La banda rosarina Cielo Razzo acaba de publicar «El día fuera del tiempo», su primer álbum en nueve años. El cantante Pablo Pino y el guitarrista Diego Almirón cuentan que las canciones del disco comenzaron a aparecer «hace tres o cuatro años» y que están tienen que ver «con volver a encontrarnos, con decir las cosas, con bajar cambios».
Pablo Pino: «Yo no recuerdo cuando empezamos a grabar este disco, yo recuerdo el último tramo que fue ahora».
Diego Almirón: «Yo creo que fue en un viaje después de ‘Tierra nueva’, un viaje para el interior, para parar un poquito la pelota y la rueda, que era una locura hacerlo, pero creo que hubo una necesidad, ¿no? Y bueno, se nos estiró un poquito más el tiempo, pero hace tres o cuatro años empezaron a aparecer estas canciones, y otras que quedaron afuera».
PP: «Uno se va moviendo, y por momentos entiende que tiene que parar por distintas razones, tiene que frenar, sacar la pata, a veces no te queda otra. Hay veces que uno se replantea y hay veces que no queda otra, pasamos pandemia, pasamos de shows que nos fue como el orto, Hay muchas cosas que pasaron que hicieron que el disco se demorara, pero creemos que salió en el momento que tenía de salir y tiene lo que tiene que tener, eso es lo que estamos viendo, que el disco suena hermoso, la verdad. Obviamente siempre estamos felices con la salida de un disco, pero este tiene algo, tiene un extra… que debe ser por el tiempo que tardamos en sacarlo y demás, esa demora, y por el trabajo que hubo entre nosotros, de qué manera fuimos charlando para donde lo queríamos llevar y ese tipo de cosas».
DA: «Yo creo en lo que dice Pablo, siempre los discos nos van dejando cosas y se nos van ocurriendo criterios, conceptos, y en el parate tuvimos que repensar un poco todo, la verdad. Cada uno con sus cuestiones personales. Pero hablando de lo que es el grupo en sí, ¿para qué hacemos lo que hacemos? ¿por qué? ¿qué vamos a decir? Y ahí empezó toda una búsqueda, una búsqueda que nos llevó años, pero pudimos encontrar, cuando nos dimos cuenta de que teníamos un concepto, medianamente armado, que ya veníamos trabajando en algunas otras canciones, pero ya era un concepto muy fuerte, ¿viste? De solidaridad, de un montón de cosas que explotaron, que necesitabas, volver a tu eje, a la calma, y bueno, tenía que ver con eso el disco, tenía que ver con volver a encontrarnos, con decir las cosas, con bajar cambios, las cosas que nos parece que estamos haciendo mal, todos como sociedad, ¿no?».
PP: «Por eso a lo mejor se explica un poco también el hecho de que hubo como no sé si un reclamo, pero se cuestionó por qué no entraron las canciones que hicimos en el periodo de la pandemia. Porque ya no tenían que ver con esto. Esas canciones fueron como un salvataje para nosotros, que era el principio de un disco, pero que después terminó no siéndolo y quedaron como las canciones de salvataje de esa época. Y estas encerraban un concepto sin que yo por lo menos lo haya notado, o sea, lo terminé notando ya casi sobre el final, un poco charlando siempre con él y demás. Igualmente creo que la demora y las canciones, todo tiene que ver con como vivimos, es un poco una representación de lo que somos, a veces las cosas son más fáciles, a veces las cosas son más simples, a veces son más hermosas, a veces no tanto, y este disco un poco representa eso, son canciones que estaban dando vueltas y que vinieron a salir ahora porque tenían que salir y hubiésemos querido que salgan hace tres años atrás, quizás, pero no pudimos y salieron ahora. Y estamos felices con eso».