La decisión de EMI de revisar el catálogo de Los Beatles en 1987, impulsada por la revolución de los CD, tardó mucho en llegar. Durante más de 20 años, los álbumes de la banda más popular del mundo eran conocidos de una manera por los fans estadounidenses y de otra forma por los fans europeos.
La producción original de LP de Los Beatles en el Reino Unido constaba de 12 álbumes; en los Estados Unidos hay muchos más, ya que los singles perdidos y las canciones de EP finalmente se recopilaron para hacer nuevos discos de Los Beatles que no estaban disponibles en ningún otro lugar.
Por lo tanto, la estandarización de los álbumes de Los Beatles (más el «Magical Mystery Tour», originalmente un EP doble en el Reino Unido, pero ampliado con singles hasta alcanzar la extensión de un LP en los Estados Unidos) en los albores de la era del disco compacto fue una de las más inteligentes cosas que la industria de la música haya hecho alguna vez. Pero planteó un gran problema: ¿Qué hacer con todos esos fragmentos que nunca encontraron su camino en los álbumes originales?
Las recopilaciones de «Past Masters», lanzadas originalmente en dos volúmenes el 7 de marzo de 1988, pero luego reempaquetadas como un set de dos discos cuando el catálogo se remasterizó en 2009, ofrecen la solución perfecta: los 33 sobrantes oficiales reunidos.
Desde la versión original del single de 1962 «Love Me Do» con Ringo Starr en la batería (la versión del álbum incluye un baterista de estudio reemplazando a Starr, que toca la pandereta) hasta «You Know My Name (Look Up the Number)» de 1970, el lado B de «Let It Be», «Past Masters» es una de las compilaciones esenciales del rock. Es tan histórico e importante como cualquier otro álbum de Los Beatles.
Además, a menos que uno encuentre copias antiguas en vinilo de los LP de los Estados Unidos (o compre los dos box set de Capitol Albums), a su colección le faltarán «I Want to Hold Your Hand», «Rain» y «Hey Jude», entre muchos otros temas clásicos que no pertenecen a ningún álbum.
«Past Masters» no fue un gran éxito: el volumen uno llegó al número 149 en las listas estadounidenses, el volumen dos subió al puesto 121. Pero su importancia dentro de uno de los catálogos más preciados del rock es inconmensurable. Pertenece a la misma estantería en la que no pueden faltar «Revolver» y «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band».