El músico y actor Antonio Birabent publicó “Hijos del rock” y “O.”, dos discos lanzados de manera simultánea, que serán presentados el sábado 24 de julio en la Usina del Arte del barrio porteño de La Boca.
Los dos discos conviven en una misma caja y no se venden por separado, a pesar de que en el sobre interno hay una leyenda aclaratoria que reza: “Esto es un disco no doble. Son dos estaciones distintas de un mismo viaje”.
“Me pareció que las ventajas eran mayores que los riesgos. Dada la situación de la industria y lo autogestionado que es el disco, riesgo no vi ninguno porque nadie está esperando que el disco cruce algún umbral. Si la industria está en crisis, mejor dos discos que uno. Mejor redoblar la apuesta”, adelantó el artista en diálogo con la agencia Télam.
“Los discos dobles siempre los entendí como complementarios y, realmente, estos discos podrían haber salido por separado sin ningún problema. Ninguno hubiera extrañado al otro”, dijo Birabent, quien sólo destacó su propia presencia como factor común entre ambos trabajos.
En este punto, remarcó que la publicación de dos discos en simultáneo era un viejo deseo suyo que postergó en varias ocasiones, y reconoció que varias personas ligadas a la profesión le dijeron “que convenía sacar uno y después el otro”.
“Fue la primera vez que me di cuenta que estaba avanzando en los dos discos y ninguno se comía al otro. Siempre que lo intenté, un trabajo tenía más fuerza que el otro, pero acá me di cuenta que cada uno llegaba al final entero y en su propio mundo”, contó.
Y agregó: “Me daba pena dejar un disco en un cajón. Yo sé que la fórmula lógica era editarlos por separado, pero no era la idea”.
Precisamente, “Hijos del rock” y “O.” presentan dos universos bien diferentes, en donde mientras en el primer caso conviven 17 composiciones en co-autoría con otros artistas, lo cual lo convierte en un trabajo ecléctico desde el punto de vista musical, en el segundo hay diez temas mucho más ligados entre sí, con algunos elementos sonoros que se mantienen a lo largo del álbum.
“Yo quería que ‘Hijos del rock’ fuera un disco de autores, no de intérpretes. De hecho, hay muchas canciones donde el autor no interpreta. Eso le da originalidad porque es más común un disco de dúos que de colaboraciones autorales”, destacó Birabent.
Y diferenció: “’O’. es un disco más cerrado por el planteo, frente al otro que es más generoso, más socialista, con visiones que se cruzan con las mías. Estas son canciones que escribí desde un lugar muy solitario y es mucho más homogéneo, en su sonoridad y en su letrística. Ninguna de estas canciones pensé en ningún momento que podrían formar parte del otro disco. Nacieron letra y música de manera definida y no tenía sentido pedir a alguien que colabore”.
En ‘Hijos del rock’, Birabent firma composiciones junto a artistas como su padre, el legendario Moris, León Gieco, Kevin Johansen, Lisandro Aristimuño, Manuel Moretti, Martín Elizalde, Mex Urtizberea y el escritor Fabián Casas, entre otros.
“Hubo una contaminación inevitable, incluso cuando el que hace la música no hace la letra. Por ejemplo, yo no hubiera escrito una letra como la de ‘Mundo oriental’ si la música no la hubiera hecho Mex. No sentí riesgo de quedar escondido atrás de otro. Al contrario, era todo ganancia dejarme atravesar por lo que proponía otro”, señaló.
A pesar de las marcadas diferencias, ambos discos tienen algo en común, lo cual fue descubierto por el propio Birabent una vez editados los trabajos, que tiene que ver con los lazos de familiaridad presentes.
Mientras “Hijos del rock” juega con el hecho de que Birabent sea hijo de un histórico del rock argentino, quien además está presente en el álbum, la portada de “O.” consiste en una foto de espaldas de su hijo.
“Me di cuenta que la palabra ‘hijo’ surca el ámbito de los dos discos. Cuando pasa el tiempo, lo que queda de los discos es una anécdota, lo que significó para vos sentimentalmente. Después, si fue bien o mal, si lo pasan o no en la radio, lo cual en un primer momento es tan importante, queda de lado”, advirtió el músico.
A la hora de referirse a su doble rol, como músico y cantante, Birabent aceptó que “esa dualidad probablemente haya hecho que mucha gente no me tome en serio”, pero aclaró que en los últimos años grabó unos 17 discos, cifra que puso en duda que otro colega haya alcanzado.
“Es cierto que si hubiera puesto toda la energía en una sola cosa, hoy estaría actuando o haciendo música a otro nivel. Pero tampoco es seguro, por eso frente a la duda, prefiero haber hecho lo que tenía ganas, que era grabar discos y actuar en películas”, remarcó.
Sin embargo, Birabent confió que le “llama la atención que alguien se sorprenda” por sus dos carreras y advirtió que “sería más raro si hubiera sido perito agrónomo y hubiera grabado discos”.
A pocos días de haber culminado de filmar «Supermax» en Brasil y Jujuy -una superproducción bajo las órdenes de Daniel Burman-, el autor de “A mí la lluvia” -su canción más popular- reconoció que le resulta “más fácil” la actuación que la música.
“Dentro de la dificultad que puede resultar un personaje, la actuación me resulta más accesible porque sos un engranaje mínimo en una cadena enorme. En la música me encargo de todo y lo hago desde un lugar sin empresa, entonces el desgaste mental es muy superior”, dijo Birabent.
Y concluyó: “Eso, a veces, me hace replantear la energía que le pongo a la música, sobre todo por la poca devolución que tengo. Pero, por otro lado, me sigue dando ganas de tocar, grabar y estar con los músicos. Me sigue gustando mucho”.