El cantante y compositor João Gilberto, considerado el padre de la bossa nova, falleció este sábado a los 88 años de edad en Río de Janeiro, según ha anunciado en redes sociales el hijo del músico, João Marcelo Gilberto. Por el momento no ha trascendido el motivo de la muerte.
João Gilberto Prado Pereira de Oliveira concluyó en 1961 la trilogía de álbumes fundamentales que presentaron la bossa nova al mundo: «Chega de saudade» (1959), «O amor, o sorriso e a flor» (1960) y «João Gilberto» (1961).
Otro hito destacado en su extensa carrera, que incluye un total de 13 discos de estudio y cuatro en vivo, es el álbum «Getz/Gilberto» (1964), grabado junto con el saxofonista estadounidense Stan Getz.
Desde ese momento y hasta su regreso a Brasil, a fines de la década del 70, Gilberto recorrió el mundo entero entre aplausos y deslumbramientos. No había lugar que se resistiera a abrirle los brazos y a incorporar los sonidos de la bossa nova.
En Brasil, la obra de Gilberto fue inmediatamente asimilada por la generación posterior, la de Chico Buarque, Gilberto Gil y Caetano Veloso, cuyas carreras no hubiesen alcanzado la cumbre sin la influencia de ese maestro que todos reconocían como tal.
Según el diario O Globo, en los últimos diez años «aquel João Gilberto ícono de la bossa nova fue de a poco perdiendo espacio y dejando lugar a un personaje complejo. La decadencia física, las cuestiones de familia, los problemas de dinero, en fin, un conjunto de episodios graves acabó sonando más alto que el talento de un artista tan grande».
Desde 2017 estaba inmerso en un contencioso con su familia y su hija, la también cantante Bebel Gilberto, impulsó un proceso de desahucio contra su padre ante su avanzada edad y su precaria situación económica. Finalmente fue desalojado en 2018 del departamento en el que vivía en el sur de Río de Janeiro.