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Premios Gardel 2023: Trueno se llevó el Oro por su álbum «Bien o mal»

16/05/2023 - Noticias
Premios Gardel 2023: Trueno se llevó el Oro por su álbum «Bien o mal»

La 25º edición de los premios Gardel se desarrolló este marte en el estadio Movistar Arena y tuvo al rapero Trueno como el ganador de la estatuilla de Oro, en reconocimiento en la categoría Álbum del Año por «Bien o mal».

“Si no fuera por mi familia de músicos, no tendría este sentimiento, nos vamos a morir con el micrófono en la mano, porque esto nos da vida. No sé qué decir porque no me esperaba esto a mis 21 años”, dijo Tueno, quien se perfilaba como el favorito al ser el artista más nominado.

El evento contó con la conducción de Iván de Pineda y acudieron artistas nacionales que obtuvieron un reconocimiento por su labor musical.

Las celebridades llegaron a la ceremonia y dieron entrevistas en la alfombra roja, saludaron a los fanáticos y hasta se sacaron algunas fotos con ellos.

La premiación tuvo 48 rubros para condecorar a los artistas de todos los géneros musicales, de los cuales muchos ya se habían dado a conocer en un evento previo que se celebró a las 14 en el teatro Vórterix.

El artista más nominado había sido Trueno, con nueve, en siete categorías. El cantante urbano era seguido de Dante Spinetta, con siete, y Babasónicos, con seis.

Por otro lado, Tini los seguía desde atrás con cinco categorías, una más que María Becerra, Los Auténticos Decadentes, Bizarrap, Fito Páez, Ciro y Los Persas y Luciano Pereyra.

Trueno sostuvo que el álbum «Bien o mal» fue hecho «puramente con el orgullo» de ser «argentino» y señaló que el hip-hop es su «gran compañero de vida», uno que «nunca» lo dejó «tirado», al brindar una conferencia de prensa tras el cierre de la 25º edición de los Premios Gardel en el Movistar Arena.

«Todo lo que está pasando hoy y lo que pasará para adelante es más que un sueño cumplido porque esto lo sueño desde que tengo memoria», reflexionó Mateo Palacios Corazzina, el joven músico que recibió el máximo galardón de la gala luego de escuchar un mensaje de su colega Wos, el ganador de la edición anterior.

Trueno, quien consolidó el dominio de los ritmos urbanos en los reconocimientos que suele realizar la industria musical local, se hizo también acreedor de la estatuilla a la Grabación del Año por el tema «Argentina» junto a Nathy Peluso, a Mejor Disco de Música Urbana y a Mejor Colaboración por su participación en el tema «Sudaka» de Dante Spinetta, el otro gran ganador de la velada con cuatro reconocimientos.

En conferencia de prensa, el artista nacido en el barrio porteño de La Boca confesó que no se esperaba «ni loco» tanto reconocimiento: «No tenía nada preparado. Lo único que pude hacer es agradecer a mi familia, a mi padre, a mi madre y a toda mi familia de músicos que son los que criaron a este pibe que ven acá. No estaría haciendo música si no fuese por ellos».

Entre otros agradecimientos, destacó especialmente a su barrio natal porque encontró ahí una «fuente de educación», además de la familiar y la escolar, de la que aprendió «un montón de códigos y principios» por cruzarse con «un montón de gente» que hasta hoy «siempre en la sangre como amuleto» vaya a donde vaya.

«El barrio es mi casa, mi lugar en la Tierra, el lugar que me hizo ser quien soy hoy en día. Yo creo que si hubiese nacido en otro barrio no sería la persona que soy, así que larga vida para La Boca, hermano», añadió.

Al reflexionar sobre «Bien o mal», gestado durante la pandemia y trabajando codo a codo con los productores Tatool y Brian Taylor, señaló que es el disco que lo llevó a «conocer otros países, otro continente» y que le permitió, desde aquella distancia geográfica, «ver nuestro continente y nuestro país» para «apreciarlo aún más todavía».

«La sensación es de orgullo por este disco que es para mí país, para mi tierra y para toda mi gente. Y lo hice puramente con orgullo que siento como persona y ciudadano argentino. La palabra es orgullo», subrayó para luego deshacerse en elogios para su padre Pedro Peligro, a quien definió como su «mejor amigo, mentor y entrenador», alguien «crucial» en su recorrido personal y musical.

En ese sentido, añadió: «Fue como un motor que siempre me hizo ir para adelante. Empecé y conocí los escenarios en la Comuna 4 cantando para diez personas y hoy en día podemos cantar para miles o la cantidad que sea y seguimos haciendo lo mismo arriba del escenario».

