Una amiga cercana de Janis Joplin dijo que la cantante no murió por una sobredosis y dio su teoría sobre lo sucedido.
Joplin fue encontrada muerta en la habitación de un hotel de Hollywood en octubre de 1970, y se determinó que la muerte fue accidental. En general se pensó que había muerto como resultado de una heroína extremadamente fuerte, una idea respaldada por el hecho de que varios de los clientes del mismo narcotraficante también sufrieron una sobredosis en la misma semana.
En un nuevo libro, una amiga de Joplin, Peggy Caserta, cuestionó esa versión de los hechos y dijo que un detalle que había visto en la habitación siempre le había llamado la atención, y sugirió que, después de haber tomado heroína, Joplin parecía haberse acercado a una máquina expendedora de cigarrillos que estaba en el vestíbulo.
En sus memorias recientemente publicadas, «I Ran Into Some Trouble», Caserta escribió: «Vi su pie sobresaliendo de la cama. Estaba acostada con cigarrillos en una mano y dinero en la otra. Por años me hizo ruido. ¿Cómo pudo haber tenido una sobredosis y luego salir al vestíbulo y regresar? Yo he tenido una sobredosis, y te derrumbás en el piso como encontraron a Philip Seymour Hoffman. Lo dejé pasar por años, pero siempre pensé: ‘Aquí algo anda raro'».
Dijo que su opinión se vio reforzada por el hecho de que había tomado parte de la misma heroína. Su propia visión de la tragedia fue que Joplin, que usaba zapatos con un «taco con un pequeño reloj de arena», se había tropezado con la alfombra peluda de la habitación, se había caído y se había roto la nariz, lo que la llevó a asfixiarse.
El libro de Caserta está destinado, en parte, a corregir algunas inexactitudes del libro «Going Down With Janis» (1973), que contiene detalles de la relación íntima de ambas. «No escribí ese comentario sobre Janis», dijo. «Nunca hablaría así sobre nuestra estrecha relación. Pero perdí el control porque estaba tensa y tomando decisiones terribles».
Caserta reflexionó sobre su teoría de la muerte: «¿Importa en esta fecha tardía? De alguna manera, tal vez no. Pero lo que importa es la verdad, y la verdad es que ella no tuvo una sobredosis. Iré a mi tumba creyendo eso. Dios sabe que he estado allí varias veces».