Una semana antes de que U2 abordara uno de los últimos vuelos comerciales a Berlín Oriental para hacer el álbum que se convertiría en «Achtung Baby», dieron a conocer una nueva canción, un verdadero presagio de su música por venir.
Apareció en el compilado «Red, Hot + Blue», a beneficio de la lucha contra el Sida, lanzado el 25 de septiembre de 1990. Presentaba a artistas contemporáneos que ponían su toque único en las composiciones de Cole Porter y U2 ofrecía una reinterpretación especialmente ingeniosa de «Night and Day».
Fue la primera canción que sacaron en la década de 1990 y era bastante diferente a todo lo que habían hecho antes. El telón de fondo sonoro era inquietante y lleno de emoción y rememoraba los peligros de la vida nocturna. Ritmos estrepitosos y elementos de rock industrial ofrecían una contraparte extrañamente agradable a la voz de Bono.
Las huellas digitales de Mark Ellis -también conocido como Flood– estaban por todas partes. El productor inglés había sido ingeniero en «The Joshua Tree», pero sus dotes en el estudio fueron especialmente evidentes en «Violator», el séptimo y consagratorio álbum de Depeche Mode que se había lanzado en marzo de 1990. Ahora estaba ayudando a U2 a reinventarse y gran parte del mes de junio de ese año se dedicó a hacer que «Night and Day» sonara perfectamente bien.
El 30 de diciembre anterior, Bono le dijo a la multitud en Point Depot de Dublín que U2 se alejaría un tiempo para «soñarlo todo de nuevo». Parecía como si la banda se hubiera cansado de su enormidad y, uno podría imaginar, dolida por algunas de las críticas que recibieron tanto el álbum como la película «Rattle and Hum».
U2 ha pasado gran parte de su carrera hablando de nuevos proyectos, y muchas veces sin cumplir, pero «Achtung Baby» sería una verdadera reinvención.
El proceso comenzó poco después de que terminara la gira «Lovetown» a principios de 1990, y muy lejos del centro de atención. Bono y The Edge habían acordado trabajar en la banda sonora de una nueva adaptación teatral de Londres de la novela más famosa de Anthony Burgess, rebeautizada «A Clockwork Orange 2004» (La Naranja Mecánica 2004). La obra requería un enfoque vanguardista y, fuertemente inspirados por bandas industriales alemanas como Einstürzende Neubauten y KMFDM, ambos entregaron rápidamente una música que era muy diferente de todo lo que habían hecho antes.
Las malas críticas de la producción significaron muy poco tiempo en cartel y la contribución de Bono y The Edge pasó desapercibida. Una de las canciones, «Alex Descends Into Hell for a Bottle of Milk / Korova 1» fue lanzada como lado B de «The Fly» y luego aparecería en la versión de lujo por el 20º aniversario de «Achtung Baby».
La canción proporciona una instantánea fascinante de la dirección que estaba tomando U2, una en la que el riesgo era fundamental para su arte. Tanto ese experimento como «Night and Day» constituyen el sonido de una banda que echa por la borda toda comodidad. Sería un buen augurio para las sesiones en Berlín.
De hecho, un puñado de canciones clave de «Achtung Baby» comenzaron su vida en los estudios STS de Dublín en el verano boreal de 1990, pero aún eran poco más que fragmentos antes de que se les diera forma en los estudios Hansa.
Lo primero que hizo la banda a su llegada a Berlín fue ponerse en contacto con el cineasta y autor Wim Wenders y grabar un video para «Night and Day». La música está a años luz de distancia de lo que habían hecho en «The Joshua Tree» y «Rattle and Hum», pero su imagen seguía siendo la misma. Aún faltaba algo de tiempo para ese cambio.
El trabajo comenzó en serio, aunque la sesión previa a la Navidad en el estudio junto a un Muro de Berlín desmantelado estuvo plagada de dificultades. Bono y The Edge estaban ansiosos por seguir adelante con nuevas ideas y nuevos sonidos, mientras que Adam Clayton y Larry Mullen Jr. reflexionaron sobre cuál sería su papel en el nuevo y valiente mundo de U2.
Daniel Lanois estuvo con ellos durante esos meses difíciles. No solo trabajó su alquimia en el estudio, sino que también hizo un buen uso de sus fuertes habilidades con las personas, manteniendo al cuarteto optimista cuando las nuevas canciones luchaban por fusionarse.