«Al fin y al cabo el hip-hop es familia, es unión, paz, amor y diversión. Eso es lo que tratamos de llevar, pensando en las familias desde arriba del escenario para la familia de abajo del escenario para compartir ese mensaje», sentenció el músico sobre la filosofía que acuñó desde muy niño de la mano de su padre, quien hoy lo acompaña desde el escenario en cada una de sus presentaciones.

Sobre su camino dentro de la cultura del hip-hop, añadió que «no hubo un momento crucial» sino que fue más bien «un desarrollo» y un «proceso en su vida» el que lo fue conectando cada vez más con aquella pertenencia, primero acompañando a su papá rapero y luego descubriendo a sus héroes a través de internet.

«Quería ser rapero; vestirme, rapear y escribir como ellos. Fue como el primer sueño, la primer idealización que yo tuve sobre cómo quería ser cuando fuera grande. Se fue dando naturalmente como un gran compañero de vida que nunca me dejó tirado, ya sea en las batallas de freestyle, bailando, haciendo beatbox o grafiti, siempre estuve metido en el hip-hop», concluyó.

Tras alzarse con la estatuilla de Mejor Álbum Grupo Pop por «El Big Blue», el cantante de Bandalos Chinos, Goyo Degano, ponderó el trabajo del productor franco-mexicano Adán Jodorowsky: «Siempre nos desafía y nos lleva a lugares nuevos como fue en este caso, al hacernos grabar sin computadoras, en vivo y sin clic, tocando todos juntos como se hacía antes».

«Trabajar con Adán es medio una montaña rusa. Te tira las cartas para ver qué canción haces y viene con soluciones místicas y fuera de lo común. La verdad es que, en ese sentido, te desafía y te saca de lugares de comodidad para llevarte a lugares a los que no sabías que podías ir», añadió el guitarrista Iñaki Colombo sobre Jodorowsky, también productor del exitoso «Bach» de 2018.

Los Pericos, por su parte, se llevó la estatuilla de Mejor Álbum de Reggae/Ska por «Viva Pericos!» en una terna más que los enfrentaba con su exvocalista Bahiano y con el grupo mendocino Karamelo Santo: «Sabíamos que era picante porque estaba Bahiano, ex miembro de la banda. Había tres grandes discos y estamos contentos de haberlo ganado».

«Era un desafío porque era un disco de covers. Si bien cada tanto hacemos versiones, este era un disco bien jugado que iba desde Julio Iglesias hasta Roberto Carlos, con un repertorio ultra conocido», añadió el cantante y guitarrista Juanchi Baleirón, en diálogo con la prensa.

Sobre la elección de un repertorio, explicó: «La pandemia nos jugó a favor para terminar de buscarle la vuelta a un repertorio muy amplio. Elegimos en base al origen de las canciones, su momento y su historia. Trabajamos como cincuenta canciones, desde Shakira hasta Jarabe de Palo, pasando por Héroes del Silencio y Damas Gratis«.

«Nos quedamos con once; después de hacer una selección difícil pero, a medida que avanzábamos, dejábamos algunas en el camino y elegíamos objetivamente las que más nos gustaban», respondió el frontman.

Eruca Sativa, que también se impuso con un disco de versiones en la categoría de Mejor Álbum de Rock con su último trabajo titulado «Dopelganga», se llevó una segunda estatuilla, la de Mejor Videoclip Largo por «Seremos primavera en vivo en La Ballena Azul».

Sus integrantes expresaron su «alegría» y «sorpresa» por la cosecha en los Gardel por partida doble.

«Fueron dos discos que salieron muy rápido, con más corazón que cerebro. El disco en vivo no está corregido, es tal como se grabó, tiene incluso sus cositas del vivo que decidimos dejarlas para que sea la realidad, mientras que ‘Dopelganga’ lo grabamos en cinco días, metiéndonos en el estudio con una verborragia musical muy terapéutica», explicó Lula Bertoldi, guitarra y voz del trío rockero.

Dante Spinetta: «De mis padres aprendí a ser parte de una resistencia cultural»

El músico Dante Spinetta celebró su reconocimiento como productor musical en los Premios Gardel y revindicó el legado que su padre, Luis Alberto Spinetta, le marcó como artista que desde la «resistencia cultural» hace lo que «cree que hay que hacer» más allá de las «tendencias» de la industria.

