Gene Simmons asegura que no hay ningún gran secreto para poder hacer un show noche tras noche con más de 22 kilos de equipo encima (entre su armadura y su guitarra): «Nunca he estado borracho ni drogado», afirmó el músico, de 67 años, actualmente de gira con su banda Kiss.
Aunque el estilo de vida del rock ’n’ roll prácticamente predica la indulgencia con el alcohol y las drogas, Simmons señaló que siempre estuvo en contra de eso debido a su madre, quien sobrevivió sus días en un campo de concentración mientras que muchos otros miembros de su familia no lo lograron. «Soy su único hijo», comentó el músico. «Sabía que no tenía derecho a hacerle daño a mi madre. La vida ya le había hecho bastante».
Simmons expresó que la abstinencia lo ayudó a mantenerse en la cima de la industria del espectáculo y le permitió seguir llenando estadios, incluso después de más de cuatro décadas con la música. «Literalmente, jamás tomé alcohol. Ni en público ni en privado. Simplemente no me gusta el sabor ni el olor de cualquier cosa que contenga alcohol. Nunca he estado borracho en mi vida y jamás he tomado más de un sorbo de nada; cada vez que lo hacía, lo odiaba. Brindo únicamente en ocasiones sociales, pero eso es todo».
Simmons, cuya banda ingresó al Salón de la Fama del Rock and Roll, agregó que «la vida es una carrera, y nosotros estamos en competencia constante. No estoy aquí para convencer a nadie acerca de mi estilo de vida. Esto es simplemente lo que quiero para mí», aseguró, y aclaró que no entiende por qué alguien elige perjudicar su capacidad de triunfar por el alcohol y las drogas.
Hipotéticamente, señaló Simmons, «si hacemos una comparación entre 10 tipos, ¿creés que le irá mejor al sobrio que al que está un poco borracho? Seguro, porque el alcohol no ayuda para nada».
El músico también se mostró crítico con los medios de comunicación que muestran el alcohol como algo «positivo» y en noticias donde dicen que «el vino tinto es bueno para la salud». «La gente ve eso como una licencia para tomar», sostuvo.
Simmons aseguró que jamás se sintió atraído por adormecer sus sentidos. «Debemos ser como los tiburones, estar alertas; ellos se desplazan constantemente por el agua, caso contrario se ahogan».
En lugar de tóxicos, el bajista precisó que su droga preferida son los logros, y que los conciertos en vivo de Kiss son una sesión de ejercicios que requiere una preparación: «Tenés que estar en gran forma», aseguró.
Simmons y su esposa, Shannon, caminan habitualmente en las Montañas de Santa Mónica. «Recorremos entre cinco y doce kilómetros, de cuatro a cinco veces por semana», detalló. «Cuando recorrés planicies y bajadas, corrés; cuando vas hacia arriba en una colina, caminás rápidamente. Al final del recorrido quedas empapado».
El músico, socio de los bares y restaurantes Rock & Brews, señaló que tomar es una decisión personal: «Uno debe ser juez y parte de sí mismo», dijo. En su caso, remarcó, que esa decisión fue la clave para poder tocar rock and roll toda la noche.