Andrés Calamaro nació en Buenos Aires el 22 de agosto de 1961. Recibió su primera oferta para tecladista de Raíces, en 1978. Luego probó suerte con Chorizo Colorado Blues Band, que formó con su amigo Augusto «Gringui» Herrera, y también con una banda de la línea de The Platters, inclinado un poco por el rock, para así definirse de nuevo junto a «Gringui» en Elmer’s Band, entre otras.
Asimismo, fue llamado por Zeta Bosio para ser parte de la banda The Morgan, que se transformó en Proyecto Erekto, al que se sumó Gustavo Cerati y que finalmente fue Soda Stereo, pero ya sin la presencia de Calamaro.
Gracias a la ayuda de sus amigos Alejandro Lerner y Pipo Lernoud, quienes lo recomendaron como tecladista, a principios de 1981, Calamaro recibió la llamada de Miguel Abuelo, recién llegado de Ibiza. Con Miguel formó la nueva alineación de Los Abuelos de la Nada, en ese entonces realizó sus propias canciones y en poco tiempo logró popularidad como compositor, llegando a brindar grandes éxitos como «Sin gamulán», «Mil horas» y «Costumbres argentinas».
Para 1984 y aún sin publicar el tercer disco de estudio de Los Abuelos de la Nada, lanzó su primer álbum como solista, «Hotel Calamaro», producido por Charly García.
En 1985 terminó su relación con la agrupación de Miguel. Ese mismo año, Calamaro publicó el álbum «Vida cruel», e inició su trabajo como productor de bandas como Los Fabulosos Cadillacs y Los Enanitos Verdes.
En 1988 y 1989 salieron a la venta, respectivamente, los discos «Por mirarte» y «Nadie sale vivo de aquí», con los que demostró su independencia y madurez musical.
En 1990 se fue a España y con Ariel Rot y Julián Infante -dos ex integrantes del grupo Tequila– realizó el proyecto Los Rodríguez, que contaba además en su formación con Germán Villela en la batería y Daniel Zamora en el bajo. La banda editó tres álbumes de estudio: «Buena suerte», «Sin documentos» y «Palabras más, palabras menos», además de uno en vivo, «Disco pirata».
Sin embargo, Calamaro no podía contener su capacidad creativa, y al mismo tiempo que tocaba con Los Rodríguez seguía componiendo. Así, editó los dos volúmenes de la serie «Grabaciones encontradas». Por ese entonces emprendió un nuevo proyecto que lo llevó a los Estados Unidos, donde grabó, junto con músicos de sesión, los temas de su nuevo trabajo como solista, que tituló «Alta suciedad» e incluyó temas como «Flaca», «Media Verónica» y «Crímenes perfectos».
El disco superó las 500 mil copias vendidas en todo el mundo (el segundo disco más vendido del rock argentino después de «El amor después del amor», de Fito Páez, que alcanzó las 750 mil placas vendidas) y llevó al músico a realizar gran cantidad de recitales, en los cuales compartió el escenario con músicos como Fito Páez y Joaquín Sabina, entre otros. Diez años después (2007) «Alta suciedad» fue ubicado en el décimo puesto, por 180 músicos y periodistas musicales, en lo que serían Los 100 mejores álbumes del rock argentino según Rolling Stone.
Calamaro participó del álbum «Chiapas», para el cual grabó el tema «Media Verónica», presente en «Alta suciedad».
«Honestidad brutal» fue un álbum doble de 1999, ya que tuvo más crudeza que los anteriores. «El día de la mujer mundial» o «Paloma» e incluso el reciclado «Los aviones» fueron muestras de ello.
El año 2000, después de hacer una selección de 300 temas de 500 que grabó, viajó a España con sus músicos (Ciro Fogliatta, Guillermo Martín, Candy Caramelo, Gringui Herrera, el «Niño» Bruno y el guitarrista Coti Sorokin) y grabó las 103 canciones que fueron presentadas en «El salmón», un álbum histórico para la industria musical por contener cinco discos.
Varios años de silencio pasaron antes de su siguiente trabajo. Calamaro publicó varios temas inéditos en internet, pese a la presión de la industria discográfica en contra del mp3.
En 2004 se despachó con «El cantante», un disco casi acústico de canciones clásicas del repertorio latinoamericano y tres composiciones propias. También en «Tinta roja» realizó una selección de otros autores, en este caso del mundo del tango.