Con su disco «Mesa dulce», el ex Illya Kuryaki and The Valderramas, quien competía en siete categorías, se alzó con el galardón a Productor del Año, Ingeniería de Grabación y Mejor Canción de Rock por «El lado oscuro del corazón» y Mejor Colaboración por el tema «Sudaka» junto a Trueno.

En conferencia de prensa, dijo estar «encantado» por el premio que reconoce su labor como productor musical de sus propias obras: «Es un premio que me encanta porque le pongo mucho trabajo y énfasis a la producción, al diseño de las texturas y los sonidos, al estudiar las épocas y al saber qué se usaba en cada disco».

«Es un mundo muy investigar de la producción, el jugar con las texturas. Así que ganar este premio de productor es una locura para mí, porque siempre flasheo con la producción y a veces no se repara en ese trabajo que vengo haciendo desde desde Illya Kuryakis, donde ya producíamos con Emma (Horvilleur) desde «Chaco» en adelante. Todos mis discos los produje yo» añadió Spinetta.

En otro orden, destacó que los galardones se van «resignificando» a lo largo de una trayectoria, pero que aún así siguen siendo «una caricia muy linda» porque, a pesar de que «el premio más importante es el de la gente que asiste a los shows», es un «reconocimiento que viene de colegas, de la industria y de gente que sabe de música».

«Me pone muy feliz y sigo sintiendo los mismos nervios que cuando empecé, los mismos que siento cada vez que me subo a un escenario o que me toca hablar como acá, o cuando recibo un premio. Sigo sintiendo esa chispa y el día que no la sienta más probablemente sea el día que deje el micrófono y la guitarra en casa y no lo haga más», añadió.

Y agregó: «Por ahora tengo todas las mismas expectativas, los mismos sueños, sueños más grandes algunos y algunos otros diferentes, pero hay algo de lo que nunca me voy a arrepentir que es el camino que tomé, el camino del amor por la música y el hacer la que tenga ganas de hacer más allá de lo que pase con las tendencias».

Aquella concepción sobre su camino artístico es algo que heredó de sus padres Luis Alberto Spinetta y Patricia Salazar: «De ellos aprendí a ser parte de la resistencia cultural y el hacer lo que uno cree que hay que hacer, porque hubo momentos, cuando éramos chicos, que no pasamos las mejores situaciones económicas».

«Cambiábamos de casa todo el tiempo y fui a diez colegios. Pasamos muchas cosas que tenían que ver con una inestabilidad económica, pero nunca vi a mi viejo transar su espíritu ni vender algo en lo que no creía. Él hacía lo que quería y lo que tenía que hacer. Y eso es un tesoro, ese es su legado y para mí la mayor influencia. Y mi madre estuvo ahí aguantando, manteniendo la familia unida; el amor siempre nos unió», añadió.

La muerte de su madre, en agosto del 2021, puso en pausa la producción de su galardonado álbum, que finalmente reanudó con la «convicción de seguir un sueño»: «Y es por eso que siempre están conmigo, y por eso siento la necesidad de dar lo mejor de mí en cada trabajo desde que mi mamá partió», completó.

Consultado sobre la inmediatez que imponen las plataformas digitales en el actual panorama musical, opinó que es «parte del juego» pero que frente a esa realidad hay que «estar tranquilos con el camino que uno eligió»: «El formato va a ir cambiando siempre pero lo que resisten son las buenas ideas, las buenas canciones. Cambiarán los formatos de venta y de promoción, pero las buenas ideas siempre salen a flote».

León Gieco: «Somos uno de los países más musicales del mundo»

León Gieco, ganador en los Premios Gardel 2023 por «El hombrecito del mar», elegido como Mejor Álbum Canción de Autor, destacó la diversidad del mapa musical argentino y el aporte de la generación urbana para que hoy la Argentina sea «uno de los países más musicales del mundo» con llegada a plazas como Estados Unidos y Europa.

«Me parece que cada uno tiene derecho a hacer lo suyo y a que le vaya lo mejor posible haciendo lo que sabemos hacer, que es música. Nada más que música y letras. No nos podemos pelear nunca. No más el Indio Solari o Soda Stereo; todos hacemos música y hacemos canciones», señaló, en conferencia de prensa desde el Movistar Arena, tras ser galardonado por «uno de los mejores discos» de su carrera.

En ese sentido, el cantante y compositor, figura central de la música argentina, elogió la intervención de su colega Víctor Heredia sobre «Tierra Zanta», una canción del rapero Trueno, y aprovechó aquella mixtura como ejemplo para dejar en claro que «se terminaron los problemas» entre los géneros musicales que nutren el cancionero nacional.

