El 4 de junio de 1984, el cantautor estadounidense Bruce Springsteen publicaba «Born in the U.S.A.», el disco que lo convertiría en el rey de los estadios y el ídolo del rock que conocemos hoy en día.
Era el séptimo trabajo de una trayectoria que contaba ya con joyas como «Born to Run» (1975), «Darkness on the Edge of Town» (1978), «The River» (1980) y «Nebraska» (1982). Pero en «Born in the U.S.A.», Springsteen se alejaba de su sonido clásico, adaptándose a los años 80.
A diferencia de su predecesor, el oscuro y acústico «Nebraska», las letras de este disco expresaban signos de esperanza en la lucha diaria del norteamericano promedio, aquel que persigue el «sueño americano». Todo esto acompañado por sintetizadores y un sonido orientado a la radio que ayudaron a Springsteen a incrementar su popularidad.
La jugada le salió perfecta a un Springsteen que venía de un disco acústico y terminó colocando a «Born in the U.S.A.» como el álbum más vendido de 1985, y que actualmente ya ha superado los 30 millones de copias vendidas en todo el mundo (15 de ellas en los Estados Unidos).
El álbum produjo un número récord de siete singles Top 10 en los Estados Unidos (empatando con «Thriller» de Michael Jackson y «Rhythm Nation 1814» de Janet Jackson) y estuvo acompañado por una exitosa gira mundial que duró dos años. El disco fue elogiado por la mayoría de los críticos y es a menudo considerado uno de los mejores trabajos de Springsteen (la revista Rolling Stone lo ubicó en el puesto 86 entre los mejores discos de la historia, detrás de su «Born to Run»).
El tema que da título ha sido muchas veces confundido con un himno patriótico. La portada del álbum, una fotografía de Annie Liebovitz que muestra a Springsteen de espaldas delante de una bandera estadounidense, es considerada una imagen icónica de la época.
Muchas de las canciones fueron escritas incluso antes de la grabación de «Nebraska». Pero luego recibieron el tratamiento adecuado para convertirse en temas más optimistas, con un sonido más pop.
La última canción en aparecer fue «Dancing in the Dark», a pedido expreso del productor y mánager Jon Landau, quien estaba satisfecho con el material grabado pero quería un primer single explosivo, uno que fuese fresco y relevante con el actual estado mental de Springsteen. Como diría en su libro de 1998 «Songs»: «Quería ir tan lejos como pudiera en una dirección pop… y probablemente un poco más lejos aún». Sin embargo, Springsteen notó que «mis héroes, desde Hank Williams a Frank Sinatra y Bob Dylan, fueron músicos populares. Tenían hits. Había un valor en intentar conectarse con un público más grande».
Y eso a pesar de no ser el disco favorito de sus fanáticos. A pesar de este pequeño detalle, muchas de sus canciones son fijas en los conciertos de Bruce Springsteen, quien incluso ha llegado a tocar este álbum en su totalidad de principio a fin.
«Born in the USA» se convirtió en el primer disco compacto en ser fabricado en los Estados Unidos para ser editado en forma comercial, cuando CBS y Sony abrieron su planta de CD en Terre Haute, Indiana, en septiembre de 1984. Los anteriores lanzamientos de Columbia Records en CD habían sido importados de Japón.
La cuestión es que a pesar del paso del tiempo, «Born in the U.S.A.», «Cover Me», «Darlington County», «Working on the Highway», «Downdound Train», «I’m on Fire», «No Surrender», «Bobby Jean», «I’m Going Down», «Glory Days», «Dancing in the Dark» y «My Hometown» siguen entre nosotros y bien merecen un homenaje.
Las canciones
- «Born in the U.S.A.»: La canción que da título al álbum es una crítica poderosa a la situación de los veteranos de Vietnam y su difícil reintegración en la sociedad estadounidense. A pesar de su tono triunfante, la letra ofrece un comentario sombrío sobre la desilusión y el desencanto.
- «Cover Me»: Esta canción fue escrita originalmente para Donna Summer, pero Springsteen decidió grabarla él mismo. Aborda la necesidad de amor y protección en tiempos difíciles.
- «Darlington County»: Con un tono más ligero, narra las aventuras de dos amigos que viajan en busca de trabajo y diversión. Refleja el espíritu inquieto y la búsqueda de oportunidades que caracteriza a muchos jóvenes estadounidenses.
- «Working on the Highway»: Con una mezcla de rockabilly y letras narrativas, cuenta la historia de un joven que trabaja en la construcción de carreteras mientras sueña con un futuro mejor.
- «Downbound Train»: Una balada sombría sobre la pérdida y la desesperanza, que captura la sensación de un futuro incierto y la lucha por seguir adelante.
- «I’m on Fire»: Con una instrumentación minimalista y un tono inquietante, esta canción explora el deseo y la ansiedad emocional.
- «No Surrender»: Una canción sobre la amistad y la perseverancia, que celebra el espíritu de lucha frente a las adversidades.
- «Bobby Jean»: Un tributo a un amigo perdido, esta canción es una despedida melancólica y una celebración de los recuerdos compartidos.
- «I’m Goin’ Down»: Una canción sobre el deterioro de una relación, con un ritmo pegajoso y una letra introspectiva.
- «Glory Days»: Una reflexión sobre la nostalgia y el paso del tiempo, es un himno a los buenos tiempos y las historias del pasado.
- «Dancing in the Dark»: Uno de los mayores éxitos comerciales de Springsteen, aborda la lucha contra la frustración y la monotonía, con un ritmo contagioso que invita a bailar.
- «My Hometown»: El álbum cierra con esta conmovedora balada que refleja los cambios y desafíos en la ciudad natal de Springsteen, sirviendo como un comentario sobre el declive de las pequeñas comunidades estadounidenses.