Los amigos de Taylor Hawkins, el fallecido baterista de Foo Fighters, han afirmado que no se sentía cómodo con la intensa agenda de la banda después de que la disminución de la pandemia de COVID-19 permitiera los conciertos y la gira.
Según varios amigos, Hawkins supuestamente expresó su incomodidad con el cronograma de la gira, diciendo que estaba luchando para mantenerse al día con las demandas físicas del trabajo, que a menudo requería tocar tres horas noche tras noche.
Se afirma que el baterista, de 50 años, encontrado muerto en su habitación de hotel en Bogotá el 25 de marzo antes de un concierto programado para esa noche, habló con el líder de Foos, Dave Grohl, y con varios amigos sobre sus preocupaciones.
Un informe de Rolling Stone contiene desmentidas por parte de los representantes de Foo Fighters. La publicación dijo que solicitó repetidamente a los miembros de la familia de Hawkins y a sus compañeros de banda entrevistas para corroborar las afirmaciones, pero la familia de Hawkins se negó a hacer comentarios al respecto. Foo Fighters y sus representantes tampoco quisieron ser entrevistados.
El informe alega que antes del regreso de Foo Fighters luego de la pandemia, que comenzó en junio pasado con conciertos en Los Ángeles y el Madison Square Garden de Nueva York a los que los asistentes debían asistir vacunados, «Hawkins dudaba en volver a las giras y no estaba seguro de que podría ser capaz de seguir siendo un miembro de tiempo completo si continuaban a este ritmo».
A pesar de mantenerse en buena forma física, los amigos alegaron que Hawkins se sentía incómodo con mantener un rendimiento tan alto. «Tuvo una conversación sincera con Dave (Grohl) y, sí, me dijo que ‘ya no podía más’, esas fueron sus palabras», dijo a Rolling Stone el baterista de Pearl Jam, Matt Cameron, un amigo cercano de Hawkins durante décadas.
“Así que supongo que llegaron a un acuerdo, pero parece que el calendario de giras se volvió aún más loco después de eso”. Un representante de Foo Fighters negó que Hawkins haya planteado alguna vez estos problemas y dijo: «No, nunca hubo una ‘reunión sincera’, o cualquier tipo de reunión sobre este tema, con Dave y Silva Artist Management».
La vieja amiga y exjefa de Hawkins, la cantante Sass Jordan, agregó: «Honestamente, creo que estaba muy cansado. Cansado de todo el juego»..
«El hecho de que finalmente habló con Dave y realmente le dijo que no podía hacer esto y que no lo haría más, fue liberador para él», dijo un colega y amigo de Hawkins, quien pidió permanecer en el anonimato. «Le tomó un año trabajar con las agallas para poder hacerlo».
Por otra parte, varios amigos han afirmado que Hawkins perdió el conocimiento a bordo de un avión en Chicago a pesar de que los informes de noticias en ese momento lo describían de forma anónima como «un miembro de Foo Fighters».
El baterista de Red Hot Chili Peppers, Chad Smith, alegó: «Simplemente dijo que estaba exhausto y colapsado, y que tuvieron que llenarlo de suero y esas cosas. Estaba deshidratado y todo tipo de cosas».
Después del incidente, Smith afirmó que Hawkins le dijo: «Ya no puedo seguir así».
Cuando se le preguntó si Foo Fighters había comentado sobre las acusaciones de que Hawkins había perdido el conocimiento en el avión, un representante dijo: «Esto no es cierto».
Hawkins le dijo a Rolling Stone en junio pasado que estaba luchando con el regreso de la banda a tocar música en vivo después de la pandemia. «Estoy realmente nervioso por esta noche», dijo el día del primer show de regreso del grupo en junio. «Tengo un gran miedo escénico: grande, grande, grande. Estoy como en el infierno en este momento».
A fines de marzo, un informe toxicológico inicial encontró que se encontraron múltiples drogas, incluidas opiáceos, antidepresivos y marihuana, en el cuerpo de Hawkins al momento de su muerte.