Cuando el 24 de enero de 1989 salió el álbum debut homónimo de Skid Row, parecían los últimos de una larga lista de bandas de hair-metal en busca de fama y fortuna. En cambio, como lo ha demostrado la historia, fueron el último gran éxito surgido de un género que ya estaba moribundo.
El tiempo lo era todo. «Skid Row» llegó a las disquerías casi cinco años después del lanzamiento del álbum debut de Bon Jovi, cumpliendo un acuerdo alcanzado años antes entre los amigos adolescentes Jon Bon Jovi y Dave Sabo, quienes se habían prometido que quien lograra primero el éxito ayudaría al otro.
Y como Richie Sambora había desplazado a Sabo como guitarrista principal de Bon Jovi a último momento, Jon Bon Jovi no dudó en cumplir su antigua promesa cuando Sabo cofundó Skid Row unos años más tarde con el bajista Rachel Bolan. su compañero guitarrista Scotti Hill y el baterista Rob Affuso.
Con la ayuda de Doc McGhee, el poderoso mánager de Bon Jovi, Skid Row pronto encontró un cantante talentoso y carismático en el adolescente canadiense Sebastian Bach, y firmó contratos con las editoriales y discográficas de Bon Jovi.
A mediados de 1988, Skid Row estaba grabando su álbum debut en el idílico entorno de Lake Geneva, Wisconsin, después de haber pagado 35.000 dólares al dios de la guitarra Gary Moore por los derechos del nombre de su antigua banda de los años 60. En enero de 1989, «Youth Gone Wild», el primer single del álbum, ya estaba apareciendo en las listas de reproducción de estaciones de radio de todo Estados Unidos gracias a sus riffs de glam-metal meticulosamente concebidos y un imponente coro.
«Skid Row» se convirtió en un gran éxito, vendiendo más de cinco millones de copias y convirtiendo a la banda en un pilar de MTV. Aunque el grupo no tuvo reparos en resaltar su imagen de chico carilindo y de pelo largo, satisfaciendo el enorme mercado femenino con baladas poderosas e irresistibles como «18 and Life» y «I Remember You», su primer álbum estuvo repleto en gran medida de valiosas canciones de hard rock («Big Guns», «Sweet Little Sister», «Piece of Me») que los hacen ubicarse más cerca de Guns N’ Roses, con alguna controversia ocasional, que de Poison.
En otras palabras, Skid Row tenía claramente la intención de limitar el «pop» en su «pop-metal», una medida que también los diferenciaba de bandas como Warrant y Britney Fox, asegurando que sus canciones no sonaran tan anticuadas en el largo plazo. Pero mientras tanto, la búsqueda dedicada de la banda de sonidos más pesados en el segundo álbum «Slave to the Grind» no le cayó bien a su sello, a su mánager ni a Jon Bon Jovi.
Eso aceleró el colapso de la carrera de Skid Row ante el ataque del naciente grunge. Aún así, décadas después, Skid Row continúa trascendiendo la mayoría de las trampas de la época que eventualmente condenaron a muchos de sus coetáneos.