Paul McCartney sufrió una fuerte depresión tras la separación de The Beatles hasta el punto de caer en el alcoholismo y considerar retirarse de la música, según confesó en una entrevista con la BBC que se emitirá el próximo sábado.
«Estaba muy deprimido. Cualquiera lo estaría. Era una separación de mis amigos de toda la vida», dijo en la entrevista con el programa «Mastertapes» de Radio 4, de la que se publicó hoy un extracto. «No sabía si debía seguir en la música, me había destrozado», reconoció McCartney, que tiene hoy 73 años. «Así que me di a la bebida».
Al principio fue fantástico, confesó, pero después de un tiempo ya no funcionaba. «De repente ya no me divertía, no funcionaba», cuenta con voz temblorosa.
Su entonces esposa Linda fue la que lo animó a fundar la banda Wings. «Quería volver a la cima». Los comienzos estuvieron sin embargo llenos de baches. «Actuábamos en las universidades y trabajábamos duro para llenar los pabellones de las ciudades. Era divertido, porque poco antes había llenado estadios. Me alegro mucho de haberlo hecho».
Con sus ex compañeros discutió por la comercialización de la música de la banda, pero se alegró mucho de que la relación con John Lennon mejorara antes de su asesinato en 1980. «Estoy muy agradecido de que nos reencontráramos antes de que muriera», cuenta McCartney.
La competencia con Lennon lo animó a escribir sus mejores canciones. «Si John escribía una canción genial, yo me decía a mí mismo: OK, entonces yo escribiré otra más genial», dijo destacando que nunca pudo explicar realmente con palabras su profundo cariño por Lennon.
Al ser consultado por los músicos actuales que más le inspiran, citó a Rihanna y Kanye West. «Me encanta Kanye», señaló. McCartney ha colaborado varias veces con el rapero estadounidense, a quien define como excéntrico, pero autor de música maravillosa.