Después de muchísimo tiempo de inactividad, la agrupación Duna volvió a los escenarios en 2014 y un año después publicó “Claroscuro”, un álbum grabado en vivo en Trenque Lauquen.
Ahora, los dos discos editados por la banda en la década del 80 -“Duna” (1987) y “Un grito más” (1989)- se encuentran disponibles en Spotify, Deezer y todas las plataformas digitales, en formato remasterizado. Además, en las últimas semanas se han lanzado los singles «Gira», «Barrilete» y «La luz del fuego».
Apadrinados en los 80 por Daniel Grinbank -sus dos álbumes fueron publicados por el sello DG Discos-, Duna fue soporte de The Bolshoi en Obras. “Sí. En el 87 tocamos con The Bolshoi, y con Abejorros fuimos teloneros de Paul McCartney en River y Roxette en Ferro”, recordó el cantante y guitarrista Alejandro “Villa” Villanueva. “Ahora, en esta etapa, tocamos antes de Ringo Starr“, agregó.
“Una cosa que nos decían en esa época es que sonábamos como Soda Stereo«, comentó. «Yo me sentía halagado por eso. En verdad nuestras influencias son varias, además de Soda, lógico. Ellos arrasaron en Latinoamérica y eso hizo que el rock argentino estuviera arriba de todo y provocó que la gente tuviera curiosidad por el rock en nuestro país. La partida de Gustavo Cerati me pego mucho, me dejo muy mal. Se nos fue un pedazo de nuestras vidas”.
“En el primer disco lo grabamos en los estudios Moebio, que eran los más modernos de aquel momento», recordó. «No hay sintetizadores en el disco, es todo con guitarras. Muy raro para una banda de los ochentas. Pero bueno, tampoco lo hizo Sobrecarga o Los Pillos. Las bandas de esa última época de los 80 teníamos visiones parecidas, una similitud en los sonoro. Creo que solo usamos un sequencer para el tema ‘Mundo Digital'».
La crisis económica de 1989, sumada a problemas personales y un litigio con la automotriz Fiat, que había registrado el nombre para uno de sus modelos, motivaron la disolución de la banda. «Nosotros estábamos en trámite en patentes y marcas, imagínate qué podíamos hacer, con una marca en trámite de un grupo chico contra un dispositivo publicitario de una multinacional para lanzar un auto», aclaró Villanueva.
“Esa crisis económica de fines de los 80 nos pinchó las ilusiones. Le pasó a Sobrecarga y a Don Cornelio, que se separaron en la misma época más o menos y creo que por lo mismo», agregó. «Editar un vinilo en 1989 era muy difícil. Son ciclos. En los 80 pensábamos que la catarata de alegría después de los militares iba a durar para siempre. Veníamos de mucho sufrimiento y de repente hubo una explosión creativa musical”.