El periodista Oscar Jalil realizó un viaje al interior de la leyenda de Luca Prodan, el líder de Sumo, y entregó un libro notable sobre uno de los músicos más influyentes de la generación del 80 en una «investigación que abre las puertas del universo paralelo del hombre que, en la búsqueda de su propia redención cambió para siempre al rock argentino».
El libro de Jalil se presentará el miércoles 4 de noviembre a las 19 en el Auditorio David Viñas del Museo del Libro y la Lengua, Avenida Las Heras 2555, Capital Federal, con la presencia de Andrea Prodan, Afredo Rosso, Bruno Larocca, Ismael Sokol y Nicolás Miguelez.
Jalil, nacido en Mendoza, es un hombre esencial para la movida rockera de La Plata desde su lugar en la FM Universidad y otras emisoras, ya que es un constante agitador de las ricas agrupaciones rockeras que la capital de la provincia produce día a día.
Utilizando la narración coral en algunos capítulos, Jalil inicia el libro antes de la llegada de Prodan al mundo y atraviesa el mito con imágenes inéditas y casi cien testimonios exclusivos para este libro, entre ellos los que vivieron su revolución de cerca: Germán Daffunchio, Diego Arnedo, Andrea Prodan, Timmy MacKern, “Superman” Troglio, Stephanie Nuttal, Mónica Stromp y muchísimos más.
De Roma a Traslasierra y de Londres a Hurlingham, Oscar Jalil asumió durante cuatro años la tarea de viajar tras los pasos de Luca para invocar la memoria colectiva de aquellos que lo conocieron de cerca. Sobre su tarea y la vida de Prodan, Jalil charló con la agencia Télam.
– ¿Cómo tomaste la decisión de hacer el libro sobre Luca?
– Fue a través de una recomendación de mi amigo Nicolás Mígueles, con quién laburé varios años en Los Inrockuptibles. Él le comentó a Mariano Valerio, editor de Planeta, que podía hacerme cargo de una biografía ya que conocía a su hermano Andrea y al hecho de que había trabajado para un especial de Luca que lanzó Rolling Stone por fuera de la revista cuando se cumplieron 15 años de la muerte del cantante y líder de Sumo.
– ¿Cuánto tiempo llevó hacer la investigación y cómo se produjo la elección de los entrevistados?
– Arranqué en enero de 2012 con la primera entrevista a Andrea Prodan en Traslasierra. La idea original era hablar con el entorno más cercano en una primera instancia: Timmy MacKern, su amigo argentino que había conocido en el colegio de Escocia y que posibilitó que Luca llegara a la Argentina en 1980, luego los Sumo originales incluido la baterista inglesa Stephanie Nutall, sus novias, pero, por sobre todo Mónica Stromp, que fue su gran amor argentino.
También entrevisté a amigos cercanos como Geniol o Claudia Gernhardt, los músicos de aquella época que compartieron momentos con Luca como Andrés Calamaro, Pipo Cipolatti, Tito Fargo, Gillespi, Sergio Rotman, Daniel Melingo y Pil Trafa, entre muchos otros. A la lista hay que sumar a productores como Walter Fresco, ingenieros de sonido como Mario Breuer, periodistas como Alfredo Rosso, Claudio Kleiman, Gloria Guerrero, Norberto Cambiasso, fotógrafos como Andy Cherniavsky, Claudina Pugliese, Albi Alvarez, Aspix, y muchos más hasta llegar a más de 80 reporteados.
– ¿Cómo es el después de Luca Prodan dentro del rock nacional?
– Hasta la llegada de Luca el rock argentino sufría las consecuencias de vivir en dictadura con toda la carga de represión y miedo que eso implicaba. Toda lo que provocó el punk rock dentro del mundo del rock acá casi ni se conoció. Luca no sólo trajo información de primera mano, en Londres había visto desde Frank Zappa hasta los Sex Pistols, también propuso desinhibición, mucha libertad creativa y dejar de lodo un rock tan acartonado y más pendiente del jazz-rock y el rock progresivo que de las nuevas tendencias.
Es cierto que Virus, Soda Stereo, Los Abuelos, Los Violadores y Los Twist también representaban un cambio, pero Sumo siempre fue más salvaje y directo a la hora de presentarse en vivo y ni que hablar en sus discos en donde mezclaba reggae, dark-rock y funk. Además Sumo tenía un frontman pelado en tiempos en donde el pelo era un signo de virilidad e identidad rockera. Luca solía decirle a Germán Daffunchio, ‘acá hace falta más locura'».
– ¿Por qué decidiste tomar datos de antes de su nacimiento y la época?
– Porque es imposible llegar a Luca sin conocer a su familia, la relación que tenía con su padre y con sus hermanos. Una historia que se remonta a principios del siglo XX y que va a estar atravesado por dos guerras mundiales, en donde los Prodan son víctimas directas y sin esos datos me parecía imposible empezar a entender el espíritu nómade de Luca, que es algo que hereda de su familia, también el contexto histórico que influye para que Luca nazca en Roma.
Además es tan rica la historia de la familia Prodan antes del nacimiento de Luca que me parecía una enorme injusticia descartar esa parte, Mario Prodan, el padre de Luca, merece un libro que recorra su vertiginosa vida, casi como la de Luca, pero sin adicciones mortales.
– Una vez terminado el libro y al ver la edición, ¿hubo algo que te quedó en el tintero o que cambiarías?
– Hay varias historias que tuve que descartar porque de otro modo todavía estaría investigando. Por ejemplo la amistad de Luca con Liberatore y Tamburini, los italianos creadores de Ranxerox, una historieta genial de finales de la década del 70 -que se podía leer en la revista Metal Hurlant- en donde uno de los personajes más sacados del comic está inspirado en una novia que tuvo Luca, llamada Lubna.
También quise hablar con Lemmy, de Motorhead, que según Andrea Prodan era muy amigo de Luca, y con Richard Branson, el dueño de las empresas Virgin y que tenia disquerías en donde trabajó Luca y fue echado por el propio Branson… hoy en día es uno de los más grandes multimillonarios de Gran Bretaña.