Bruce Dickinson, cantante de Iron Maiden, ha hablado sobre la falta de bandas nuevas de rock y metal con chances de llenar un estadio.
El vocalista dio su opinión en una entrevista con la emisora sueca Bandit Rock, donde habló sobre una conversación reciente que tuvo con un promotor brasileño. Dickinson estuvo en Brasil para promocionar su próximo álbum en solitario, «The Mandrake Project».
Según Dickinson, el promotor se quejaba de la falta de cabezas de cartel. Dickinson culpó a las «grandes corporaciones», que, según dijo, «se apropiaron de todo». Debido a su interés en ganar dinero, Dickinson afirmó que tales corporaciones «propagan a los grandes artistas, pero no atraen a las bandas que crean el drama para crear la base de fans, para crear la dedicación para sacarlo a relucir».
«No te convertís en cabeza de cartel de la noche a la mañana», continuó. «Te convertís en cabeza de cartel haciendo muchos conciertos en muchos lugares y los fans y la gente te siguen y, de repente, estás en el Wembley Arena y pensás: ‘Dios mío, estos tipos están tocando en arenas’. Y el siguiente paso es: ‘Oh, van a encabezar un festival. Oh, sí, genial. Son cabezas de cartel en un festival’. Y en ese momento das un paso hacia ese mundo».
Dickinson continuó diciendo que los promotores han cambiado. Describió el ascenso de Iron Maiden a la fama, comenzando como invitados especiales en conciertos en Chicago, Nueva York, haciendo que su nombre pase a una red de promotores. Estos promotores, dijo, eventualmente «construirían» bandas hasta que sean capaces de encabezar sus propios conciertos.
Hoy en día, teorizó, los promotores no «traen bandas de la misma manera»: «Hay que darse cuenta de que los promotores, esos promotores individuales, estaban todos asumiendo riesgos individuales».
Continuó diciendo que podía «ver la tentación» cuando los promotores ofrecen a los músicos «un montón de dinero», pero advirtió: «No podés hacer nada después de eso. Vas a trabajar para nosotros un poquito o simplemente tomarte unas vacaciones, porque de ahora en adelante vamos a dirigir el show. Y simplemente aspiraron todo. Quiero decir, eran hombres de negocios inteligentes».
Dickinson calificó estos cambios de «preocupantes» para la escena en vivo: «Puede que sea injusto, pero tengo la impresión de que la escena era mucho más vibrante en términos de bandas emergentes que podían surgir y sorprender a la gente».
También citó como otro factor la falta de lugares pequeños «donde las bandas puedan simplemente levantarse y tocar». «Eso disminuye la base de la gente que sale y dice: ‘Oh, Dios mío. Fui a un concierto en vivo el otro día. Wow, fue genial. Fue mucho mejor que sentarse frente a una pantalla’… Y simplemente tenés que tener los lugares para hacerlo».
Dickinson criticó los planes de Londres de construir un megalugar como el Sphere de Las Vegas: «Quiero decir, qué pérdida de tiempo. Una pérdida de tiempo, una pérdida de dinero».
«Sería mucho mejor convertir media docena de pubs antiguos en lugares para tocar y decirles a los chicos: ‘Oigan, hay un lugar libre. Vayan a tocar'».