Viva Elástico publicó recientemente «Instantáneo», su primer disco en tres años. El álbum, producido por Gustavo Iglesias, dura apenas 28 minutos y no suena como una continuación de lo anterior, sino como un renacimiento. Ale Schuster, líder de la banda, habló de las nueve canciones nuevas que funcionan como una cápsula.
«Empezó todo con el productor Gustavo Iglesias, nos direccionó a buscar algo nuevo y a componer desde células nuevas», explica Schuster. «Por ejemplo, antes se componía bajo parámetros como pensar en un estribillo y hoy están todas las canciones conectadas, se van alimentando, se van desarrollando todas juntas».
«Si son 9 canciones, decimos ‘bueno, en esta canción tenemos estribillo y tenemos una parte experimental, en la otra podemos no tenerlo’. Entonces se va desarrollando una obra en conjunto que te va dando la posibilidad de ampliar los matices, porque cuando tenés algo en otra canción… ¿para que lo vas a repetir? Cuando empezás a pensar las canciones por separado puede llegar a suceder que te repitas, entonces es una estrategia. Eso fue una de las cosas y después también a ir a buscar nuevas influencias y que ciertas intensidades que uno ya tiene en la memoria, o siente que logra las cosas de una manera, viene alguien a enseñarte que podés lograrlo de otra manera», clarifica.
«Y bueno, intentábamos hacer algo nuevo, ya te digo, gran mérito del productor de ayudarnos a buscar nuevas formas y por sobre todo a unificarnos. Entonces nació como un pensamiento en común entre los cuatro integrantes de la banda, ─él es como un quinto en este caso─ y nos llevamos mejor también», cuenta Schuster.
Y amplía: «Hubo un momento catártico de confusión y de conflicto y de repente… cuando encontramos una canción que es ‘Metalero’… bueno, esa es como la que sufrió todos los paradigmas y tiene un montón de partes que no entraron… ideas y arreglos que no entraron y cuando encontramos esa ahí se empezó a desarrollar una idea general».
«Tres canciones se compusieron después de resolver las otras seis», explica. «Entonces fuimos y esas tres se grabaron directamente en vivo. ‘La Perdí en el Camino’, por ejemplo, dijimos ‘vamos a armar una canción que tenga este ritmo que nos falta’. Yo tenía una lenta y el productor propuso hacerla de esta velocidad. Dijo: ‘pará, nos falta esto… el tiempo rítmico se nos iba a quedar un disco muy lento y necesitamos ir más para arriba’. Y esa canción, que era lenta… muy lenta, como otra balada más lenta, la llevamos a esto».
«No importan tanto las cosas en las que cambiamos, sino las decisiones que tomamos. Que en un momento lo importante es eso, las decisiones, como ser consecuente con ellas. Y fuimos, lo somos, lo estamos siendo. Lo importante es que nosotros nos conservamos desde la música. Al menos yo, y hablo de lo personal porque es algo muy profundo, que es que estoy completamente alineado con el respeto por lo que elegí».
«Porque en el fondo uno no es músico, o sea, uno atrás de todo esto no es que bueno, músico, lo que fuere. Uno es algo antes de su nombre, inclusive. Entonces yo estoy concentrado con que salgo, cruzo la puerta con una guitarra, salgo de mi casa y salgo con una guitarra hacia la sociedad, hacia… entonces eso es, tengo que estar alineadísimo con eso, porque desde ahí salgo adelante. Y así mis compañeros también. Y estamos realmente re contentos con cómo nos está resultando esa práctica», sentencia.