musicales.
Al enterarse de la noticia, McCartney publicó la siguiente declaración en su página de Instagram: «Es muy triste ver la quiebra de Höfner. Llevan más de 100 años fabricando instrumentos, y compré mi primer bajo Höfner en los años sesenta. Desde entonces me ha encantado. Es un instrumento maravilloso: liviano, y me anima a tocar con bastante libertad. Además, ofrece agradables variaciones de tono que disfruto. Así que, mi más sentido pésame a todos en Höfner y gracias por toda su ayuda a lo largo de los años. Paul».
La empresa fue fundada por Karl Höfner en 1887, en lo que entonces era la ciudad austrohúngara de Schönbach (actual Luby, República Checa), donde creció hasta convertirse en un importante proveedor de instrumentos de cuerda en la zona y para la exportación.
Tras la reorientación de sus operaciones hacia la fabricación de suministros militares para el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial, Höfner se trasladó a Alemania Occidental y abrió una nueva fábrica en Bubenreuth en 1950, tras la expulsión de los alemanes de Checoslovaquia durante la reconstitución de la posguerra. Las instalaciones se ampliaron en las décadas siguientes, época en la que se creó el que sería el instrumento más reconocible de Höfner: el bajo 500/1 (también conocido como el bajo violín, famoso por McCartney con Los Beatles y como solista), junto con numerosos otros instrumentos. Con el paso de los años, la propiedad de Höfner ha cambiado de manos, y en 2003, la empresa fue objeto de una compra de rescate antes de ser vendida a su veterano representante Klaus Schöller y a su esposa, la directora financiera Ulrike Schrimpff, en diciembre de 2004.
Reflexionando sobre su bajo característico hace años en una entrevista con Tony Bacon (publicada por Reverb), Macca dijo: «Sabía que era conocido por su forma de violín. Es como Charlie Chaplin, ¿sabés? El pequeño bastón, el bigote y el bombín, y él es Charlie. Si sale con un pañuelo, afeitado y en bicicleta, es como: ¿Quién es ese? Así que creo que puede que haya habido algo de eso en mi aspecto, una especie de sello distintivo».
«Además, era muy liviano y siempre lo había tocado en directo», añadió, «así que puede que haya ido un poco más allá, usando el instrumento que siempre había usado».
El año pasado, el bajo Höfner que McCartney tocó en los dos primeros álbumes de Los Beatles fue encontrado y devuelto a él después de que lo hubieran robado de la parte trasera de una camioneta 52 años antes, en 1972.