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Cumple 40 años «Face Value», el debut solista de Phil Collins nacido de un divorcio

12/02/2021 - Retro
Cumple 40 años «Face Value», el debut solista de Phil Collins nacido de un divorcio

En los primeros días de 1981, daba la impresión de que las cosas estaban yendo muy bien para Phil Collins. Finalmente, Genesis estaba logrando el reconocimiento masivo después de ser una banda casi de culto durante una década. Acababa de cumplir 30 años. Y su primer disco solista, «Face Value», estaba listo para salir. Pero la vida personal del cantante y baterista estaba en crisis, ya que su matrimonio de cinco años con Andrea -que había dado como resultado dos hijos- se había desmoronado.

Después de pasar los últimos años escribiendo e interpretando canciones sobre criaturas míticas del bosque y otras temáticas características del rock progresivo, Collins utilizó su debut solista para expresar su dolor, frustración y confusión por su separación. Desde el desgarrador «In the Air Tonight» hasta la penúltima canción del álbum, la frágil balada «If Leaving Me Is Easy», se trata del disco más personal que haya hecho («Face Value» cierra con una versión de «Tomorrow Never Knows» de Los Beatles que encaja perfectamente con la temática del álbum).

Irónicamente, el éxito logrado por Genesis tras el lanzamiento de «…And Then There Were Three…» (1978) y la enorme gira mundial que lo acompañó, fue en parte culpable del divorcio de Collins. Su esposa se quejó de que no pasaba el tiempo suficiente en casa y que si se comprometía a hacer la gira completa, ella no estaría ahí cuando volviera. Collins, sin embargo, sostuvo que la banda estaba en la cúspide de su crecimiento internacional y que la gira dejaría mucho dinero para el futuro. Así y todo, al terminar la gira, Andrea decidió llevarse a sus dos hijos con sus padres a Vancouver, Canadá. En un intento por salvar su matrimonio, Collins se mudó a Vancouver, pero fracasó y regresó a Inglaterra en abril de 1979. Andrea acordó regresar con los niños.

Mientras sus compañeros de Genesis, Tony Banks y Mike Rutherford, se dedicaban a proyectos solistas, Collins utilizó parte de su tiempo libre para escribir canciones. A principios de 1979 le dijo a Modern Drummer: «Una de mis ambiciones es hacer mi propio álbum, que tendrá mucha variedad. Escribo canciones, así como algunas cosas del estilo de Brand X. También estoy al tanto de lo que hace (Brian) Eno, ese tipo de bandas sonoras que siempre me han interesado. El álbum, cuando salga, tendrá muchos estilos diferentes».

En su casa de Shalford, Surrey, Collins instaló en el dormitorio un sintetizador Sequential Prophet-5, un piano, una caja de ritmos Roland CR-78 y un grabador de 8 canales, y grabó una serie de demos con bases y algunas letras primitivas. No le preocupaba la calidad de las grabaciones, ya que lo que podría haber faltado se compensaría con la emoción de las canciones. Hubo numerosas ocasiones en las que Collins dejó de grabar antes de lo planeado porque las ideas no funcionaban en el estudio, reanudando la grabación al día siguiente.

Entre los títulos tentativos se barajaron «Interiors» y «Exposure». Para lanzar el álbum, Collins firmó un contrato solista con Virgin Records para su distribución en el Reino Unido. Lo hizo para «dejar el nido» y así asegurarse de poder mantener un control creativo total sobre la música. Sintió que lanzar el álbum en Charisma Records, el mismo sello que Genesis, habría dañado su éxito debido a las nociones preconcebidas que la gente tiene sobre bandas y sellos. Pensó que un nuevo sello beneficiaría al oyente ocasional y atraería a una audiencia más amplia.

