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Ucrania gana la edición 2022 del Festival de la Canción de Eurovisión

14/05/2022 - Noticias, Videos
Ucrania gana la edición 2022 del Festival de la Canción de Eurovisión

Este sábado 14 de mayo se celebró en Turín, Italia, la final de la 66ª edición del Festival de la Canción de Eurovisión, con Ucrania alzándose con la victoria por sobre los 25 países clasificados de los 40 que compiten buscando hacerse con el Micrófono de Cristal.

Gracias a los 631 puntos logrados, Kalush Orchestra con su «Stefania» se quedó con el ansiado galardón. 192 puntos correspondieron al voto de un jurado profesional, mientras que un impresionante número de 439 puntos vinieron del voto del público, que se volcó ampliamente a apoyar al país invadido por Rusia.

Kalush Orchestra es un grupo de rap formado en 2019, que ya tiene dos discos publicados. La canción «Stefania» está dedicada a la madre del cantante del grupo, Oleh Psiuk, nacido en la ciudad que da nombre a la banda.

Los miembros de Kalush Orchestra se enteraron de que representarían a Ucrania el 22 de febrero, solo dos días antes de que las fuerzas de Vladimir Putin invadieran su país. El grupo había quedado segundo en la preselección nacional de Ucrania, pero se convirtió en el representante oficial del país tras la renuncia de la ganadora, la cantante Alina Pash, acusada de ser prorrusa.

Al final de su actuación en Eurovisión, Psiuk hizo un alegato por Ucrania, por Mariúpol y por Azovstal, el último reducto de resistencia ucraniana en la ciudad del mar de Azov, ocupada y devastada por Rusia y en la que quedan decenas de militares

El cantante, ya conocido por su característico sombrero rosa de pescador, tuvo que abandonar Kalush por la guerra, y volvió para Pascua para reunirse con su madre, que escuchó la canción que le dedicaba su hijo por primera vez en la gala de preselección del país.

La canción de Kalush Orchestra, que mezcla el rap con la música tradicional ucraniana, ha visto cómo la guerra le ha dado un nuevo significado «porque muchas personas han perdido a sus madres», según contaban en declaraciones a la Televisión Española.

Pero esta victoria encierra una gran incertidumbre a futuro. Por tradición, el país que gana el Festival de Eurovisión es el encargado de organizar el certamen del año siguiente. En la 65ª edición, el grupo italiano Måneskin se alzó con la victoria con su canción «Zitti e buoni», lo que los convirtió en el anfitrión de esta 66ª edición, con el Palasport Olimpico de Turín como escenario para el festival. Con Kalush Orchestra dándole su tercera victoria a Ucrania en Eurovisión, surge la duda lógica de si el país estaría preparado para acoger un evento de esta magnitud en 2023.

Con la guerra en Ucrania, provocada por la invasión de Rusia, aún en curso, es más que evidente que, aunque el conflicto bélico cesase, sería imposible que se organizase un evento de la magnitud de Eurovisión en un país arrasado por la contienda y en plena fase de reconstrucción (además de tener en cuenta motivos de seguridad). Sin embargo, a pesar de plantear una duda razonable, la UER puede ofrecer una respuesta rápida a una situación que, por otro lado, no es tan extraña en la historia de Eurovisión.

Fue en 1958 cuando se decidió que el país ganador del festival sea el primero al que se le ofrecía ser sede de Eurovisión el año siguiente, ocurrió ese año con Países Bajos, que se alzó con la victoria en 1957. Sin embargo, en cinco ocasiones no se ha cumplido esta regla, provocando que el país ganador no fuese el que organizase el certamen el año siguiente.

La primera vez pasó en 1960, cuando los Países Bajos declinaron recibir el festival a pesar de ganar en 1959. Ese año, el país anfitrión fue el Reino Unido, que había quedado segundo en la clasificación. La situación se repitió en 1963, cuando Francia, país ganador en 1962, rechazó recibir el festival y fue Reino Unido el que volvió a ejercer de anfitrión, a pesar de quedar en cuarto lugar (puesto que Mónaco y Luxemburgo, quienes eran las siguientes en el podio, rechazaron encargarse del certamen).

Ocurrió de nuevo en 1972, al celebrarse Eurovisión en la británica Edimburgo, debido a que Mónaco no contaba con una sede adecuada para que tuviera lugar el festival. Reino Unido volvió a ser sede de Eurovisión en 1974, cuando Luxemburgo declinó organizar el certamen. La última vez que sucedió algo así fue en 1980, cuando la ciudad neerlandesa de La Haya recibió al certamen, a pesar de que fue Israel el país ganador. Exceptuando el caso de Israel, el resto de países declinaron organizar Eurovisión debido a sus altos costes económicos.

Desde 1980, la UER obliga al país anfitrión a organizar el Festival de Eurovisión al año siguiente. Sin embargo, la UER contempla ciertas excepciones, como el caso de una hipotética victoria de Australia, que concursa en el certamen como país invitado y que, si ganase, la cadena pública del país coproduciría el festival del año siguiente, pero este tendría lugar en un país europeo elegido por la delegación australiana.

Dada la excepcionalidad que vive Ucrania, no sería extraño que la UER hiciese una distinción y permitiera que fuera otro país el que organizara Eurovisión en 2023.

La ceremonia de este año comenzó con una emotiva actuación de Rockin’ 1000 interpretando el himno de John Lennon «Give Peace a Chance». También actuaron Laura Pausini y Mika (con sendos medleys de sus canciones), Gigliola Cinquetti y Måneskin (mostrando por primera vez en vivo su reciente single «Supermodel»).

Tras la actuación de Måneskin, uno de los presentadores, Alessandro Cattelan, le preguntó al cantante Damiano David qué consejo le daría a todos los presentes en el Pala Alpitour de Turín. «Diviértanse… ¡y no se acerquen a las mesas!», dijo David. El año pasado, el cantante había sido el centro de una polémica cuando se publicó un video viral en el que parecía inclinarse sobre una mesa para inhalar cocaína. Finalmente se demostró que no había consumido drogas.