Luego de una ausencia de cuatro años, Bahiano emerge con un disco nuevo en el que el reggae es solo un aditamento, ya que el vocalista decidió revisar toda la paleta de colores de la música negra, desde el funky, el soul, el hip hop, el R&B y al blues acústico.
Para armar este trabajo, Bahiano decidió rodearse de una familia, que se sumó a la suya y es la familia Monty, la del veterano cantante y compositor Jaco Monty, de la mano de sus hijos Facundo y Jonhy.
En una charla con la agencia Télam, Bahiano hablo sobre lo que considera puede ser «el relanzamiento de su carrera musical»:
– «Celebremos» es un disco de música más negra y más alegre ¿cómo te decidiste por este cambio?
– Sí, en realidad, toda la música es negra. El blues, el rock, el funk, el reggae y las raíces de lo que fue toda la música es negra. Entonces, creo que en las gacetillas sale «el homenaje a la música negra», yo creo que fue más una frase marketinera de la compañía discográfica. Para mí es un disco súper versátil y en el cual hoy por hoy me estoy replanteando cosas que he escuchado en otras épocas, de la música que escuché en todos los años y sigo escuchando porque no soy un artista de escuchar solo reggae.
Yo quería renovarme de alguna manera y consideraba que era el momento después de cuatro años de haberme silenciado no como músico porque seguía dando conciertos, pero sin presentar ningún material nuevo. No quería volver con lo mismo, aunque después de «Rey Mago» podía hacer lo que quisiera. Aunque en ese momento en medio de la adrenalina pensaba seguir buscando, quedó como un disco conceptual.
– Hay canciones con un groove bien funky y otras con una cadencia más reggae.
– Siempre en vivo las cosas son de otra manera, a mí siempre me gusta el vivo. Es más, si pudiera sacar solamente discos en vivo en diferentes lugares lo haría, porque yo disfruto de ese ambiente que se siente de la gente, el aplauso y el grito cuando estoy escuchando una canción. El estudio me gusta, obviamente me gusta, pero siempre las pienso en el vivo. Por algo está el auge de que todos los artistas sacan un DVD… Pero bueno, hoy por hoy creo que estoy totalmente desmarcado de lo que hacía y, de hecho, en este disco solamente hay un tema que me sostiene de mi anterior movida del reggae («Lo que te queda»). Después hay satélites de reggae, canciones más a lo Jack Johnson.
– En este disco colaboró en la producción Bryant Siono que es músico de Beyonce y Jennifer López. ¿Qué te dio en la producción?
– Mandaba cosas de actualidad de Los Ángeles, todo lo que escuchás que pasa detrás de lo que cantan Jennifer Lopez o Beyoncé que a lo mejor no podía funcionar acá. Muchas cosas era llegar, escuchar, tomar nota y volver a mandar. Quedaron cosas afuera, había muchos sonidos Amy Winehouse que me quedaban bien pero no me animé. A lo mejor las tengo guardadas para el próximo. Y de Facundo Monty también yo tenía la referencia, llegó por Juan Carlos Giacobino que es amigo mío de hace muchos años y que fue parte también del equipo de laburo. Facu siempre preguntaba por mí y yo no sabía que quería trabajar conmigo.
– ¿Y cómo fue trabajar con Facundo Monty?
– Salió de Facu y un amigo Juan Carlos Giacobino que me dijo de juntarnos. Yo me sentía en zona de confort siendo intérprete, porque después del resultante de «Rey Mago» yo dije «no transpiro más a la noche, no tengo más la hoja en blanco, no la paso tan mal, no estoy organizando el día a ver cuántas horas les dedico a la composición» y era perfecto, lo que estaba esperando. Después de tres años de dedicarme a la TV, la compañía me dijo que cuando tuviera un disco que no tuviera problema en mostrarlo y contractualmente estaba en deuda. Y nada, me presentan a Facu y estaba negado de tener que componer otra vez.
Nos juntamos con banquetitas y guitarra criolla. Cantamos algunas cosas y me mostró música de él pero no me sentía con un atrape. En la segunda cambió un poco porque yo me sentía más seguro, había codificado que tenía que hacer un disco como autor y compositor con otra persona que tenía otro tipo de mirada. Después ya me fui sintiendo seguro y empezó a fluir.
Al principio era así, imponía cosas pero llegó un momento en que yo empecé a entregar melodía y Facundo iba anotando y marcando. Y un día salió una cosa que nos gustó. Bah, yo soy medio barrilete, un día me gusta algo y al otro no, entonces siempre necesito un contenedor sea un productor o un amigo. Sino yo construyo y demuelo.
Después fue una cadena de cosas que aparecían. Él empezó a mostrarme arreglos, situaciones musicales y otra cara de la música. Escuché arreglos que quizás en otro momento no los hubiera hecho y empecé a ceder, a aceptar para que fuera parte de una propuesta artística. Nos llevamos muy bien, confraternizamos y cuando llegaron cosas de Los Angeles ya fui haciendo preproducción yo.
– ¿Buscaste ese sonido funky o salió?
– «Celebration» de Kool and the Gang la he escuchado millones de veces. Compraba discos de Donna Summer; de Kool and the Gang; de Earth, Wind and Fire de pendejo de bailarlo en las fiestas. Pero nunca me imaginé… Me queda bien. Por momentos Facu me hacía escucharme y no estaba tan mal. Lo más cercano que tenía al español era Illya Kuryaki y me dijo que Pablo González podía tocar todos los tracks. Me dijo que estaba encantado, entonces ya tenía la base con él y Johnny y era tremenda. Entonces lo más cercano era Kuryaki, pero nada más.
– ¿Sentís que puede ser un relanzamiento musical de tu carrera?
– Creo que sí, porque todos estos años la gente me vio más en tele y la pregunta era si iba a seguir cantando. Toda la construcción de solismo, que me costó muchísimo, me gustó hacerla pero no fue fácil hasta llegar a este punto. Entonces sumé televisión y aprendí mucho en MP3… Estuve en Malvinas, Haití, Sudáfrica, estuve en todos lados y eso es parte de mi ADN para mucha gente. Terminó y me ofrecieron conducir un programa en vivo. Me encantó, aprendí, pero ya mis amigos me preguntaban si no iba a grabar nada más. En Capital hace muchos años que no toco, por ejemplo, y tampoco quería tocar sin algo nuevo. Y ahora me parece que es el momento de algo nuevo y de relanzarme, sí. Pasaron 4 años, el que tenía 18 con «Rey Mago» hoy tiene 22, la gente vive y recibe lo que escucha y ve, no son investigadores de música. Uno propone y la gente dispone, si lo tomaron es porque les gustó lo que hiciste. Lo puedo ver desde la óptica de que es un relanzamiento con cosas nuevas, sin olvidar el resto de mi vida musical porque están siempre en vivo, aunque tiene prioridad lo nuevo. De hecho, en los nuevos conciertos las primeras 6 canciones van a ser todas nuevas y después sí voy a meter los clasicos como «Mucha Experiencia», «Pupilas Lejanas», «Sin Cadenas» y «Parate y mira».