El músico británico Roger Waters, cofundador de la banda Pink Floyd, anunció acciones legales contra las cancelaciones de sus conciertos en las ciudades alemanas de Fráncfort y Múnich, donde las autoridades locales lo acusan de antisemitista por sus críticas al gobierno israelí.
«Mis abogados están tomando medidas para asegurar que mis conciertos en Múnich y Fráncfort en mayo de 2023 tengan lugar como se acordó contractualmente», dijo el músico en un comunicado difundido por su agencia de representación.
Waters, de 79 años, defendió la necesidad de protegerse de «las acciones inconstitucionales de dos autoridades» y declaró no ser antisemita.
Está previsto que el ayuntamiento de Múnich vote la semana próxima a favor de la cancelación del concierto del británico en la ciudad. De la misma forma, también las autoridades de Fráncfort impedirán la presentación.
Los críticos acusan a Waters de apoyar la campaña BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones), que pide el boicot al Estado de Israel y sus bienes por su política con Palestina.
«Mis opiniones habituales se refieren exclusivamente a las políticas y acciones del Gobierno israelí y no al pueblo de Israel», explicó el músico en su mensaje público.
«El antisemitismo es aborrecible y racista, y lo condeno sin reservas igual que condeno todas las formas de racismo», sostuvo, al mismo tiempo que denunció asimismo sentir coartada su libertad de expresión: «Por eso doy este paso para garantizar que la voluntad de unos pocos no me impida actuar en Fráncfort y Múnich».
La esposa de David Gilmour, la escritora Polly Samson, usó en febrero su cuenta de Twitter para denunciar a Waters de “misógino, antisemita y apologista de (Vladimir) Putin” (entre varias otras cosas), y Gilmour compartió esas afirmaciones como “probablemente ciertas”.
“Lamentablemente, @rogerwaters, sos antisemita hasta la médula”, tuiteó Samson. “También un apologista de Putin y un mentiroso, ladrón, hipócrita, evasor de impuestos, cantante de playback, misógino, enfermo de envidia, megalómano. Basta de tonterías”. Poco después, Gilmour citó el tuit de su esposa y agregó: “Cada palabra es demostrablemente cierta”.
En una entrevista reciente, Waters defendió su antiguo boicot a Israel, afirmando simplemente: “Los israelíes están cometiendo un genocidio”.
“En mi opinión, Israel tiene derecho a existir mientras sea una verdadera democracia, mientras ningún grupo, religioso o étnico, disfrute de más derechos humanos que cualquier otro”, agregó Waters más tarde. “Pero desafortunadamente eso es exactamente lo que está sucediendo en Israel y Palestina. El gobierno dice que solo los judíos deberían disfrutar de ciertos derechos. Así que no se puede describir como democrático”.
Después del posteo de Samson, Waters respondió con un mensaje propio, diciendo que estaba al tanto de los “comentarios incendiarios y tremendamente inexactos que se hicieron sobre él” que “refuta por completo”. “Actualmente está recibiendo consejos para tomar posición”, se lee en el comunicado.