Lars Ulrich, baterista y fundador de Metallica, está preocupado de que los miembros del grupo terminen «quemados», víctimas del síndrome de desgaste profesional.
Ulrich formó la banda con el vocalista y guitarrista James Hetfield en 1981, que conforman la alineación actual junto con el guitarrista Kirk Hammett y el bajista Robert Trujillo.
Mientras Metallica sigue tocando en vivo ante multitudes como parte de su WorldWired World Tour, Ulrich trata de asegurarse que los conciertos estén espaciados para permitirle a los músicos un tiempo de recuperación.
«Somos muy conscientes de no cruzar la línea del burnout«, dijo a la revista Metal Hammer. «Lo establecimos desde que tuvimos la más pequeña y mínima posibilidad de que todo se descarrilara, somos conscientes de los abismos que nos rodean».
El WorldWired Tour, para promocionar su álbum «Hardwired… to Self-Destruct», arrancó en octubre pasado y continuará con fechas hasta mayo de 2018. Y Ulrich admite que los miembros de la banda no pasan mucho tiempo juntos fuera del escenario.
«No necesitamos ir juntos a cenar todas las noches, no necesitamos pasar el rato juntos, no necesitamos despertarnos y mandar un mensaje de texto que diga buenos días, ni irnos a dormir y mandar otro que diga buenas noches, pero tenemos que tratar de pasar momentos agradables», comentó el músico de 53 años.
Pero mientras Ulrich se preocupa por buscar tiempo para relajarse, y trata de que el grupo ofrezca sólo 50 conciertos al año, Hammett también dijo que prefiere mantenerse ocupado siempre que sea posible. El guitarrista ha luchado previamente contra la adicción a la cocaína y la depresión, pero ahora elige dedicar toda su energía a la actuación.
«Tengo problemas mentales y la ira es uno de ellos. Lo que realmente me ayuda es la música, tocar música y salir al escenario. Tengo que lidiar con mi ira interior cada día, y la música ayuda a eso», agregó.