Para el músico, reconocido por marcar un camino en la fusión del rock con el folclore, es gracias al fin de las antinomias que hoy «tenemos en este momento uno de los países más musicales del mundo» por el «mucho interés» que despierta la «música argentina» por la que músicos como él han «trabajado muchísimo para llegar a Europa».

«Es algo que nos costó mucho y, ahora, a los chicos urbanos no les cuesta tanto. Tienen un éxito increíble en Estados Unidos, en Europa y nos parece bárbaro. Que lo disfruten, está muy bueno», completó el artista de 71 años, quien además infló el pecho por haber facturado una obra musical que se sobrepuso a «situaciones extremas» que imperaron durante la pandemia de coronavirus.

«Fue una producción muy profunda e intensa; nos tocó grabar en situaciones extremas, porque íbamos a grabar a Los Ángeles pero justo apareció la pandemia en el 2020. A Gustavo Borner (el productor), que es un genio, se le ocurrió mandar una computadora a cada casa para grabar a distancia y así es que salió el sonido de este disco», relató.

El registro tuvo, además de una larga lista de invitados estelares, una banda estable conformada por los renombrados Vinnie Colaiuta en batería, Leland Sklar en bajo, Dean Parks en guitarras, Luis Conte en percusión, Jerry Douglas en dobro y a Michael Thompson.

En «El hombrecito del mar» están Lila Downs y Jerry Douglas (en «Soles y flores»), Roger Waters, la voz de Víctor Jara, la guitarra de Pedro Rossi y al cello de Jacques Morelenbaum (en «Gira gira girasol», del trovador chileno Jara), Emma Shaplin (en «Las ausencias»), Ligia Piro, Carlos Núñez y el coro de niños La Salle de Córdoba (en «Dios naturaleza»), y Silvio Rodríguez, la murga Agarrate Catalina y Lula Bertoldi (en «Sueño con serpientes», un clásico del trovador cubano).

Miembros de Babasónicos destacaron la fuerza de Argentina para seguir exportando música

Los músicos Diego «Uma» Rodríguez y Diego Tuñón, integrantes históricos de Babasónicos, destacaron anoche la «fuerza» de la escena argentina para seguir «exportando» música y señalaron que hoy aquello etiquetado como «trap o rap es también rock de alguna manera porque discute la actualidad de una manera diferente».

Tras coronarse con «Trinchera avanzada» como Mejor Álbum de Rock Alternativo, los músicos en rueda de prensa de los Premios Gardel, se refirieron a la sana «competencia» que abunda dentro de la industria musical: «Actualmente hay cultura joven, cultura antigua, cultura actual, que toca y exporta música, lo que nos pone muy orgullosos», señaló Rodríguez.

«A mi me parece fantástico que destaque la gente joven, porque la gente joven es la que inventó el punk, la que hizo el tecno pop, o sea la que revolucionó siempre los caminos. Me encanta que haya tantos», añadió, por su parte, el tecladista Tuñón.

Al ser consultados por la vigencia de Babasónicos como un grupo de avanzada y a la vez popular, explicó que la única clave es «amar la música, tratando de pensar todo el día en hacerla» y agregó: «¿Hay una pandemia? ¿Qué hago? Hago música. Se trata de trabajar todos los días pensando y obsesionados con eso».

Ante una pregunta sobre la etiqueta «alternativa» por la que fue distinguida la banda que supo coronarse con el Oro en 2004, el hermano del vocalista Adrián Dárgelos sostuvo que a veces se usa para «darle premios a varios» pero que la banda estuvo enrolada desde siempre dentro del «rock».

«También creemos que a lo que llaman trap o rap es también rock de alguna manera porque es la forma de discutir la actualidad de una manera diferente y de plantar bandera en lo que cada generación quiere decir», agregó.

Rodríguez, quien devino de guitarrista a un músico que cumple diversos roles durante los directos de la banda, celebró el reconocimiento de «Trinchera avanzada», al señalar que «estar nominados es encantador» y que «ganarlo también es lindo» también para sus familiares y amigos pero que «lo más lindo es ir a tocar a lugares que estén llenos».

La agrupación, que completan Adrián Dárgelos, Mariano Roger, Tuta Torres y Carca, recalará el 2 de junio una vez más en el Movistar Arena, en lo que será su último show en Buenos Aires hasta su última fecha del año, anunciada para el 16 de diciembre, en el Campo Argentino de Polo.

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Con información de agencias.