Tres hombres, entre ellos un curador del Salón de la Fama del Rock and Roll, han sido acusados de presuntamente intentar vender letras manuscritas del cofundador de los Eagles, Don Henley, que fueron robadas y están valuadas en más de un millón de dólares.
Según documentos judiciales, casi 100 páginas escritas por Henley, entre ellas la letra de «Hotel California» y «Life in the Fast Lane», fueron robadas a fines de la década del 70 por un autor contratado para escribir una biografía de la banda.
Craig Inciardi, Glenn Horowitz y Edward Kosinski están acusados de conspirar para vender las páginas de Henley a través de casas de subastas, a pesar de que sabían que los artículos habían sido robados.
Rolling Stone señala que fue Horowitz quien adquirió los documentos de los Eagles en 2005. Luego, presuntamente reclutó a Inciardi y Kosinski en un intento por «vender los documentos a varias casas de subastas, además de tratar de ‘coaccionar’ a Henley para que volviera a comprar la propiedad que por derecho le pertenecían».
Inciardi es curador y director de adquisiciones en el Salón de la Fama del Rock and Roll. Había trabajado para la casa de subastas Sotheby’s antes de sumarse al personal del Salón.
Los tres han sido acusados de conspiración en cuarto grado, lo que conlleva una pena de hasta cuatro años de prisión. Inciardi y Kosinski también fueron acusados de posesión criminal, mientras que Horowitz fue acusado de intento de posesión criminal de propiedad robada y dos cargos de obstaculizar el enjuiciamiento. Los tres se declararon inocentes.
«La oficina del fiscal alega criminalidad donde no existe y empaña injustamente la reputación de profesionales muy respetados», dijeron los abogados de los acusados a través de un comunicado. «Lucharemos enérgicamente contra estos cargos injustificados. Estos hombres son inocentes».
Mientras tanto, el mánager de los Eagles, Irving Azoff, le dijo a Rolling Stone que las acusaciones exponen «la verdad sobre la venta de recuerdos musicales muy personales robados y escondidos detrás de una fachada de legitimidad».
«Nadie tiene derecho a vender bienes obtenidos ilegalmente o beneficiarse del robo descarado de piezas insustituibles de la historia musical», continuó. «Estas letras manuscritas son una parte integral del legado que Don Henley ha creado a lo largo de sus más de 50 años de carrera».