Tina Turner ha revelado que se sometió a un trasplante de riñón con un órgano donado por su esposo.
En una próxima autobiografía, de la cual hoy se conocieron algunos detalles, la cantante de 78 años confiesa que sufrió una enfermedad renal, y para el 2016 sus riñones estaban funcionando en «un 20 por ciento y se hundían rápidamente».
Contó que su esposo, Erwin Bach, «me sorprendió al decir que quería darme uno de sus riñones». Turner dice que estaba «abrumada por la enormidad de su ofrecimiento».
“Cuando pensó en su futuro, pensó en mí. ‘Mi futuro es nuestro futuro’, me dijo», contó la cantante, agregando que se sentía «feliz, abrumada y aliviada de que hubiéramos sobrevivido».
Turner se casó con el ejecutivo musical alemán en 2013, después de una larga relación. Bach es 16 años menor que ella.
En su autobiografía, Tina también dedica un capítulo a su tormentosa relación con Ike Turner, revelando que intentó suicidarse como la única forma de terminar con su sufrimiento.
«Ike no era una persona lo que se dice atractiva, de hecho no era lindo y ni siquiera mi tipo, me parecía viejo y tan solo tenía 25 años, de hecho no pude evitar pensar ‘Dios, es feo'», cuenta en sus memorias. Tina se volvió una integrante del grupo y tras mantener una relación con el saxofonista de la banda -con quien tuvo su primer hijo- decidió emprender una relación amorosa con Ike.
La banda empezó a ganar dinero gracias a la incorporación de Tina Turne. «Mi relación con Ike se desmoronó el día que se dio cuenta que podía ser su maquina de hacer dinero», recuerda. «Él necesitaba controlarme, económica y psicológicamente para que así no pudiese dejarlo nunca».
«Nuestra relación estaba definida por el abuso y el miedo, no por el amor, ni si quiera por el afecto», cuenta. «»En mi punto más bajo, me convencí a mí misma que la muerte era la única salida. Intente suicidarme. Le dije a mi médico que tenía problemas de sueño. Justo después de cenar me tomé las 50 pastillas que me dio el médico. Estaba triste cuando desperté, pero salí de la oscuridad y me di cuenta que estaba destinada a sobrevivir».
Ike le dio el famoso apodo de «Tina», y según cuenta la cantante, la obligó a cambiarse el apellido. «Le dije que no quería cambiarme el nombre y que no estaba segura de querer salir de gira. Al principio comenzó a insultarme. Luego agarró un zapato de madera para golpearme. Él sabia lo que estaba haciendo, si tocás la guitarra no vas a usar tus puños. Agarró el zapato para darme en la cabeza, siempre me golpeaba la cabeza. Estaba en shock, empece a llorar. Ike me ordenó que me metiera en la cama, en ese mismo momento comencé a odiarlo, lo último que quería era hacer el amor con él, si se puede llamar así. Cuando él terminó, me quede tirada ahí, con la cabeza hinchada, pensado, ‘estás embarazada y no tenés dónde ir'».
En 1976 decidió escapar de este tormento y se separó de Ike. En el juicio, Tina solo pidió dos cosas: mantener el nombre y quedarse con los Jaguars. «Fue gracioso, no tenia dinero para comida ni para el alquiler pero tenia dos Jaguars, teniendo en cuenta mi edad, mi sexo, mi color y el tiempo en que vivíamos, no apuntaba muy bien mi situación, pero hay que seguir hacia adelante».
La cantante prepara el lanzamiento del libro «Tina Turner: My Love Story», a través de la editorial Penguin. En él, alienta a la gente a inscribirse para donar órganos.