El músico rosarino Gonzalo Aloras se dio a conocer públicamente como guitarrista de la banda de Fito Páez. Al tiempo que se dedicaba a una carrera solista, tocó con figuras de la talla de Luis Alberto Spinetta y Litto Nebbia.
«Hay una hermosa canción de Seru Giran que dice ‘no existe una escuela que enseñe a vivir’, y yo creo que esa fue mi escuela», reflexiona. «Siempre menciono esa cualidad y ese hecho distintivo de haber sido adolescente en la década de los 80, rodeado de hermanos mayores que también escuchaban mucha música y ese fervor que había en la época por la música argentina».
«La educación de un músico o de un artista es múltiple, y está atravesada por cosas muy diversas como todas estas que te estoy nombrando, cosas académicas, cosas sociales, familiares, personales…», analiza el legado recibido de esos históricos artistas.
«No fue una propuesta que me hice, ni un desafío puntual el hecho de querer o tener que sentirme parte de la historia rosarina por el hecho de estar allí, pero indefectiblemente eso sucedió. Digo, a diferencia de otros músicos y de otras bandas contemporáneas y de mi generación que a lo mejor estaban más influenciadas por los Red Hot (Chili Peppers), o por Pappo, ¿entendés?».
Con Fito Páez y Luis Alberto Spinetta como sus principales influencias, Aloras cuenta: «En mi caso puntual sí tenía esos dos referentes fuertes, a la vez que me mataba escuchando a Nirvana o Living Colour, que eran los grupos que correspondían a la generación. El folclore para mí es eso, es Spinetta, Charly (García), Fito, Soda (Stereo)… ese es el folclore mío. Entiendo que hay una cosa musical de géneros, pero lo lindo del folclore es que vaya atravesando el tiempo y que vaya mutando».
«Me fui encontrando, como me gusta decir, por azar y por necesidad, con todos estos músicos a los que tanto admiraba y de los cuales tanto sabía, por lo menos musicalmente», recuerda. «Haber tocado con Fito me dio esa cosa de profesionalismo, esa cosa tan metódica y detallista que él tiene para concebir el armado de las bandas, y la sonoridad, y la funcionalidad de cada uno de los músicos».
Sobre la experiencia de haber trabajado con el fundador de Los Gatos y uno de los pioneros del rock argentino, Aloras comenta: «El hecho de haber acompañado a Litto Nebbia y poder cambiar la manera de percibir la música en relación a los errores… el error es no hacer comunión con el otro, no expresar algo de manera noble, lo demás casi no cuenta. Bueno, eso lo aprendés al lado de un tipo como Litto que además está todo el tiempo creando, eso también es un alerta para un músico».
«En el caso de Spinetta me doy cuenta que el humor que él tenía como persona, en su vida y en sus cosas cotidianas, tenía mucho que ver con eso, con equilibrar la intensidad y la profundidad de lo que él estaba haciendo como obra», agrega sobre el «Flaco».
«No hay mayor premio, mayor éxito, mayor repercusión que la que uno pueda tener de la gente que admira», reflexiona. «También ahora, entonces, estamos en un buen momento para compartir eso con más cantidad de gente, porque dentro de ese público que se va ampliando cada día un poco más en función de las cosas que vos vas teniendo para dar… dentro de ese público también hay muchos nuevos artistas esperando por ser influenciados, queridos y admirados».