Entretanto de esos discos, Andrés regresó a Argentina para presentarse acompañado por Bersuit Vergarabat. Este show, documentado en «El regreso» (obtuvo el premio Gardel de Oro y varias menciones), fue una reedición en vivo de clásicos recientes del bautizado El Salmón.
Con «El palacio de las flores» no concretó un retorno masivo como podría imaginarse, sino algo mucho más artesanal, trabajando junto a Litto Nebbia. El single de difusión fue «Corazón en venta».
En 2006 se lanzó «Calamaro querido! Cantando al Salmón». Un disco tributo a Andrés, cuyo elenco incluyó a buena parte de los históricos del rock argentino como León Gieco, Lito Nebbia, Pedro Aznar, Fabiana Cantilo y Fito Páez. Grupos como Los Fabulosos Cadillacs, Los Pericos y Los Auténticos Decadentes, y músicos de otras latitudes como Joaquín Sabina, Niña Pastori, Julieta Venegas, pasando también por algunos nuevos talentos como el catalán Muchachito Bombo Infierno, dos personalidades que quedaron fuera por cuestiones de última organización fueron Gustavo Cerati y el español Alejandro Sanz.
El gran retorno de A.C. a las bateas fue, efectivamente, con «La lengua popular», una colección de doce canciones que incluyen el sello de Calamaro: estribillos, poesía, letras finas, ironía, mezcla de ritmos. Sin dudas, uno de los discos más importantes de ese año.
El 9 de enero de 2007, Calamaro fue padre por primera vez. Charo fue el fruto de su relación con la actriz Julieta Cardinali.
En enero del año 2009, y a raíz de la celebración de los 10 años de la revista Efe Eme, Andrés Calamaro ofreció otro disco inédito «Nada se pierde», cargado de temas desconocidos hasta la fecha. Entre las canciones incluidas figuraba inéditos post-Salmón (2000-2003), versiones de artistas como Bob Marley, Sumo, Moris y Luis Alberto Spinetta («Bajan»), una grabación encontrada de la gira Honestidad Brutal interpretando la canción «I Can’t Help Falling in Love» (famosa por Elvis Presley y UB40) y finalmente dos cortes en vivo, extraídos de su gira «La lengua popular», los tangos «Los mareados» y «Jugar con fuego».
En 2009, la abundancia creativa de Calamaro superó lo conseguido con «El salmón»: «Andrés, obras incompletas» fue un box-set de seis discos, dos DVDs y un libro, que incluyen recopilaciones, inéditos y rarezas seleccionado personalmente por el propio autor.
Entre las 108 canciones sobresalieron «Las cosas que me ayudan a olvidar», que había quedado afuera de discos anteriores, «Rock de la mujer perdida», cover de Los Gatos, «Bachicha», el corte difusión, «Desconfío», de Pappo Napolitano, y «De la lluvia», un inédito de 1996. También se publicó una edición acotada, de tan sólo 18 temas.
En junio de 2010 se publicó su álbum «On the rock», con la idea de grabar un material de estudio con sus compañeros de gira, Andrés invitó a artistas de la talla de Calle 13, El Langui, Diego El Cigala, Enrique Bunbury, Niño Josele, Loquillo, Pereza y Jerry González. El disco recuperó temas como «El perro» y nuevos como «Te extraño». A la semana de su publicación, «On the rock» se colocó en el numero uno en las listas de ventas de España.
El 23 de julio de 2010, Andrés Calamaro se casó con Julieta Cardinali, tras cinco años de relación y una hija.
En 2011 realizó una obra doble llamada «Samonalipsis Now», que contó con 54 canciones en total, varias extraídas de su trabajo «El Salmón» y algunas inéditas. Este disco fue presentado en una gira por España, realizada entre los meses de mayo y junio.
Ya en 2012 se reeditó «Tinta roja», aquel álbum homenaje a 10 clásicos del tango argentino editado originalmente en 1996 con clásico como «Nostalgias», «Sur» y «Por una cabeza», entre otros.
El 30 de julio de 2013 se estrena el single «Cuando no estás», primer corte de su nuevo álbum «Bohemio», que salió a la venta el 17 de septiembre de ese año.
El 14 de mayo de 2014 sale a la venta una reedición de «Bohemio» que incluye el DVD de la película «Bohemia», dirigida por Leo Damario. En el film, dirigido en riguroso blanco y negro, actúan Carla Quevedo, Micaela Breque y el propio Andrés.
“Jamón del medio” y “Pura sangre” son sus más recientes registros en vivo, alzándose con un premio Gardel en la categoría Mejor Álbum Artista de Rock.