Todas las piezas empezaron a caer en su lugar con «One». La banda a menudo ha citado la canción como una de sus creaciones más importantes, y con razón. No solo proporcionó el corazón emocional de «Achtung Baby» y se convirtió en un momento clave en los conciertos futuros, sino que mantuvo a la banda unida.
Brian Eno, que había trabajado con U2 desde el álbum «The Unforgettable Fire», llegó al estudio cuando se había hecho el trabajo rudimentario en el álbum y su contribución fue enorme. El antiguo salón de baile de la SS tenía un lugar especial en su corazón: fue allí, a fines de la década del 70, donde había producido dos de los álbumes más importantes de David Bowie, «Low» y «Heroes».
Su emblemático sonido está ahí desde el principio, mientras «Zoo Station» se despliega con ritmos sintetizados e inconexos sobre un fondo sónico que es una parte ambient y otra parte rock industrial.
La huella de Eno también ayuda a hacer de «The Fly» la mejor canción anti-U2. Fue el primer single del álbum, lanzado en octubre de 1991. Se convirtió en el segundo single de U2 en alcanzar el número uno en la lista del Reino Unido («Desire» fue el primero), rompiendo una seguidilla de 16 semanas en el primer lugar de Bryan Adams con «(Everything I Do) I Do it For You».
Como anticipo de «Achtung Baby», «The Fly» fue la mejor opción posible. Fue abrasiva y emocionante, sonoramente, y las letras aforísticas de Bono sugerían a un hombre que se había desprendido de su seriedad. El video, filmado en Londres y Dublín, marcó el comienzo de una imagen completamente nueva: anteojos de sol para el cantante (no se lo ha visto sin anteojos de sol desde entonces), mucho cuero, un gorro para The Edge. Difícilmente podría haberse parecido menos al cuarteto con el ceño fruncido que apareció en la portada de «The Joshua Tree». Bono, siempre a favor de la observación concisa, señaló que «The Fly» era «el sonido de cuatro hombres talando ‘The Joshua Tree'» y tenía toda la razón. Podría haber dicho lo mismo sobre «Achtung Baby» en su totalidad.
Treinta años después de su lanzamiento, muchos consideran que el álbum es la gloria suprema de U2. No hay una canción floja, y aunque «One» y «Mysterious Ways» probablemente estén entre las 10 mejores canciones de U2, las menos conocidas «Ultra Violet (Light My Way)» y «Love Is Blindness» perduran con la misma fuerza.
El consenso crítico en ese momento era que la banda había hecho una obra maestra. En una perspicaz reseña, el editor de Hot Press, Niall Stokes, escribió: «‘Achtung Baby’ se sumerge en la rica complejidad de la experiencia adulta, lo espiritual, lo cerebral y lo sensual, todos inmerso en un caldero de ambición, inseguridad y deseo. Aparentemente decadente, sensual y oscuro, es un disco de y para estos tiempos».
El hecho de que algunas de sus canciones más emotivas se hayan inspirado en el matrimonio roto de The Edge se suma a la sensación de una banda que se adentra profundamente en sí mismos en nombre del arte.
Cuando hicieron «Achtung Baby», los integrantes de U2 tenían apenas 30 años. Su carrera era todavía comparativamente joven, su álbum debut, «Boy», había sido lanzado solo 11 años antes, pero lo que es evidente ahora es su deseo de esforzarse, de no conformarse con ser «lo suficientemente buenos».
Hoy hay un U2 muy diferente. Han pasado más de cuatro años desde su último álbum y solo ha habido rumores sobre uno nuevo. Un nuevo single, «Your Song Saved My Life», que se grabó para la película «Sing 2», es U2 por momentos, y quizás el single más débil que hayan lanzado en su carrera.
A mediados de año habían lanzado la canción oficial de la Eurocopa 2020. Podría decirse que «We Are the People» es más una creación de Martin Garrix que de U2.
«Achtung Baby» marcó el comienzo de la década más atrevida de U2. Poco después lanzaron «Zooropa» (un álbum improvisado que simplemente no podría producirse hoy) y buscaron una mayor reinvención con «Pop» en 1997. Ese álbum ahora se ve como un acto fallido, pero volvieron a pisar fuerte en «All That You Can’t Leave Behind» de 2000.
No hay debate sobre los méritos de «Achtung Baby»: el álbum, en última instancia, por el que incluso los que odian a U2 tienen cierta debilidad.