La grabación

Las sesiones de grabación de «Face Value» tuvieron lugar en el Town House de Londres entre junio de 1980 y los primeros días de enero de 1981. Los demos grabados en 8 canales se transfirieron a 16. Según Classic Albums, en lo que se consideró un movimiento controvertido en ese momento, Collins, que creció escuchando R&B estadounidense cuando era niño, decidió incorporar una sección de vientos de R&B, contratando a los Phenix Horns, que tocaban con Earth, Wind & Fire.

Collins produjo el álbum él mismo con la ayuda de Hugh Padgham, quien coproduciría varios de los discos posteriores de Collins y Genesis en la década de 1980. Al principio consideró a George Clinton, Maurice White o Phil Ramone hasta que se dio cuenta de que simplemente quería alguien que respaldara sus propias ideas. El ingeniero de grabación asistente Nick Launay fue contratado después de que Collins quedara impresionado con su trabajo con Public Image Limited. Pero no estaba satisfecho con el corte inicial del álbum, describiéndolo como un álbum de Queen, «grande, británico y directo». Luego escuchó varios álbumes de artistas negros, incluidos los de The Jacksons y un puñado de músicos de soul de su propia colección de discos, y notó un vínculo común con el técnico Mike Reece, que trabajaba en un estudio de masterización de Los Ángeles. Reece preparó un corte con el que Collins quedó satisfecho.

Las canciones

Collins se dio cuenta que en «Face Value» buscaba reproducir su afición por las melodías simples de Weather Report y por la música negra. A pesar de su reputación como baterista incluyó, no sin polémica, una batería electrónica. Dijo que quería experimentar con diferentes sonidos y que se inspiró en el trabajo de su excompañero Peter Gabriel, quien había utilizado la batería electrónica en su último álbum… y Collins había sido parte de esas sesiones. Sumó violines de estilo indio, interpretados por L. Shankar para algunas texturas adicionales.

Aunque el tono general del disco era de dolor y angustia, Collins fue lo suficientemente astuto como para disfrazar algunas canciones con alegres estribillos pop (como «I Missed Again») y entretejer algunos temas no relacionados (como una versión de «Behind the Lines» de Genesis, que el año anterior había aparecido en un formato de rock progresivo en el álbum «Duke» de Genesis). Desviándose hacia el terreno del R&B en algunas canciones, Collins se aseguró de que «Face Value» no se tratara solo de lágrimas. Incluso escribió una canción sobre una nueva mujer en su vida («This Must Be Love») que dejaba entrar un poco de luz en la oscuridad.

Sin embargo, la oscuridad es lo que sobresale. Durante sus primeros tres minutos, el inquietante «In the Air Tonight» suena como si estuviera narrado por un fantasma, o al menos la sombra de un hombre. Cuando la famosa avalancha de batería rompe esa relativa calma, se trata de un intento inútil de contener esa frustración latente y al mismo tiempo liberarla. No hay duda de que algo está destrozando por dentro a Collins. Lo mismo ocurre con las baladas, muchas más de las que aparecían en cualquier álbum de Genesis hasta ese momento. Hay un dolor genuino en sus palabras y en su voz.

Algunas composiciones fueron finalmente omitidas del álbum. Ellas son «How Can You Just Sit There» -que evolucionó hasta convertirse en su exitoso single de 1984 «Against All Odds (Take a Look at Me Now)»-, y una melodía que se transformaría en «Don’t Lose My Number» y que recién aparecería en el tercer álbum de Collins, «No Jacket Required» (1985).

Los fans de Genesis acompañaron a Collins en su debut solista. «Face Value» alcanzó el número uno en el Reino Unido, Canadá y Suecia, y el puesto 7 en los Estados Unidos, más alto que cualquier álbum de Genesis hasta ese momento («Abacab», que fue lanzado más tarde en 1981, también llegó al número 7 en los Estados Unidos).

En pocos años, el éxito solista de Collins superaría al del grupo, y hasta arrastraría a los álbumes de la banda «Genesis» (1983) e «Invisible Touch» (1986) a los primeros lugares del los charts. Y todo comenzó con un trabajo personal surgido de uno de los períodos más difíciles de su vida.


Texto: Rodolfo Poli