El cantautor Alberto Caleris nació en la localidad santafesina de Cañada Rosquín, el mismo lugar que nos dio a León Gieco. Radicado desde hace más de dos décadas en Ecuador, Caleris tuvo sus quince minutos de fama en nuestra región gracias a su canción «Estación de provincia», que tuvo una importante difusión tras durante la Guerra de Malvinas.
La Junta Militar había “recomendado” a las radios no emitir música en inglés. No se trató de una prohibición literal, como sí sucedió con algunas canciones y artistas puntuales, pero nadie se atrevió a contradecir esa recomendación. Por un lado, porque nadie podía llevarle la contra a la Dictadura. Por el otro, porque esa Guerra había generado en la población un sentimiento patriótico demasiado fuerte como para quebrarlo pasando alguna canción en inglés.
Es por eso que los programadores de radio debieron hurgar en las discotecas qué materiales sí se podían pasar. No había problema con los programas de folclore o de tango. Pero aquellos que disponían de espacios destinados al rock debieron agudizar el ingenio. Incluso algunas emisoras, como Radio Del Plata -destinada íntegramente a una programación musical juvenil- debió recurrir a temas cantados en portugués, francés o italiano para completar su lista de canciones.
Al revisar las discotecas, aparecieron trabajos de Sui Generis, Serú Girán, Almendra, Pastoral, Vivencia, León Gieco, Raúl Porchetto, Vox Dei y tantos otros grupos y solistas del rock nacional que no habían tenido en su momento la difusión necesaria en las radios. A ellos se sumaron otros que recién surgían. El caso de Juan Carlos Baglietto tal vez sea el más emblemático. Pero no el único.
«Estación de provincia» es el primer tema del lado B del álbum «Mientras suenen las melodías», publicado en 1982.
Cantautor -como León- con fuertes influencias del folclore, Alberto Caleris se encuadra en esa rama de artistas difíciles de clasificar. Aunque el término global de cantautor tal vez no sea tan erróneo. «Vengo del folclore argentino, me refiero a la zamba, a la chacarera», contó en declaraciones al periódico ecuatoriano El Universo. «Pero después fui tomando un camino muy personal, que lo fui construyendo con la influencia de mucha gente. En cada momento de mi vida es como que tengo la sensación de que voy envolviendo mi producto de manera distinta, pero al final sigo siendo lo mismo. Me gusta que las letras digan algo, la música tiene que ser algo agradable. Mis dos grandes ídolos son Joan Manuel Serrat y Silvio Rodríguez».
Caleris recorrió los Estados Unidos, Colombia y México, países donde cantó y vivió, en ese orden, hasta recalar en Quito, Ecuador. Desde hace 25 años vive en esa ciudad, se casó, tuvo una hija, y encontró los dos tesoros que lo ataron de pies y manos a ese país: amigos, amigas y las condiciones ideales para aterrizar sus proyectos, sueños, todos hechos canción. Tiene publicados una veintena de álbumes.
Estas son las canciones de «Mientras suenen las melodías»
Lado A
1. Mientras suenen las melodías
2. Mariela comienza el día al aclarar
3. Al llegar diciembre
4. Para el día de las fiestas
5. Leñerito del norte
Lado B
1. Estación de provincia
2. Canción a la vida
3. Los sueños de Martín
4. La muerte del pastor
5. En las cosas cotidianas